Revista Infancia

¿cómo afecta el cambio de hora en los niños?

Por Celia Garabaya @britishbubbles

el cambio de hora en los niñosDos fines de semana al año. Hacemos un cambio en la hora. Para adaptar nuestras vidas a la realidad solar. Vamos para poder aprovechar mejor el día y que nuestros cuerpos vayan en consonancia a las horas de luz. Este cambio parece insignificante, aunque nuestro cuerpo si que se da cuenta y reacciona ante él. Pero, más fuerte es lo que sienten los bebés y los niños. Para los que a veces supone un gran cambio en sus hábitos. Veremos cuales son las causas de éste mal estar causado en los niños. Y por que les afecta en mayor grado que a los adultos.

La hora de España.

España siempre ha sido diferente en el tema horarios. Si nos fijamos, somos los únicos en Europa que comen a las 2 de la tarde de media. Frente a las 12 y media del resto de países. Además hacemos más horas fuera de casa. Y solemos acostarnos más tarde que nuestros vecinos. Esto no es casualidad. Resulta, que en los años 40. Franco, decidió cambiar la hora para igualarla a la de Alemania e Italia. En muestra hacía Hitler. Esto no ha hecho que España, fuera el único país que ha tenido las horas sin ningún sentido frente a la lógica de las horas de luz. Lo más raro, es que más de 70 años después, seguimos con el mismo horario. Lo que repercute en un gran número de factores como el rendimiento laboral.

Entramos en la primavera.

Otra cosa es el cambio de hora que se realiza en función de la estación del año. Así por ejemplo, cuando vamos a entrar en otoño, atrasamos una hora el reloj, para aprovechar más el tiempo. Y lo retrasamos cuando entramos en primavera.

Estos cambios que se realizan dos veces al año, parecen nimios. Aunque la repercusión que

la hora del bebé
tienen en nuestro cerebro y mucho más en el de los niños se hace notar. Podemos asemejarlo a un pequeño jet lag. Veamos por que nos afecta.

Primero deberemos diferenciar entre los efectos que tenemos al entrar en otoño, o el cambio al horario de primavera. Ya que el punto de vista es totalmente diferente.

  • Horario de invierno: Suele ser más notado para peor. Aunque lo que hacemos es ganar una hora. El mayor problema viene, en la reducción de luz solar que recibimos. Se acerca el invierno y las noches se hacen más largas y los días más cortos. Provocando que nos sintamos más decaídos.
  • Horario de verano: Por lo general suele ser más positivo. Cada día tenemos más Sol. Y nos volvemos más activos. Por las tardes tenemos más tiempo de aprovechar y parece que los días van más rápidos.

Los bebés y los niños.

Los bebés, son los que más sufrirán los cambios en el mismo momento. Los bebés y los niños están sometidos a una serie de rutinas y horarios que suelen cumplir. Y más concretamente el de las comidas.

El día siguiente es normal, que el niño se encuentre un poco más parado, descolocado. E incluso que le cueste mucho más comer.

Y durante los siguientes días, su cuerpo y su cerebro tendrá que acostumbrarse a la nueva situación. Lo importante es marcarle unos nuevos horarios al niño para que se vaya acostumbrando poco a poco.

En vez de retrasar todas las actividades y comidas 1 hora como deberíamos hacer. Lo iremos retrasando todo poco a poco. Así el domingo, le daremos la comida a la hora antigua más 10 minutos, el lunes 20 minutos y así sucesivamente hasta que alcancemos la hora del horario de verano. Por que aunque nosotros nos parezca insignificante. Nuestro cuerpo está acostumbrado y le toma su tiempo el volver a un estado de tranquilidad.


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