Revista Comunicación

Colegas creativos, dejad de dar el cante, por favor

Publicado el 03 agosto 2016 por Comicpublicidad
Colegas creativos, dejad de dar el cante, por favor
Sin acritud, compañeros de profesión, pero los anuncios con gente feliz bailando por la casa o por la calle no es que estén pasados de moda, es que son todos iguales y no hablan muy bien de ti como creativo. Y si es el cliente el que te obliga, pues envíale este post y échame a mí la culpa. O apaga ahora y ponte a bailar dónde estés, que parece lo más normal del mundo.
No tendré que recordarte las celebérrimas palabras de David Ogilvy (Dios, para los entendidos) cuando dijo: “Si no tienes nada de contar, cántalo”. Y eso, que su mano derecha en la Tierra, Luis Bassat, aclaraba que tan sólo se refería a que "cuando un producto tiene una ventaja racional clara, ésta se explica mejor hablando que cantando". (Cita de su libro La Creatividad).

Así que no, no se trata de que quites la música de los anuncios, porque eso que tan bien ha estudiado y plasmado en su tesis sobre Musicidad  la profesora  Cande Sánchez Olmos (Universidad de Alicante) y que convierte a una canción en un detonador en la creación y recuerdo de marcas, no tiene nada que ver con que cada vez que anuncies un yogur o una leche desnatada haya que cogerlo de la nevera bailando. Supongo que en vuestras casas sois muy felices y sólo transmitís lo que veis.
Aunque igual ese es el problema, el ombligo. O las zapatillas de andar por casa en la agencia. Porque no soy yo precisamente quien dice que la publicidad ha muerto, pero vaya, que la audiencia ha cambiado y ya no quiere anuncios molestos, repetitivos y que no cuenten nada, parece que está bastante claro.

Como muestra, una caja de botones y los que me he dejado.


A nada que pongas la tele un día, si aún lo haces, habrás visto ayer mismo algún anuncio de dancing pipol ay-qué-bien-me-siento. Ignoro si el sindicato de coreógrafos tiene tanta fuerza en la industria como para colocar a los suyos en dos de cada diez anuncios, o lo que fumáis en los descansos les llega a los actores. Pero es ver un bloque de publicidad, y ver lo mismo que veía en los 90, los 80, los 70…  Y como tengo fama de exagerado, me he ido a YouTube a buscarlos para poneros algunos, y después, si queréis, jugamos a las diferencias y adivinar marcas.
Empiezo por el último, que lo descubrí ayer mismo y aún no se me cierran los ojos de lo original que es. Había visto bailarines por la concia, supermercado, aeropuertos y calles. Pero ese paso de lanzarse de rodillas sobre el estiércol... es una obra maestra.

Es lo normal cuando alguien del campo prueba la leche de verdad, la que beben en los anuncios y que es de todo menos leche. De ahí que lo llamen producto lácteo y cause el efecto de la guaraná y el redbull aunque le quiten la lactosa. Aguanten hasta el final si no saben lo que va a pasar...

Es la lactosa, fijo. Porque en este de Kaiku no sólo bailan y cantan con un jingle de-los-de-toda-la-vida, sino que además sirve para defender el empoderamiento de la mujer. Un must.

Aunque quitarle cosas a la leche debe ser lo que hacía Patrick Swayze en Dirty Dancing, porque si le quitas la grasa a un postre de los de Danone, y claro está, le sumas un temazo como la Macarena... ¿Bailas conmigo?

O debe ser cosa de mujeres. Sin ánimo de ofender. Que lo digo porque gracias a los creativos de publicidad de las agencias más importantes, lo de ser mujer es un no parar de bailar, aunque tengas la regla. Yo diría, que hasta están deseando que lleguen esos días.

Pero si no te gustan los lácteos de ninguna forma o eres totalmente intolerante, no te pongas triste. Si quieres bailar y ser feliz y decir eso de ay-qué-bien-me-siento puedes elegir bien el detergente. No confundir con los otros polvos blancos que dicen aclaran las ideas de algunos creativos.

Que digo yo, que a veces lo de que la gente baile en un anuncio (nótese que he dicho gente y no target) puede estar en contexto. Que si anuncias Ron, para que lo pidas en una discoteca, te puede quedar más o menos bien como estos de Brugal.

Aunque ya puestos a tocar las notas, el rollo plano secuencia se parece mucho a este de San Miguel, que por lo menos tenía un jingle y una promoción de una canción y un grupo, y una estrategia de patrocinio de eventos musicales como todo el sector... en fin, que a veces yo también voy cantando y bailando por la calle. Lo normal.

Aunque no se crean que porque los que bailan sean cantantes "de verdad" la cosa mejora automáticamente. Eso sí, llamará más la atención y ya sabéis otra cosa que no dijo Ogilvy: Que hablen de ti aunque sea mal.

Eso sí, para ser justos, no es un problema local. Es un problema mundial. Ya lo dijo Dios Ogilvy hace décadas y en todas partes cuecen habas. Aunque, si el anuncio es como el de Evian, por lo menos es un espectáculo visual. Lo que anuncie, es indiferente.

Y es que hubo un tiempo, en España, en que hacer un anuncio con gente bailando podía considerarse un hito de mérito, si se trata de Coca Cola y tiene una producción tan cuidada como esta. Que tampoco aporta nada al argumento de ventas, porque como decía Luis Bassat explicando la cita que da pie a este post, realmente no hay una ventaja racional clara que te mueva a beber agua carbonatada, edulcorada y teñida. Verán que no tiene nada de original, pero es que data de los ochenta, como bien puede verse por la fotografía, los rizos de permanente y las minifaldas de volantes.

Pensándolo bien. Seguid haciendo anuncios de gente cantando y bailando. Si el cliente los acepta, sabéis que van a seguir funcionando como toda la vida. O no, ¿pero a quién le importa eso? Y en este sector hay muchas veces que la supervivencia consiste en tomar el dinero y correr. O bailar.
P.D. : Vivo con miedo a que venga una gran marca y me pida un anuncio de dancing pipol. Pero no soy digno.
P.D.2: ¿Recuerdas más anuncios de bailoteo? ¿Me ayudas a aumentar la lista?

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