Revista Atletismo

Cómo elegir una buena badana de ciclismo | Consejos

Por Diariodeuncampista @ddcampista

¡Bienvenido a un nuevo artículo en Diario de un Campista! Hacía ya un tiempo que no escribía un post con consejos en general sobre ciclismo y creo que ya era hora de volver a esta senda. Me he animado a hablar un poco sobre el mundo de las badanas para culottes, después de haber publicado el otro día una encuesta a través de nuestro Twitter. Por ello, en el día de hoy quiero hablarte sobre qué tipos de badana hay, cómo escoger una, algunos falsos mitos, materiales más indicados, etc.

¿Qué es una badana? ¿Para qué sirve?

La badana, para que nos entendamos, es esa pieza acolchada que tiene todo culotte de ciclismo. Esencialmente tiene una misión: la de cuidar la zona de los isquiones ( tanto por los huesos, como por los nervios) y la próstáta ( en el caso de los hombres). Ello lo hace desde tres enfoques esenciales:

    • En primer lugar sirve para que vayas con comodidad sobre el sillín. La comodidad obviamente será relativa, ya que a fin de cuentas depende también del sillín de la bici y además no estás sentado sobre un sofá (aún así creo que puedes entender lo que quiero decir).
    • Cumple una función protectora. A fin de cuentas una badana, al igual que el sillín de una bici, intenta salvaguardar nuestra salud en una parte muy delicada de nuestra anatomía, debido a que la zona perineal puede dar muchos problemas (sobre todo de próstata) con el paso de los años si no se ha usado un material correcto. De esta forma, debe ser ergonómica (con la anatomía de la zona perineal muy bien estudiada), estar bien acolchada y dispersar bien el calor.
    • Una función higiénica. La badana se encuentra en una zona muy sensible en temas de higiene, ya que la acumulación de sudor en pleno esfuerzo requiere que cuente con una serie de tratamientos que evite la proliferación de bacterias (sobre todo con el paso del tiempo, que es cuando se comienza a notar la ausencia de estos sistemas).

Leyendas urbanas y falsos mitos

      • Suele ser frecuente la idea de que cuanto más gruesa sea, más cómoda será la badana. Esto no es necesariamente así, ya que aunque en algunos casos pueda amortiguar mejor (que no siempre), puede también dispersar peor el calor acumulado, ser menos ergonómica y acumular más sudor, haciendo que cree irritaciones.
      • Las badanas de gel son las mejores. El gel es uno de esos materiales que son muy utilizados en las badanas de ciclismo y, si bien tiene propiedades positivas, muestra también aspectos negativos que conviene estudiar (más adelante explicaré más sobre esto).

Consejos para elegir la badana correcta

Adaptación a la morfología del ciclista

Para que una badana resulte cómoda lo primero que ha de cumplir es que se adapte a tu morfología. Para ello tiene que cumplir una serie de condiciones:

      • Un tamaño propio. Hay algunas que son demasiado grandes y no se adaptan bien las necesidades de cada uno. No por ser más voluminosas van a ser mejores, por lo que hay que ser muy cuidadosos con eso.
      • Que esté cosida de forma adecuada, ya que a la hora de confeccionar la prenda pueden coserse en un lugar poco óptimo, haciendo que no resulte ni que tampoco proteja en la misma medida para la que fue diseñada..
      • Que al ponerte de pie sobre la bicicleta y al sentarte de nuevo se adapte a ti, sin deformaciones ni molestias extrañas. Por lo general, las mejores están construidas con diferentes placas y secciones, quedando dispuestas de tal manera que favorecen una mayor adaptabilidad al movimiento del ciclista y al contorno de su cuerpo. Estéticamente puede verse a simple vista, ya que aunque cuente con una tela superior que la recubra se sigue distinguiendo con claridad.

Un tratamiento antibacteriano

Las badanas de calidad cuentan con un tratamiento antibacteriano y antiparasitario. De esta forma no dan olores con el paso de las salidas y es más sencillo mantener una buena higiene ( pues evitarás potenciales infecciones). Ésta es una característica que afortunadamente incluyen cada vez más y más badanas (incluso en las más económicas), aunque no por ello has de pecar de un exceso de confianza, pensando que el culotte que te quieres ya va a tener este tratamiento.

Diferenciación por sexos

Existen diferentes tipos de badana en función del sexo. Aunque pueda parecer una tontería, las de chico y las de chica no están hechas de la misma manera, ya que las de mujer son más cortas y anchas que las de hombre ( y ambas tienen una construcción diferente a la hora de distribuir las zonas acolchadas).

Aunque no me gustaría confundirte, he de decirte que en el caso de que seas una chica no necesariamente te tienen que gustar más las badanas que se han hecho para mujer, ya que hay algunas amigas mías que habiendo probado ambos tipos, les gustan más al final las de chico.

Costuras planas

Como toda prenda deportiva que se precie, las badanas han de tener costuras planas, tanto en las diferentes secciones que mantenga unida a la propia pieza, como en los laterales que van cosidos al culotte. De esa manera se evitarán roces y heridas.

Antifricción, dispersión del calor y del sudor

Para que una badana sea considerada top ha de cuidar muchos detalles. Entre ellos está el que cuente con un sistema que ayude a la dispersión del calor y evite también la acumulación de sudor. De esta forma nos ayudará a proteger nuestra salud (caso del calor) y mejorará nuestra higiene (caso del sudor). Contar con injertos de carbono, tejidos hidrófugos y zonas porosas ayudan a que se cumplan estas dos condiciones. Algunas badanas aseguran tener un sistema antifricción, de forma que el roce entre la piel y la propia badana no crea irritaciones de ningún tipo. Este tipo de propiedades se agradecen especialmente en salidas y entrenamientos largos.

Materiales más utilizados

Aunque esto es un tema que podría no tener fin si entrásemos de lleno, ya que muchas veces cada marca trata de llamar de manera diferente a un mismo tipo de tejido y composición ( en ocasiones por temas de marketing puro), pero por norma general podríamos convenir en que algunos de los materiales más empleados son:

      • Gel. Se emplea para la propia amortiguación de la badana. A su favor cuentan con que en realidad cumplen muy bien con esa función (ya que crea unas zonas acolchadas que protegen bien y dan una buena sensación de comodidad) y tienen una durabilidad muy aceptable, pero en su contra está el que suelen dispersan mal el calor. Suelen encontrarse en gamas medias y altas (aunque en este último caso más bien en la forma de injertos).
      • Carbono. Suele aparecer en forma de injertos en microfibras. Su función más habitual es la de ayudar a la dispersión del calor y reducir la fricción.
      • Silicona. Se usa por lo general para algunos tipos de tratamientos hidrófugos y también para reforzar algunas zonas que requieran de comodidad extra (se podría incluir en la categoría de gel).
      • Espuma. Este es todo un mundo aparte, ya que las hay de muchos tipos. Por lo general las badanas más baratas llevan espumas de baja densidad (y ni siquiera se distinguen con un nombre propio más allá de "espuma"), que ni protegen demasiado, ni tienen una buena durabilidad y por lo tanto no es muy aconsejable llevarlas.
      • Espuma Viscoelástica o espumas con memoria. Suelen encontrarse en los modelos de gamas altas y topes, aunque es muy raro que en la ficha técnica de una de estas badanas aparezca la inclusión de una espuma viscoelástica o con memoria con ese nombre genérico, pues suelen tener nombres propios (debido a temas de patentes y nombres comerciales registrados). A su favor cuentan con que amortiguan muy bien, dispersan bien el calor y el sudor, se adaptan a la perfección al contorno del cuerpo y que permiten jugar con diferentes tipos de densidad. En su contra, suelen ser bastante caras.
      • CoolMax. Es un tipo de tejido diseñado para facilitar la evacuación del sudor, que recubre parte de la badana. No es el único que se utiliza para esta zona, aunque sí uno de los más característicos.

Tipos generales de badanas

En general podríamos establecer muchas clasificaciones de badana ( en función de su calidad, su tamaño, los materiales empleados, del sexo al que están destinadas, las tecnologías que emplean o incluso por deportes, ya que el triatlón y el duatlón tienen sus propias badanas diferentes al ciclismo), pero eso sí a mí particularmente me gustaría hablar dos tipos generales de badana, por cómo están construidas:

      • Construcción homogénea, sin diferenciación de densidades por zonas. En este caso pueden ser o muy buenas (porque usen tecnologías como el perfil variable continuo o CVP, logrando así un conjunto ligero, fresco, pero de calidad), o terriblemente malas.
      • Construcción por zonas diferenciadas, con distintas densidades. En estas ocasiones se habla normalmente o de tres densidades o de dos densidades. Con ello, lo que se logra es tener badanas con más o menos amortiguación en función de las zonas que reciben más impacto y estrés con los baches.

Es importante

      • La capacidad elástica de los materiales que zonas de amortiguación. Esto se debe a que si su capacidad es deficiente no resistirá bien deformación con el paso del tiempo y la protección será menos efectiva.
      • Que le eches un ojo a su densidad, pues es un buen índice de su capacidad de amortiguación (aunque no todas las marcas lo destacan). Las densidades bajas deberían reservarse para zonas con poco impacto (en torno a 40-60 kg/m3), las medias para zonas que requieren de más protección sin ser las áreas de mayor impacto (en torno a 80 kg/m3) y las de densidad máxima para zonas que sufren un mayor estrés (120 kg/m3).
      • Que tengas en cuenta sus dimensiones. Hay marcas que señalan diferentes tamaños para sus respectivas badanas (como por ejemplo Endura), aunque la gran mayoría utilizan un tamaño estándar.
      • Que recuerdes que la badana es la pieza más importante del culotte y lo que debe determinar su precio. Hay algunos culottes que simplemente son caros por su diseño y porque señalan que sus tejidos y acabados tienen una calidad sin parangón. Hoy en día tejidos buenos y relativamente económicos hay muchos, pero no todas las badanas son buenas y ante la duda entre escoger una prenda u otra, ésta debería de ser la pieza clave de cara a una decisión. Normalmente un culotte bueno de verdad estará entre los 70€-100€, aunque esto que acabo de decir es meramente orientativo (ya que la calidad de verdad, vendrá condicionada por el uso que le vayas a dar a la pieza, de tu tipo físico, dónde vivas...).

Para terminar

¡ Hasta aquí ha llegado el artículo de hoy! ¡Espero que te haya gustado! Hacía ya muchísimo tiempo que quería traer algo así por el blog y me ha tomado un buen tiempo elaborar el post, por lo que si te ha gustado me encantaría que me escribieses un comentario o que difundieses la entrada a través de tus redes sociales.

¿Y tú? ¿Qué tipos de badanas prefieres o conoces? ¿Hay alguna recomendación sobre su estructura, composición, tamaño o marca que quieras hacer? ¿Hay algo que desaconsejes?

¡ Un abrazo!


Volver a la Portada de Logo Paperblog