Revista Psicología

Cómo afrontar situaciones de cambio

Por Paulo Mesa @paucemeher
Cómo afrontar situaciones de cambio

Ya comenté por qué nos cuesta trabajo afrontar los cambios en la vida y por qué en ocasiones los rechazamos. En esta entrada ofrezco diez alternativas para que cambiar sea fácil, edificante e inspirador.

1. Participar: Hacer lo posible por ser parte del juego. Estar en la conversación, proponer, dar ideas, hacerse ver y que tu presencia se note. La pasividad da muchos mensajes en un proceso de cambio, especialmente el de que "estas conforme". Si no ayudas a moldear, te moldean.

2. Aprender y comprender muy bien: Esto ayuda a participar; entender el cambio con profundidad te ayuda a tomar posición, a ser de aporte y a meterte en la conversación central. Comprender el cambio también puede ayudarte a subirte a él e incluso promoverlo... así al principio fueras uno de sus mayores detractores.

3. No jugar todas las cartas: Decir lo que pensamos exige valentía y tiene sus ventajas, pero en un proceso de cambio tiene sus riesgos, no tanto por lo que decimos, sino por lo que eventualmente desconocemos. No jugarse todas las cartas significa, en este contexto, que nos cuidamos de lo que decimos o hacemos hasta tanto tengamos claridad de lo que ocurre y ocurrirá.

4. Pescar las oportunidades: Tenemos derecho a pedir y a incidir en lo que llegará. Pensar en qué queremos recibir puede ser una estupenda manera de pescar las ventajas que trae el cambio e influir positivamente en lo nuevo para que nos beneficie y nos traiga conveniencia. Hacerse esta pregunta: ¿Cuál es la oportunidad que trae todo esto?

5. Tener una ruta de escape: Quizás una de las cosas que más atemorice es sentir que perdemos el control frente al cambio. Sentir que tenemos plan B, C o D es una forma de mitigar la incertidumbre frente al cambio. Si no te gusta o no te acoplas bien a lo nuevo, ya tendrás claro qué camino tomar y hacia dónde moverte. Nadie dice que hay que aferrarse necesariamente a los cambios.

6. Generar cambios proactivamente: No hay que sentarse a esperar siempre a que "venga el cambio". Lo podemos proponer, lo podemos generar ¿Qué es eso que te parece que no está bien? ¿Qué es eso que se puede mejorar? Hazlo de una vez, promueve el cambio, no las quejas... todavía no conozco el primer quejumbroso que haya hecho algo de valor... las quejas por sí solas no cambian nada, las acciones sí.

7. Pasar la página: Es desesperante la gente que se sigue quejando del problema de hace nueve años... ¡Ya por favor, pasen la página! El mundo cambió rápido y ustedes se quedaron aferrados a un pasado que ya no existe. Pasen la página y suelten todo eso de lo que se agarraron.

8. Despiezar el cambio: Este punto es polémico porque hay cambios que es mejor hacerlos de un tajo como hay otros que es mejor dosificarlos. No tengo realmente una regla mágica para esto; sin embargo, creo que es útil coger el cambio como un todo, dividirlo en sus partes y tratar de resolver ordenadamente todo lo que más se puede en el menor tiempo posible... y con lo grande que quede irnos enfrentando poco a poco. Esta técnica me ha funcionado.

9. No salir con sorpresas: Tener las cosas claras. Dejar todo muy, pero muy claro para ti y para los demás. Así de simple y concreto...

10. Premiar y darse premios: Si el cambio es positivo y ves que alguien lo hizo también, prémialo. Si tú lo hiciste, si te lanzaste al agua a la primera sin titubeos ni dudas, prémiate. Esto es metafórico... cambiar no es fácil, pero la valentía, sea como sea, ¿No crees que merece ser premiada?

Si tú ganas con el cambio, chequea quién más puede hacerlo y de qué forma. Tal vez esto te asegura la posibilidad de construir tu red de aliados para el cambio. Esto es hacer política... quizás sí, pero es un paso necesario para que no remes a solas luchando contra la corriente y tratando de convencer a otros de algo que no les importa.

Espero que esto te sirva para emprender los cambios que necesitas movilizar.

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