Como escribir con el gusto (III)

…cómo reflejar lo que saboreamos.

Conviene señalar que cada animal tiene una percepción sensorial diferente,
y aún más si comparamos especies distintas. El águila divisa desde muy lejos, los
felinos ven muy bien por la noche, el olfato está muy desarrollado en los lobos y
perros, no es lo mismo el gusto del esturión que el de la vaca o el del canario, el oído es muy fino en los ciervos … pero el hombre es muy torpe en todos los sentidos.

Bueno en todos menos en tres: en la inteligencia, el afecto y la voluntad. Pero de estos tres aspectos que conforman la personalidad del hombre hablaré en otra ocasión.

Pero ¿cómo reflejar en nuestro teclado lo que saboreamos o lo que saborean
otros? Existen ya en el mercado muchísima literatura en la que un sabor determinado es el medio principal del argumento, en otros libros son los sabores los que dicen su sensualidad, su ingenuidad, su fiereza, su sufrimiento… Por ejemplo: “El sabor de la miel”, “El sabor prohibido del Jengibre”, “Sabor a chocolate”… Se ha hablado mucho de los afrodisiacos que son sabores que “en teoría” impulsan la sensualidad, el romanticismo, como el azafrán, las ostras, el chocolate, las almendras…aunque tiene más de fantasía y de deseo que de realidad ya que nada está demostrado.

Lo mejor es que nos paremos a contemplar los sabores, la reacción personal
que produce en nosotros y eso lo transmitamos, lo reflejemos en nuestros personajes. Salpiquemos nuestros folios de olores, sabores agradables, intentemos ir a lo positivo, a lo bueno, lo dulce, lo sabroso… pero sabiendo también que lo más amargo, lo que nos hiere, también forma parte del sabor, porque si no fuera por el contraste no apreciaríamos lo que nos agrada tanto y es placentero.

Actividad propuesta:

• Escoge tres alimentos (por ejemplo: fresón, leche, patatas fritas de bolsa) u otros que elijas tú y escribe un pequeño relato en los que sean parte importante del mismo.

Más sobre el gusto:

• Cómo escribir con el gusto (I)
• Cómo escribir con el gusto (II)