Revista Cocina

Comer carne en exceso puede tener consecuencias para la salud.

Por Mamucer @MarinaMunozC

steak con pure y brecol

- Marina Muñoz Cervera -

La carne es un alimento eminentemente proteico que gusta a muchas personas, es un buen nutriente que nos aporta proteínas de excelente calidad, sin embargo, tiene una medida y excederse de las cantidades recomendadas en las pirámides alimenticias, de 3 o 4 raciones a la semana, puede tener consecuencias indeseables para la salud.

Solo un dato, “la prevalencia de diabetes entre los veganos o vegetarianos se reduce a la mitad”. También es raro, entre ellos, el sobrepeso o la obesidad y padecen con menos frecuencia enfermedades como hipertensión, cálculos biliares o renales, problemas cardiovasculares e incluso ciertos tipos de cáncer.

No podemos olvidarnos que la carne contiene grasa saturada visible e invisible, podemos controlar la que vemos, pero no la interna, que se encuentra entre las fibras musculares; también contiene grasas trans naturales. Un consumo moderado de este alimento, dentro de una alimentación equilibrada, es bueno para nuestra salud, excepto que, por motivos morales o de otra índole, decidamos prescindir de ella en nuestra alimentación.

El hecho es que, hoy en día, el 85% de los alemanes consumen carne a diario o casi todos los días y Estados Unidos es uno de los países más consumidores de este alimento en el mundo: los hombres ingieren un promedio de 196 gramos al día y las mujeres, 125 gramos diarios, sin embargo, lo escándalos relacionados con este alimento suelen reducir el consumo y descienden las ventas (1).

Un artículo publicado el 13 de noviembre el “El Confidencial” que lleva por título Comer carne produce diabetes (y da igual cómo sea el resto de tu dieta), nos cuenta que el Instituto Francés de la Salud ha realizado un vasto estudio sobre los hábitos de vida de más de 66.000 mujeres durante 14 años, y llegaron a la conclusión de que “comer carne es el hábito que más aumenta el riesgo de diabetes, tanto es así que si se consume en exceso, más de 3 o 4 veces a la semana, la ingesta de frutas y verduras no compensa el desequilibrio nutricional que provoca, generando a la larga la incapacidad del cuerpo para producir insulina y, por tanto un aumento de glucosa. Las personas que comieron carne con una frecuencia semanal superior a la recomendada desarrollaron diabetes en un 56% más de casos que el grupo de personas que la consumieron en cantidades moderadas”.

Si queréis leer la noticia completa podéis acceder a través del enlace que lleva su título. En cualquier caso, responsabilizan de este devastador efecto a la acidez metabólica consecuente al consumo excesivo de carne, que dificulta la conversión de los azúcares en energía aprovechable y recomiendan que los alimentos llamados “ácidos” (que acidifican el metabolismo) como la carne, azúcar, café, alcohol, aceitunas, leche o huevos, no superen el 25% de la ingesta diaria y el 75% restante debe estar representado por alimentos que alcalinicen el metabolismo .

Respecto de los alimentos que acidifican y alcalinizan el metabolismo (sobre todo por su contenido mineral), hablaremos en otra entrada, no obstante, os anticipo que la acidez o alcalinidad es una medida de “pH”, es decir, una escala de 1 al 14 que mide estos parámetros, así de una medida de 0 a 7 indica acidez y de 7 a 14, alcalinidad. El pH normal de la sangre de organismo es ligeramente alcalino, entre 7,35 y 7,45. El Doctor Dudley d’Auverge Wriht, en su libro “Foods for Health and Healing” afirma que la alcalinidad normal de los fluidos del organismo es el factor más favorable para la correcta acción de las vitaminas.

Podría decirse, de forma genérica que los alimentos que favorecen la alcalinidad son las hortalizas, todas las ensaladas y todas las frutas frescas (excepto los arándanos y las ciruelas), la leche de almendras, el mijo y el trigo sarraceno. Y protegen al organismo de la acción de los alimentos acidificantes.

Aunque resulte paradójico, hay alimentos, como los cítricos o el tomate crudo, considerados ácidos, pero que después de la su digestión y asimilación, alcalinizan la sangre.

De forma general,  las carnes, huevos, queso curado, pescado, azúcar, cereales refinados, té y el alcohol, como alimentos acidificantes. Los frutos secos, excepto las almendras, se consideran acidificantes.

No obstante, sobre este tema, hay variedad de opiniones y en los libros podemos encontrar esa diversidad, por ejemplo, el café aparece como acidificante o alcalinizante, dependiendo de la bibliográfia consultada.

Y, para terminar esta entrada, comentaros que el equilibrio alimentario es importante para mantener nuestra salud, un consumo de carne diario o incluso de dos veces al día, probablemente, va a pasarnos factura, queramos o no, por eso es conveniente no aumentar nuestra ingesta de este alimento de 3 o 4 raciones a la semana, el resto de los días podemos comer huevos, legumbres o pescado, todas ellas son unas excelentes fuentes de proteína. Y, si al comer carne, rodeamos nuestro plato con alimentos que favorezcan la alcalinización de nuestro metabolismo (hortalizas y verduras) pues mucho mejor.

Enlaces relacionados:

Pirámides alimentarias del mundo
Hacia un equilibrio en la alimentación.

Fuentes:

- Claudia Christine Wolf. “La Mente de los Vegetarianos”. Revista Investigación y Ciencia. Noviembre de 2013.

- El Confidencial. “Comer carne produce diabetes (y da igual cómo sea el resto de tu dieta)”. 13 de noviembre de 2013.

http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2013-11-13/comer-carne-produce-diabetes-y-da-igual-como-sea-el-resto-de-tu-dieta_53472/

- Inserm. Institut national de la santé et de la recherche médicale.

http://www.inserm.fr/

- Tim Spong y Vicky Peterson. “La Combinación de los Alimentos”. Ediciones Robincook. Barcelona 2003.

- Dr. Jorge Pamplona Roger. “Alimentos que curan”. Editorial Safeliz. S.L. USA. 1995.

- Ernst Schneider, Esther Malaxetxebarría, Jorge Pamnplona Roger. “Salud por la naturaleza”. Editorial Safeliz,S.L. Madrid, 2004.

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Comer carne en exceso puede tener consecuencias para la salud.

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