Comer en Santiago de Compostela: Galipizza

Hoy vengo a hablaros de Galipizza. Ya conocíamos el de Culleredo y Viveiro, pero hoy fuimos al de Santiago de Compostela. Lleva ya abierto un tiempo, y con mucho éxito. Esta situado en las inmediaciones del barrio de Santa Marta, a un paso del Campus Sur universitario.

Nada más llegar, lo que sorprende es la decoración. Es un local en dos alturas, y se hace más grandioso gracias a las esculturas adosadas a las paredes, una gran lámpara colgante y unos cortinajes de terciopelo rojo que dan intimidad a la segunda planta.

Además de esto, y cuando consigues bajar la vista de la decoración te encuentras con un detalle muy original. Todas las sillas tienen en su respaldo una imagen de algún personaje ilustre, como, por ejemplo, Castelao, García Marquez o Darwin.

Aún no me senté a la mesa y ya me encantaba el lugar. Pero aquí no acababan las sorpresas. Nos atienden nada más sentarnos a la mesa, y mientras nos traen las bebidas y las cartas nos ofrecen una pequeña tapa para calmar nuestros rugientes estómagos. En cuanto nos traen las cartas, ¡Otra sorpresa! No son verdaderamente cartas, sino revistas. Es un formato muy original, que además de comunicar lo que ofrecen, tiene pequeños artículos e información sobre sus otras franquicias.

Por lo demás, su carta es descomunal. Pizzas muy novedosas, como la de pulpo, o la de lacón con grelos. También tienen hamburguesas con una pinta buenísima, como la GaliZbur platino con frutos rojos. Una auténtica delicia. No contentos con eso, también ofrecen una amplia gama de recetas mejicanas. Quesadillas, nachos, burritos, tacos… Nos ponen difícil el decidirnos. A mayores tienen todo lo que se espera de cualquier restaurante, como platos combinados, raciones, pasta y bocadillos y una última sorpresa: todos los jueves ofrecen dos tapas especiales por un precio muy módico, que te da el derecho a participar en un sorteo.

Tras minutos de deliberaciones, nos decidimos. Pedimos cada uno una de las tapas, unos nachos de pollo para compartir y luego un servidor (Mr. Barbas) se pidió una pizza de lacón con grelos, y Mr. Boinas se pidió la GaliZbur platino de buey. Una comanda no pequeña, pero a pesar de que el local estaba lleno, no tardaron prácticamente nada. Pese a todo, dio tiempo a que pasaran otras dos veces con pequeños pinchos por nuestra mesa.

Las tapas no decepcionaron. Una de berenjena rellena acompañada con carne y patatas; y la otra una minipizza de setas. Ambas abundantes en relación con el precio.

A continuación llegaron los nachos. No son como os los imagináis, son como deberían ser siempre. Un triángulo de tortilla mejicana cubierto de queso y pollo y acompañado por pico de gallo, ensalada, salsa agria y guacamole. Para chuparse los dedos.

Después de una brevísima espera, y con el estómago más que lleno, llegó lo principal. Media pizza de lacón con grelos, y la hamburguesa.

Ambas cosas eran muy abundantes. La pizza, mucho mejor de lo que me esperaba, ya que temía que fuera incómodo comer los grelos de esa manera, pero nada más lejos de la realidad. Estaba compuesta por una fina capa de lacón, cubierta de grelos y abundante queso. Además, al no ser la masa muy gorda, no se hacía pesada. La hamburguesa, una delicia. Carne gruesa, crema de queso y cebolla caramelizada acompañada de abundantes patatas.

Como os podéis imaginar, acabamos llenos hasta reventar. Casi nos cuesta salir de allí por nuestro propio pie. Por culpa de eso, no nos atrevimos a pedir ningún postre, así que sobre eso no puedo opinar. De todas formas, nuestra experiencia fue tremendamente satisfactoria, y además, sin que nuestros bolsillos sufrieran demasiado. Tienen unos precios completamente razonables.

En fin, mi consejo si tenéis pensado visitar Galipizza, es que lo hagáis en ayunas.

Silvestre Santé