Revista Cultura y Ocio

Colegiata de San Isidoro (León)

Por Yorga @javieramosantos

La Basílica de San Isidoro (siglo XI), monumento importantísimo del Románico en su camino a Santiago de Compostela, se alza en la linde las murallas, en los terrenos que ocupó una antigua iglesia dedicada a San Juan Bautista construida por Alfonso V tras ser derruida en el 998 por Almanzor y reedificada luego por Fernando I el Magno en 1063, con motivo del traslado de los restos mortales de San Isidoro de Sevilla a León. De visita obligada.

La colegiata, que figura entre los más importantes de su clase en la Península Ibérica, tiene planta rectangular dividida en en tres naves por recias columnas, con enorme capiteles de estilo corintio y techumbre de bóvedas de arista, pintadas en el siglo XII con escenas sagradas. Destinada a panteón real, guardó las cenizas de Alfonso IV, Ramiro II, Ordoño II, Alfonso V, Sancho el Mayor, … junto a muchas reinas e infantes.

Fachada y exterior de la Colegiata de San Isidoro de León./Luidger

Fachada y exterior de la Colegiata de San Isidoro de León./Luidger

Precisamente, este panteón, ubicado a los pies de la iglesia, está considerado la Capilla Sixtina del Románico por la belleza y policromía de los frescos que decoran sus bóvedas. Los paramentos, sin apenas ventanas, se decoran con profusión de frescos que representan a Cristo rodeado de sus apóstoles, escenas de su vida y de su Pasión o del Antiguo Testamento. Las figuras se perfilan en negro y después se rellenan de colores intensos y brillantes, y se disponen en franjas contiguas de colores muy contrastadas.

A los pies de la iglesia surge el nártex con los sepulcros de los monarcas leoneses. Bajo un Cristo en majestad, rodeado de tetramorfos, se representan escenas bíblicas y paganas, algunas tan curiosas como el calendario agrícola leonés. Por su parte, en la cámara de la Reina, considerada durante años una parte del palacio de los reyes de León, se contempla el arca que contuvo los restos mortales de San Isidoro de Sevilla.

Panteón de San Isidoro con sus espléndidas pinturas sobre las bóvedas./Amandajm

Panteón de San Isidoro con sus espléndidas pinturas sobre las bóvedas./Amandajm

La antigua basílica de Fernando I fue ampliada con posterioridad por doña Urraca (siglo XII) y reconstruida por Alfonso VII el Emperador a partir del proyecto de Pedro Tambem. En el altar mayor se conserva un retablo renacentista con los restos de San Isidoro y la custodia de García Crespo donde se expone permanentemente el Sacramento.

La puerta del Cordero, con una escena del sacrificio a Isaac y los signos del Zodiaco, figura entre las más bellas del conjunto. La puerta del Perdón aparece decorada en el tímpano con el descendimiento, la resurrección y las mujeres ante el sepulcro. En la puerta Norte se pueden contemplar bellos capiteles atribuidos al maestro de las serpientes.

Tímpano de la puerta del Cordero./Lourdes Cardenal

Tímpano de la puerta del Cordero./Lourdes Cardenal

En la biblioteca se conservan pergaminos, incunables y libros únicos como la Biblia mozárabe (siglo X) Otras dependencias de interés son las capillas Mayor (siglo XVI) y de la Trinidad o de Santo Martirio (siglo XII). Asimismo, no se debe descuidar la visita al museo, llamado también tesoro. Reúne objetos y ajuares pertenecientes a los monarcas que ordenaron construir y engrandecer la basílica. Algunas de estas piezas más destacadas son el Arca de los marfiles, el cáliz de doña Urraca, el Lignum Crucis o el Pendón de Baeza.

Aparte de su noble realengo histórico, la colegiata también guarda relación con un pasado más anterior. No en vano, sus cimientos se edificaron en el ángulo noroccidental donde se asentaba el campamento romano de la Legio VII Gemina. Este ejército fue creado por Galba en Clunia (Burgos) cuando fue proclamado emperador por sus tropas en contra de Nerón en el año 68.

Fachada sur de la basílica de San Isidoro./Lourdes Cardenal

Fachada sur de la basílica de San Isidoro, en la Puerta del Perdón./Lourdes Cardenal

Con un horario ininterrumpido de visita de 7 a 23 horas y entrada gratuita, el viajero que visita León debe, por obligación, acercarse hasta la Colegiata de San Isidoro. Por el momento, y para hacer boca, os dejo con un interesante vídeo que detalla los pormenores de la historia de este impresionante edificio y no menos espectaculares pinturas románicas que alberga en su interior:

Dónde dormir: Hotel Boccalino II; Plaza de San Isidoro, 1; 24003 León (León); teléfono: 987223060 y 987220017; [email protected].

Dónde comer: Restaurante La Ruta Jacobea; Calle Cid 18; 24003 León (León); teléfono: 987232807.


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