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Cómo averiguar lo que quieres en la vida

Por Lorena White @lorenagwhite

Hay mucha gente que tiene la suerte de saber qué quiere en su vida desde siempre. Y no hablo sólo del aspecto profesional, en lo que se refiere a una vocación, a la decisión de estudiar una cosa u otra, o a qué trabajos optar. Me refiero a la vida en general. Pero incluso las personas que sienten esa “llamada” a la acción y tienen tan claro quiénes son y qué quieren hacer en esta vida, a veces sufren crisis en las que se cuestionan si lo que han elegido es lo que más les gusta, si es aquello con lo que podrán aportar algo más a los demás o si el estilo de vida que van a crearse a partir de esas decisiones, es el que va a hacerles más felices.

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Hoy quiero plantearte el ejercicio de averiguar Qué quieres en la vida (si es que no lo sabes ya) a través de 7 preguntas que, si bien no te van a dar las respuestas que buscas, puede que te guíen un poco más en el camino hacia esas decisiones. Plantearte preguntas es una de las mejores formas de autoconocimiento que existen, y ya sabes que para mí, el autoconocimiento es clave: si no te conoces, es imposible que sepas lo que quieres, lo que deseas o lo que te hace feliz. Así que olvídate de todo por un rato, mírate hacia dentro, e intenta contestar a todas las preguntas (si quieres, puedes apuntar las ideas que saques en claro en un papel).

1. ¿Qué cosas me hacen feliz?

Todos tenemos esas cosas, más pequeñas o menos, a veces relacionadas con algo físico, palpable por alguno de nuestros sentidos, y otras veces con algo más abstracto. Son las cosas que nos ponen de buen humor, que nos sacan una sonrisa cuando nada puede, que nos hacen sentirnos seguros, en casa y en paz. Cosas que realmente nos gustaría poder hacer más a menudo, porque sacan a la luz nuestra mejor cara. ¿Cuáles son esas cosas para ti y qué tipo de vida necesitas para poder hacerlas más a menudo?

2. ¿Qué debo hacer vs. qué quiero hacer?

Separa una hoja en dos columnas y pon en un lado, aquellas obligaciones de tu día a día, seguramente irrefutables y que, aunque no te apetezcan mucho, tienes que hacer; y en el otro lado pon esas cosas en las que te gustaría poder invertir más tiempo, porque son las que realmente te apetecen.

3. ¿Qué quieres aportar a los demás?

Muchas veces tenemos una visión tan egoísta de nosotros mismos, de lo que queremos hacer, de a qué nos queremos dedicar, que no prestamos atención al detalle de que eso afectará a las vidas de diferentes personas. Nos centramos más en si esto o lo otro nos hará menos o más felices a nosotros, pero no pensamos en cómo podríamos influir en las vidas de los demás. Y a veces, la clave está en qué podemos aportar y en qué queremos aportar. ¿Nos gustaría que la vida de alguien cambiase? ¿Que su día a día fuera mejor? ¿Qué es lo que realmente nos gustaría aportar? Y eso que queremos hacer en la vida, ¿nos ayudará a conseguirlo?

4. ¿Cómo te gustaría que te recordaran?

No malinterpretes esta pregunta, tachándola de demasiado ambiciosa o incluso de pretenciosa. Con ella no quiero referirme a cómo quieres que te recuerde el mundo (entendiendo por “el mundo”, la humanidad) sino cómo quieres que te recuerden aquellos que te conocen, que van a pasar inevitablemente por tu vida y en los que aquello que hagas o que seas influirá, de una manera u otra. ¿Cómo te gustaría que te recordaran? ¿Te ayuda, aquello que quieres en la vida, a conseguir esa visión de ti mismo?

5. ¿Qué cosas se me dan bien?

No puede ser que no haya nada que no se te dé bien, así que si estás pensando “a mí no hay nada que especialmente se me dé bien“, te digo desde ya que esa respuesta no es válida. Estás diseñado para adquirir habilidades y para que algunas, de entre todas las que puedes adquirir, se te den mejor, para que formen parte de aquello en lo que eres bueno, en lo que destacas. Estas cosas serían la F de tu DAFO, es decir, la letra que corresponde a tus Fortalezas. Y aprender a definirlas puede ayudarte a encontrar tu camino en la vida. Piensa en ellas.

6. ¿Qué tengo claro que no quiero que sea mi vida?

No siempre solemos tener claro lo que queremos, pero casi siempre tenemos claro lo que NO queremos. Estoy segura de que, a pesar de las decisiones que ya hayas tomado (o no) en tu vida, tienes muy claro qué cosas no harías jamás o qué no te gustaría que fuera tu vida. Por ejemplo: “tu vida no tendría sentido sin…” o “lo que nunca haría, de ninguna manera, es…” o “tengo claro que no quiero dedicarme a…“. Juega a este ejercicio a menudo, al principio serán cosas muy generales y conforme practiques, irás siendo más específico. Que no te dé miedo explorar tus propias respuestas.

7. ¿Qué me gustaría contestar cuando me preguntaran?

Los propósitos pasan inevitablemente por una fase, al principio, en la que sólo son deseos. Fijándonos en esos deseos, podemos trazar un plan, un camino, para convertirlos en objetivos concretos, en propósitos. Por eso, esta séptima y última pregunta: imagina que te encuentras con un viejo amigo dentro de unos años y él te pregunta “¿Qué tal te va la vida?”. Ahora piensa en qué te gustaría contestarle que implicara que, ante todo, sea la vida que quieras vivir y la que te hace más feliz.

Y ahora, cuando te pongas a contestar a estas preguntas, recuerda que si no obtienes las respuestas que querías, al menos estarás un paso más cerca de autoconocerte lo suficiente como para hallarlas muy pronto. Además, te dejo algunos tips breves para el camino:

Sé fiel a ti mismo. Tú eres tus valores y tus ideas. No te traiciones a cambio de tener un estilo de vida aparentemente ideal.

Déjate llevar por la intuición. Hemos aprendido a no hacer caso, sobre todo en nuestro día a día, a nuestras corazonadas e intuiciones. Recupera el hábito de escuchar a tu corazón.

Focalízate en lo que te gusta y hace bien a los demás: busca siempre qué cosas de aquellas que haces pueden hacer la vida más sencilla, inspirar o ayudar a los demás. Influir de forma positiva en la vida de la gente siempre es una buena meta para seguir.

Descubre tus habilidades y poténcialas: aquellas cosas que se te dan bien y que además te gustan, pueden ser la clave. Esfuérzate por probar cosas nuevas, por salir de tu zona de confort y hacer cosas para las que te hubieras sentido incapaz.

Si fallas, no lo llames fracaso: llámalo aprendizaje. Porque esto de las pasiones, de lo que uno quiere en la vida o de lo que quiere hacer, no es una ciencia exacta. Podrás fallar, pero la clave siempre estará en cuanto tardes en levantarte y volver a ponerte en marcha.

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