Revista Jurídico

Cómo afrontar una deuda contraída en tu nombre

Por Ignace

Pueden ser diversos los motivos por los que nos veamos en esta situación: actualmente, y debido a la (generalmente) escasa cultura en cuanto al uso de las redes sociales, y la gestión de nuestra privacidad en general en Internet, alguien puede obtener suficiente información como crearse una identidad sustentada sobre los datos reales de otra persona.

bankCon menor sofistificación, y aprovechándose de la relación de parentesco, o confianza personal, podríamos haber concedido un poder a alguien para que pudiera operar en nuestro nombre. En este punto cabe señalar que si en alguna ocasión tenemos la necesidad de dar a alguien un poder para realizar algún trámite por nosotros (a nuestro gestor, abogado, asesor, etc.) hemos de medir muy bien qué privilegios otorgamos a este representante, pues existen poderes específicos para que puedan realizar tan solo determinadas acciones en nuestro nombre.
Muchas veces por desconocimiento, sencillez, y/o confianza se suele hacer uso de un poder general dando así a la persona que lo ostente la capacidad plena de operar bajo nuestra identidad, y aquí es donde pueden venir las sorpresas.

Si detectamos que alguien ha contraído una obligación haciendo uso de nuestra identidad, como por ejemplo la solicitud de un préstamo, estos son los pasos que hemos de tomar:

  1. En primer lugar habremos de denunciar a esta persona, pues ha actuado de una forma desleal, y sobre todo porque no hacerlo sería entendido a los ojos de la justicia como una permisividad, o complicidad por nuestra parte. Has de dejar claro que tú no has consentido esta operación.
  2. A continuación debemos evaluar los daños para saber en qué punto nos encontramos (Cuánto dinero debemos, en qué plazos, intereses, cuotas, etc.)
  3. Nos pondremos en contacto con alguna sucursal bancaria de la entidad que nos reclama el pago del préstamo (idealmente aquella en que ha sido solicitado, pero en cualquier otra nos atenderán igualmente). Lo más sencillo es contactar telefónicamente, y preguntar por el Director de la oficina, o en su defecto un interventor u otro responsable para acordar una cita con él.
  4. Acudiremos a esta cita con la única intención de informarnos, no nos amedrantemos ante la “figura del director”, el simple hecho de que hayamos llegado hasta aquí demuestra responsabilidad y valor por nuestra parte y sabrá valorarlo. Le trataremos de tú  a tú, con educación pero con solvencia, ambos estais interesados en resolver esta situación (recuerda que a él le penalizarán por los retrasos e impagos de sus clientes).
  5. Cuida tu imagen, no es necesario que lleves traje y corbata, simplemente cuida tu imagen, ya sabes a qué me refiero. Durante la reunión se educado, no seas sumiso ni tampoco soberbio. Ya me entiendes, ah! y no te olvides del poder de una sonrisa.
  6. De esta reunión hemos de salir con la siguiente información (si se ha solicitado a nuestro nombre el préstamo, es de ley que nos informen, (no olvides tu DNI)):
    1. Importe total del préstamo
    2. Importe total de la deuda actual (puede haber crecido a cuenta de intereses y comisiones de demora
    3. Tamaño de la deuda atrasada
    4. Importe pactado para las cuotas mensuales
    5. Solicita un cuadro de amortización
  7. Ahora ya tienes la información, y además has dejado clara tu postura al denunciar a quien ha suplantado (legal o ilegalmente) tu tu identidad.
    Desde mi punto de vista tienes dos opciones, que por otro lado no son excluyentes:
    1. Sumar a la deuda contraída (ilegitimamente, de acuerdo, pero de cara a la legalidad es tu deuda al fin y al cabo) los honorarios de un abogado en el que depositemos nuestra confianza para que resuelva todo este entuerto.
    2. Tomar las riendas de la situación y negociar con el banco, si algo tengo claro es que todo en esta vida es negociable. Es duro e injusto pero también responsable y  productivo resolver nuestros propios asuntos económicos.
      Así una posible oferta que le podríais ofrecer al banco seria la siguiente:
      • Asumir la deuda atrasada para “ponernos al dia” (generalmente antes del tercer impago ya nos habrán reclamado, así que no debería ser muy elevada)
      • Solicitar un periodo de carencia durante el cual no pagaremos ninguna cuota, tan solo los intereses (tipicamente te concederán tres o seis meses aprox.)
      • Utilizar este periodo en el que hemos regularizado nuestra situación para solicitar nuestra baja en el ASNEF y otros ficheros de morosidad (consulta en cuáles estás incluido). Aprovecha para realizar aquellas operaciones financieras que te eran denegadas por estar en una situación irregular como por ejemplo comprar un coche a crédito.
  8. Ahora, y llegados a este punto es tuya la decisión de
  • seguir asumiendo y responsabilizarte de pagar las cuotas del préstamo,
  • delegar la gestión de esta situación a un buen abogado que pudiera eximirte de esta responsabilidad,
  • o simplemente desentenderte, asumiendo eso sí, que quedarás fuera del circuito bancario, no podrás solicitar préstamos, tarjetas, ni tener nada a tu nombre que supere el salario mínimo interprofesional pues sería embargable.

Dicho todo esto la decisión es tuya, y recuerda que los problemas de dinero no se resuelven con dinero sino con Inteligencia financiera.


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