Cómo evitar conflictos en Navidad con padres divorciados

Ya estamos en Navidad y ello conlleva muchas veces problemas de planificación en estas fechas cuando se trata de padres divorciados que no tienen buena relación.

Es por eso por lo que en este artículo te voy a dar algunas claves para evitar estos conflictos y, así, los menores no se vean afectados por las discrepancias de sus padres. Si te encuentras en esta situación, toma nota porque te va a ayudar.

Piensa en tus hijos lo primero

Como padre o madre sabes que el bien común debe ser el bienestar de vuestros hijos.

Por ello, cuando te toque estar con ellos, haz que se sientan a gusto, seguros y felices. Deja a un lado los conflictos con tu expareja, y sólo dedícate a tus hijos. Demuéstrales todo el amor que les tienes.

No hagas comentarios despectivos del otro progenitor o su familia

Esto es un error que muchos padres divorciados soléis cometer y daña emocionalmente a vuestros hijos.

Habla siempre del otro progenitor con respeto. Ambos sois sus referentes; no les hagáis pasar un mal momento. Vuestros hijos no se lo merecen.

Sé flexible en el reparto de las vacaciones de Navidad

Lo más beneficioso para los menores es repartir las vacaciones según el calendario escolar. Aunque siempre debemos estar a lo que se disponga en el convenio colectivo o sentencia judicial.

En caso de no mediar aún ningún acuerdo o sentencia judicial, lo recomendable sería repartir las vacaciones por mitad, o bien, repartirse las fechas clave como son Nochebuena, Navidad, Nochevieja, Año Nuevo y Día de Reyes.

No discutas con tu expareja delante de tus hijos

Si tienes que hablar algo con tu expareja, mi consejo es que lo hagas a solas sin que estén ellos delante.

No intentes obstaculizar que tu expareja vea a tus hijos

Este es el mayor error de todos, y por experiencia sé que muchas madres y muchos padres juegan con ello. Bien por despecho, falta de empatía o por el sólo hecho de hacer daño.

Tus hijos no tienen la culpa. No les hagas pasar por ese mal momento de escuchar de su madre o madre que no puedes disfrutar del otro progenitor.

Como he dicho anteriormente, es fundamental que prevalezca el bienestar de los menores. Privar a tu hijo de su otro progenitor va a repercutir en su salud emocional.

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