Revista Música

"Comenzamos encontrando algo de magia, algo de música, al...

Por L
"Comenzamos encontrando algo de magia, algo de música, algunos riffs, algunos ritmos, algunas improvisaciones y algunos graves, los sumamos, los restamos, los movimos y les pusimos melodías"
Red hot chili peppers – By the way


Esta bandita californiana que tantos años jugó a los chicos descerebrados y que mas tarde tomarían un vuelco tan radical, como las conexiones astrales que los mantienen unidos en la cinta mestiza de sonidos que son. Superadas las barreras de la muerte y las drogas, marcas que calaron hondo en la parada del grupo frente al mundo que los cercaba, ese romance con el desparpajo, que se ve frenado, para aplicarlo en las dosis precisas y no terminar convirtiéndose en la porción sobrecargada del desparpajo, porque sin dudas, esas son cosas diferentes.
Este octavo trabajo de estudio, quizás los fotografía, en el instante en el que se encontraban con su mejor y más saludable formación. Kiedis a cargo de las vocales, Frusciante y su extraordinaria habilidad con la guitarra, Flea en el insinuante bajo y Chad Smith, quien dosifica la potencia para brindar mas cadencia obligada a las canciones.
¿Cómo se muestra By the way? Vaya hay distintas y variadas formas de abordarlo, ya que permanece en un delicado equilibrio, entre varias fuerzas diferentes y opuestas. Primero, concibe unas melodías al borde del aglutinamiento mas pomposo, claro esto conllevado con la texturación mas heterogénea y sonoramente detallista, agitando la compostura preconcebida con derrames plausibles de fuerza pujante. También contiene una significativa masa de inspiración hispana, latina para ser mas preciso y ello se ve hermanado o sostenido por una sofisticación sonica, muy lograda. Y el tercer precepto dual del álbum es que pese a caer en trechos algo infamemente melosos, no pierde por un segundo el hálito más lujurioso propio de los Peppers.
Una especie de variedad condicionada, ¿Por qué se preguntaran? La respuesta es simple, se aplica una norma casi absoluta de armonía homogénea a lo largo de las 16 canciones, pero aplicando ciertos criterios de variabilidad, que provocan un efecto de digestión ligera, pop, rock, funk y el siempre bienvenido estilo punk nunca abandonan este recoveco. “una reflexión que no se abandona de las fiestas y el buen divertimento”
De todos modos no se puede ocultar u obviar, las temáticas habituales de el octavo hijo de los red hot, ni mas ni menos que las drogas, giran con una plena y total libertad por cada esquina del LP, es que justo las líricas se toparon con un Anthony Kiedis saliendo de la dependencia de ellas, es mencionada un sin fin de veces. Pero vamos por partes.
By the way (canción), abre con unos leves dejos de oscurecimiento paulatino, ha de ser por esa supernova de distorsión y velocidad rapeada, rematada con una suavidad pasmosa cuando canta “A propósito intente decir que estaré ahí… esperando” No se refleja la condición absoluta de un disco que mantiene destellos de esperanza, al referirnos a la apertura solo podríamos identificar su notable carencia de ella…contemplación muy gris y lúdica. Universally Speaking, si es un reflejo mas idiosincrásico, mas integral, por ende capta de mejor forma esa candencias mas iluminadas, no sin dejar el sinsabor de saber que se repetirá la formula en un par de ocasiones mas, las suavizaciones sintéticas que las hacen de muralla de sonido, soportando desde muy atrás. “vi tu crimen, muriendo para drogarte”. Dentro del saco podríamos acarrear también a This is the place, una conmemoración algo tronante de un compañero caído por la heroína, a Dosed, quien se toma de unos cimientos mas emotivos para embarcar la misión de sonar sensible, y se logra con medidas inocentemente tristes sobre todo cuando recita “Me automediqué por ti” Le sigue la marcha Don’t Forget me, no se aleja mucho, ¿es contrastante? No. Hasta cierto punto suena enfermiza la comprometedora letra que , ya sin ánimos de disfrazar una realidad dura, se limita a gritar diciendo…
“Soy un laboratorio de metanfetamina, el primero de rehabilitación, quítatelo todo
y entra dentro del taxi en movimiento / soy un incesto y un fumador de marihuana/
dos piernas que separaste”

The zephir song, explota la beta más bonita, y que tiene de malo, es una de esas canciones que imitan estados budistas de iluminación, aunque sea esta descripción muy personal, con una guitarra inspirada que parodia, y casi va simulando el sonar vocal. El nivel no baja pues le sigue Can’t stop con un revitalizado aire picante, se aferra a insinuaciones festivas, pero no guardada en anales de noche, si no que suena tardía, estimulante directa, algo predispuesta al sudor y al baile desenfrenado, pero es que esas notas son un aliciente inmediato. El curso se vuelve un poco mas pesaroso y predecible con la llegada de I could die for you y Midnight, que si bien aguardan en las alas melódicas ya avistadas, estas se hacen algo olvidables. Este pasaje lo cierra Throw away your televisión, cargada de estratosfera espesa, tampoco manifiesta un aporte significativo a la trascendencia de By the way.
Pasada la primera decena de canciones, llega la línea más hispana con Cabron, un temita acústico con reverberaciones picarescas a mas no poder, resulta simpática la pronunciación, nada que ver con su sucesora Tear, atractiva, con una especie de piano, tapando con sofisticación el anterior desliz jaranero. On mercury, también es una invitación festiva, pero al contrario de Can’t stop, esta no es diurna es mas noctívaga y sintética, por ello lleva un ritmo bastante adictivo. Minor thing, maneja la tensión aderezando y frenando, resulta cierta y una buena antelación de final. Warm tape por otro lado se encuentra un poco pintada de más, planteándose en un terreno demasiado lejano a las espinas dorsales más orgánicas, muy plástica como dicen por allí, simulando estar viva.
Se acaba el transitar con Venice Queen, un pequeño sentimiento enclaustrado entre paredes acústicas aceleradas y volutas líricas, que rinden homenaje a una terapeuta, de quien recibió ayuda en la limpieza de drogas Kiedis, muy calidamente playera, sumadas a una sincera y cercana despedida.
Un escenario agradable es en definitiva, By the way, y una aliciente extra es la grafica de la portada, que brinda una especie de siniestro misticismo, expresada en la pintura de la novia de Frusciante, en ese entonces…Arte, amargo, espiritual, previsible y algo obsceno aun.
• Tracklist
• By the way
• Universally speaking
• This the place
• Dosed
• Don’t forget me
• The zephir song
• Can’t stop
• I Could die for you
• Midnight
• Throw away your televisión
• Cabron
• Tear
• On Mercury
• Minor thing
• Warm tape
• Venice Queen

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