Revista Ciclismo

Cómo elegir el rodillo de entrenamiento

Por Rafael @merkabici

Los días de lluvia ya no tienen que significar como ciclista perderte del entrenamiento, sin importar la zona en donde vivas puedes tener un rodillo de bicicleta que se convierta en tu aliado para mantener el ritmo en tu plan de entrenamiento.

Ante esos días lluviosos, para los ciclistas representa un peligro continuar preparándose en el exterior, y por lo tanto, las opción se limitan a: dejar de entrenar durante esos días, a ir a un gimnasio, o utilizar un rodillo en casa.

Cómo elegir el rodillo perfecto

Entre estos, la última resulta más práctica al comprar con los precios que las mensualidades del gimnasio podría acarrear, y viviendo en una zona lluviosa podría perderse muchos entrenamientos.

Para eso la opción del rodillo para la bicicleta se hace más práctica. Existen una variedad en el mercado, así que a la hora de elegir alguno podría complicarse, por eso te ayudamos a conocer más sobre este producto, para que puedas elegir el mejor que se adapte a tus necesidades.

Rodillos magnéticos

Son unos de los más populares, quizás principalmente al hecho de que son económicos y ofrecen una gran variedad. Su precio va de entre 100 a 200 euros.

Estas estructuras son rígidas y funcionan mediante la resistencia al pedaleo que ofrece su rodillo con imanes junto a un ventilador.

E s posible regular dependiendo del modelo del rodillo para bici, los imanes, unos lo permiten por la propia estructura mientras otros contienen un mando que es posible acoplar al manillar.

En sus desventajas se podría incluir que son de los más ruidosos y su resistencia no se asemeja a la realidad de andar en bicicleta, cansan incluso más y se podría producir un desgaste en la cubierta trasera.

Algunas de las ventajas que ofrece es que son más baratos que otros tipos, además de que ofrecen la posibilidad para incorporar un regulador.

Su nombre se debe a su propiedad de funcionamiento, donde durante el pedaleo la resistencia se realiza mediante un fluido que se encuentra en el propio rodillo.

Se parecen visualmente a los rodillos magnéticos, solamente que estos, además del sistema de resistencia, no aportan un mando de regulación, esto puede ser una ventaja porque es el ciclista al pedalear quien elige la intensidad y relación de marchas.

En comparación con los anteriores, estos rodillos son más realistas, aportan una sensación más natural, y sobre todo son más silenciosos.

Su desventaja sería que son más costosos, de entre 220 a 450 €, no contienen regulación a mando (algunas personas lo prefieren), e igualmente al anterior, se produce desgaste en su cubierta trasera.

Si te cuesta decidir entre el rodillo magnético o a fluido, hay una variación de híbrido que reúne ambos integrándolos donde sí se tiene el mando de regulación.

Transmisión directa

Es una variable de los rodillos fluidos, donde es posible enganchar la cadena al rodillo permitiendo que no se utilice la rueda trasera y por lo tanto el desgaste en la cubierta es de cero.

Lo mejor es que aporta una sensación bastante realista y por eso entre sus ventajas se encuentra que son de los más realistas y además, al no producirse un roce entre la cadena con el cassette se le puede decir adiós a los ruidos fuertes, sonando como si vas por la calle andando.

Uno de sus inconvenientes es que, entre más ventajas ofrece más sube el precio, siendo de al menos 900€ o más. No contiene regulación a mando y no viene incluido el cassette.

Estos son los más usados por los ciclistas de pistas, principalmente para realizar sus calentamientos antes de una competición, esto se debe por las cadencias altas que alcanza.

Y eso es principalmente lo que se entrena, cadencia y habilidad ya que no tienen resistencia para el pedalear y permite entrenar equilibro. Su precio varía bastante desde los 149 hasta los 1349 €.

Esta es una de las ventajas que ofrece, el practicar mantenerse en uno de estos rodillos es complicado y eso ayuda a practicar el equilibrio, sin ruidos molestos, y con la facilidad de que permite sprintar.

Su mayor inconveniente es que opone poca resistencia, así que para algunos podría no ser ideal.


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