[Cómic] Insatisfactorio final para Original Sin (¡Cuidado, spoilers!)

[Cómic] Insatisfactorio final para Original Sin (¡Cuidado, spoilers!)

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Alberto Galisteo 15 septiembre, 2014 0

Original Sin, uno de los grandes eventos de este año en el Universo Marvel, ha terminado recientemente de publicar su miniserie principal en Estados Unidos. Como suele ocurrir, la historia ha servido para trastocar ligeramente el panorama marvelita, aunque en el fondo todo sigue más o menos igual. En esta ocasión, Marvel se ha decantado por presentar un thriller de intriga con poca intriga, mucha retrocontinuidad y su consecuente diálogo explicativo.

¿Quién disparó al Sr. Uatu?

Original Sin viene precedida por un número 0, en el que a través de Sam Alexander, el nuevo Nova, se hace un repaso a la figura del Vigilante. Su raza, una civilización muy avanzada, decidió compartir su saber con otras criaturas. La primera especie que disfrutó de tal fortuna fueron los Prosilicus, pero convirtieron el nuevo conocimiento en un arma que acabó destruyéndolos. Desde entonces, los Vigilantes han jurado observar el universo sin intervenir en nada (nótese los paralelismos con el mito de Prometeo).

Después de esta introducción, el primer número arranca con el asesinato de Uatu, el Vigilante que vive en la Luna y ha roto su juramento varias veces para ayudar a salvar la Tierra. El conocimiento es poder y hay mucha gente dispuesto a arrebatárselo, aunque pocos serían capaces de hacerlo. Los Vengadores se ponen en alerta rápidamente y el Capitán América pide a Nick Fury, el clásico Nick Fury, que sea el líder de la investigación. Paralelamente, una figura misteriosa encarga a un variopinto grupo una segunda investigación. Esta amalgama sólo tiene sentido a medias y parece más destinada a promocionar la aparición de algunos de estos personajes en cine que a la historia en sí.

Retrocontinuidad y reestruturación

El detalle más macabro de la muerte de Uatu es que sus ojos han sido robados. Unos villanos de segunda categoría tienen uno de ellos. Orbe lo detona como si fuera una bomba, desvelando secretos ocultos. Esto sirve a la editorial para trabajar en el pasado de los personajes, convirtiendo a la recién llegada Angela en la hermana de Thor y haciendo que la araña radioactiva que picó a Peter Parker proporcionase poderes también a una de sus compañeras de clase, entre otras cosas.

Original Sin #3

Al mismo tiempo, también le da a Nick Fury, el personaje principal de esta historia, su propio pecado original. Según se cuenta, el ex director de Shield lleva años ocupando el rol de Man on the Wall. Su función ha sido la de neutralizar amenazas a la Tierra antes de que llegase el peligro, lo que se traducía en matar a todo tipo de criaturas a sangre fría.

Quien ordenó aquella segunda y misteriosa investigación no es otro que el verdadero y ahora anciano y decrépito Nick Fury, cuyo propósito era encontrar un sustituto. Sabe lo que ha hecho, que su fin está cerca y lo necesario que es que alguien ocupe el puesto de Man on the Wall. De entre todos los candidatos (Castigador, Dr. Extraño, Gamora, Rocket Raccoon, Bucky, Moon Knight y Emma Frost), el que se hace cargo del mismo acaba resultando el más obvio: el antiguo compañero de Capitán América y ahora conocido como Soldado de Invierno.

Tampoco hay sorpresas en la identidad del asesino del Vigilante, el propio Fury. Sí las hay, sin embargo, en el móvil del asesinato. Básicamente, porque no parece haber ninguno. Fury llega a la Luna alertado por un ataque sucedido allí y descubre que a Uatu le han arrancado un ojo pero aún sigue vivo. El Vigilante le desvela que lo sabe todo sobre Man on the Wall. Entonces, los dos personajes se tensan demasiado, Uatu hace el amago (y a todas luces falso) de atacar a Fury y éste le pega un tiro en la cabeza. Podría haberse marchado a buscar el ojo robado pero por algún motivo decide matar al Vigilante. Da la impresión, simplemente, de que estaba escrito que debía ser así.

Quizá Uatu quería morir y descansar. Quizá Fury lo hizo movido por la ambición, pues al final lo vemos ocupando el puesto de Vigilante. Quizá todo sea parte de un plan a largo plazo de la editorial y nos tiene reservadas sorpresas con respecto a esto en el futuro. Sin embargo, la sensación al final del octavo número es que Fury lo hace bien sin motivo, bien por razones egoístas, nada heroicas y que rozan la locura.

Pese a todos los aparentes cambios, sigue habiendo un Man on the Wall, un Vigilante y un Nick Fury en Shield (que físicamente se parece más al de las películas que el original). La “ilusión del cambio” que tanto pregonaba Stan Lee en los primeros años del Universo Marvel sigue vigente.

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