Colegiados inexpertos y reivindicaciones en el momento más decisivo

Nielsen penetra ante la oposición de Tucker -ACB Photo.
Se acaba la fase regular y está a punto de empezar la parte más vistosa y espectacular de la temporada: las eliminatorias por el título. Los playoffs representan el gran atractivo de la Liga ACB y patronal y árbitros no pueden permitirse una situación como la actual. Es muy posible que los colegiados de la competición no piten los primeros encuentros de los cruces y no es descartable que no formen parte de ninguno. Los árbitros se han plantado porque consideran que sus emolumentos (914 euros de media por partido y gastos pagados tres semanas después) son insuficientes en comparación con los que perciben sus colegas del fútbol (6.000). Los colegiados han escogido materializar la medida en esta última jornada de fase regular, una decisión anunciada hace días que ha obligado a la patronal a contratar a otros árbitros. Profesionales que, en muchos casos, ni tan siquiera han pitado nunca en Europa. Las primeras reacciones no se han hecho esperar. Neven Spahija, técnico del Power Electronics Valencia, lo tenía bastante claro: “La verdad es que hemos tenido tres personas honestas, que saben baloncesto, pero que vienen de una liga que no tiene nada que ver con ésta. Nosotros, los entrenadores, no vamos a resolver problema entre ACB y árbitros. Sólo podemos decir que esto no puede ser, porque ellos no pueden adaptarse a este baloncesto”. Spahija habló tras la victoria de su equipo por 96-94 ante el DKV Joventut en un partido arbitrado por tres colegiados estadounidenses: Terry Moore, presente en la final del Mundial de Japón; Robbie Robinson, expulsado de la NBA por bajo rendimiento; y Williams Mensah, de la NBDL. Colegiados que, atención, cobraron 1.500 euros por el encuentro más la estancia. Los organizadores se rascarán más el bolsillo. El conflicto sólo beneficia a los nuevos contratados.
En La Fonteta la noticia estaba en la identidad de quiénes arbitraban y no en los dos equipos que comparecían en la pista. El Power Electronics Valencia tenía el incentivo de ganar para completar la fase regular con una única derrota en casa (ante el Real Madrid en la jornada 25) por primera vez en su historia. Mientras que las expectativas del DKV Joventut pasaban por vencer y esperar una derrota del Bizkaia Bilbao Basket que le permitiese alcanzar la novena plaza, que esta temporada podría dar la opción de disputar la Eurocup. La competición que ha ganado el conjunto de Neven Spahija. Un premio que permitirá al Power Electronics formar parte de la Euroliga tras un curso que empezó sin patrocinador.
Nielsen sentencia
Resultó un encuentro entretenido y emocionante, resuelto a última hora por Matt Nielsen (15 puntos) con dos tiros libres a 6’3 segundos para el final. Clay Tucker (19) sería el encargado de jugarse la última acción. Muy bien defendido, el capitán del DKV Joventut sólo pudo lanzar un triple, al límite y muy forzado, que escupió el aro. Ése fue el punto y final para el grupo de Pepu Hernández, que por primera vez desde la temporada 2001-2002 no estará en los playoffs. De nada sirvió la destitución de Sito Alonso, que pasaba por ser el gran culpable por –siempre según otros medios– llevarse mal con ciertos jugadores. El DKV Joventut firmó una primera parte de competición ilusionante y su presencia en la Copa del Rey fue elogiada haber sido capaz de competir casi hasta el final contra el Real Madrid en cuartos. Nada que ver con la segunda vuelta de la Liga, en la que el conjunto verdinegro sólo ha ganado cuatro encuentros de 17. Unos números más propios de un equipo que lucha por no descender.
El futuro de la Penya para por volver a remozar su plantilla. Algo compatible con mantener y promover su filosofía de contar con jóvenes valores como Josep Franch, que con 10 puntos y siete asistencias completó una muy buena actuación en Valencia. De él surgieron las primeras canastas de su equipo, que llegó a tener doce puntos de ventaja antes de finalizar el primer cuarto (14-23). Jugaba el grupo de Pepu Hernández al contraataque y encontrando las soluciones más fáciles. Así que tanto Alain Koffi como Henk Norel, con 14 y 13, respectivamente, machaban el aro sin oposición. La muñeca de Tucker proporcionaba el resto.
Rafa Martínez, el mejor triplista
En el banquillo local, visiblemente enfadado, Spahija intentaba corregir a sus jugadores, que si sienten más cómodos en un partido de tanteador bajo. Así pusieron en muchas dificultades al Barça en la Copa y le ganaron en La Fonteta con un triple final de Rafa Martínez (24 puntos), el mejor lanzador del año desde más allá de 6’25 con un 52% de efectivdad. Con seis triples entre el último tramo del período inicial y el descanso los locales se marcharon a los vestuarios con 52-45 a favor.
El DKV Joventut funcionó como bloque (seis jugadores alcanzaron al menos los diez puntos) y sobre esa filosofía opositó por la victoria. Franch dirigía Koffi, Norel y Uros Tripkovic permitían a su equipo no perder la compostura (68-63 a los 27m 35s). La defensa zonal 2-3 ponía en dificultades al Power Electronics Valencia, que volvió a coger aire con ocho puntos consecutivos de Marko Marinovic (76-65 a los 29m 52s). Sería el propio base serbio quien revertiría el marcador a un minuto del final (91-90) después de un parcial visitante de 12-25. Florent Pietrus (13 puntos y siete rebotes) le puso un gorro a Franch, Thomas Kelati metería su tercer triple (3/6) y Tucker, desde la línea de personal, metería los últimos puntos de su equipo del año para empatar a 94. También desde esa distancia, y después de pronunciar mensajes tan secretos como los de Jorge Garbajosa, Nielsen metería dos tiros libres para dar la victoria a un Power Electronics que espera rival en cuartos. En declaraciones a nuestra compañera África de Miquel utilizó el discurso clásico de no tener preferencias y recalcó que “tenemos la pista a favor. Tenemos que pensar en nosotros mismos. En nuestro juego”. Encajar 29 puntos en el último cuarto no entra dentro de esa propuesta.