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Cómo decidir entre cambiar de trabajo o quedarte como estás

Por Lorena White @lorenagwhite

Cuando acabamos de llegar a una empresa, todo es nuevo. La motivación del día a día la establece la propia curiosidad. Saber qué cosas vamos a aprender, qué funciones nuevas vamos a desempeñar o cómo va a ser nuestro día a día cuando llevemos un tiempo allí, nos mantiene lo suficientemente motivados, como para que, durante nuestro primer periodo allí (primeros meses y hasta un año) siempre pesen más las cosas buenas que las cosas malas; lo que el trabajo nos aporta, que lo que nos quita.

No hay que sentirse mal por, en tiempos de crisis, querer cambiar de empleo. Quizá  ha llegado un momento en el que la euforia ha dejado paso a la normalidad y en la que las cosas buenas ya no pesan tanto como que el trabajo no te termine de hacer feliz, que tengas otro propósito profesional muy diferente al que estás desempeñando, que el sueldo tampoco sea gran cosa o que el ambiente te haga sentirte mal. Sin embargo, antes de decidir entre cambiar de trabajo o quedarte en el que estás, tienes que valorar muchas cosas. Por eso hoy, si te encuentras en una situación parecida, te traigo algunas ideas que quizá te ayuden a la hora de tomar esta decisión.

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1. Elabora una lista de pros y contras:

Es lo más típico que se te puede ocurrir, pero no por típico es una tontería. Elaborar una lista de las cosas buenas y las cosas malas que tiene tu empleo actual, puede darte una visión muy definida de cómo te sientes. No sería lógico que, a pesar de tener una enorme lista de cosas buenísimas, tomaras la decisión de cambiar de empleo, sólo por una cosa mala que haya. Aunque, por supuesto, no sólo tienes que valorar la cantidad de cosas que hay en una lista y en otra, sino también tu peso. Quizá haya una cosa buena que compense casi todas las cosas malas y al revés.

En definitiva, esta típica lista va a ayudarte a tener una visión mucho más completa de tu situación laboral actual y, además, con ella te obligas a analizarla y a pensar y ver las cosas con un poco más de perspectiva.

2. Si realmente quieres dejarlo, empieza a buscar ya:

Recuerda que como mejor se busca trabajo, es trabajando. Buscar trabajo mientras trabajas es cómodo porque no tienes prisa, no te come la presión de agarrarte a lo primero que te ofrezcan y puedes ser un poco más selectivo con tus ideas.

3. Analiza a las nuevas empresas y los puestos que ofrecen:

Piensa que si cambias de trabajo estás invirtiendo en ti: estás invirtiendo en tu experiencia e incluso en tu felicidad, así que antes de cambiarte a la primera empresa que aparezca, analiza bien todas las cosas que sean importantes para ti: desde la propia empresa (¿es una empresa grande o pequeña? ¿es conocida en tu sector? ¿aportará algo a tu currículum?) hasta el puesto (¿está relacionado con algo que te gusta o que tiene que ver con tu formación? ¿supone un paso adelante o un paso atrás en tu carrera? ¿qué funciones vas a desempeñar?).

4. No te sobrevalores:

Seguramente si quieres cambiar de puesto sea, principalmente, porque sientes que ya has tocado techo o porque no estás dando todo lo que podrías dar o no tu trabajo no te deja demostrar de todo lo que eres capaz. Y probablemente sea cierto porque hoy en día, muchas empresas sacrifican el talento por la productividad, la creatividad por las horas de trabajo y las buenas aptitudes de sus profesionales por la inmediatez. Pero al igual que tienes que analizar fríamente tu situación actual y la de la empresa o empresas que oferten un puesto, recuerda que es importante analizarte a ti: ¿estás capacitado para el puesto que necesitan? ¿tienes las competencias que te exigen? ¿crees que con la formación que tienes es suficiente o tienes que formarte un poco más? Mirarte a ti mismo y a tus capacidades con perspectiva también es un acierto.

5. Antes de cambiar, comprueba que tu empleo actual no cumple tus necesidades:

Piensa en lo que necesitarías para que tu trabajo actual fuera el trabajo que realmente deseas y analiza si realmente no te da esas oportunidades, antes de plantearte cambiar. Recuerda, además, que el trabajo que encuentres puede no ser lo que estás buscando, pero ten en cuenta, que si hay un momento ideal en tu vida para moverte hasta encontrar EL SITIO, es ahora.

6. No cambies sólo por dinero (o sólo por una cosa):

El sueldo es importante. Seguramente otra de las razones por las que te planteas cambiar de trabajo, sea que necesitas o aspiras a cobrar más. Es una buena razón, pero no debe ser la única. No dejes tu puesto actual sólo por un puesto que, de toda tu lista de necesidades, cubre sólo la del dinero. Un sueldo mejor es lo que necesitas ahora mismo, pero también tienes que intentar pensar a medio y largo plazo. ¿Te permitirá el nuevo trabajo crecer como profesional? ¿Tendrás más responsabilidades? ¿Implicará desplazarte a más distancia o a menos?

Tienes razón, decidir entre cambiar de trabajo o quedarte como estás, es una decisión difícil, implica cierto grado de riesgo, salir de tu zona de confort y, si al final cambias, empezar de cero en otro sitio. Pero si realmente es así como te sientes, si realmente es eso lo que necesitas, entonces hazlo. Pero, sobre todo, hazlo bien ;)

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