El Día de los Enamorados, o el Día de San Valentín, es la ocasión perfecta para una cena romántica para dos… ¡Pero el ambiente tiene que ser un poco diferente al de una cena cualquiera! En este post te voy a proponer algunas ideas sencillas de cómo dar un toque tierno y dulce a la mesa, sin pasarse de rojo, claro…
Un mantel de color rojo da un toque de glamour a la cena. O, para un look más elegante, utiliza un mantel blanco o de color marfil, y decora con toques de rojo…
Crea un punto focal a la mesa con un jarrón de flores, o una colección de velas agrupadas en el centro de la mesa.
El adorno más fácil y elegante es añadir un poco de confeti con forma de corazones a la mesa. Esparce un poco en el centro de la mesa de forma irregular, sobre todo alrededor de las flores y/o las velas.
Da un toque romántico con blondas de papel. Coloca varias en el centro de la mesa para formar un mini-mantel o un pequeño camino decorativo.
Añade un poco de elegancia al confeti con un collar de perlas. Corta el collar para formar una pequeña guirnalda preciosa que colocas para decorar el centro de la mesa.
Unas servilletas con motivos de corazón quedarían muy bien. O, enrolla unas servilletas de color liso y átalas con un pequeño trozo de cinta roja.
Adorna los pies de las copas con un pequeño lazo rojo.
Para un toque muy tradicional pero que siempre gusta, ¡pon una rosa roja en cada plato!
Hay que cuidar la iluminación, por supuesto: si puedes bajar las luces del comedor o de la cocina, perfecto! Si no, apágalas, y enciende velas, o trae una lámpara de mesa a la cocina. Si tienes una guirnalda de luces, fíjala a la pared cerca de la mesa para crear un ambiente de fantasía.
Con una escena tan especial y cuidada, realmente no va a importar mucho lo que le prepares de cena. Basta con mirarle a los ojos y…
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