Revista Psicología

Cómo identificar las pesadillas y los terrores nocturnos

Por Centro Psiconet

El miedo a diferentes situaciones puede provocar que el sueño de los niños se vea alterado. En el momento en el que la ansiedad o la inquietud se mezclan con la configuración del sueño, se pueden producir las pesadillas y terrores nocturnos.

Para ello, si vemos que nuestro hijo está pudiendo tener problemas durante el sueño, lo primero que hay que hacer es tratar de identificar ante que tenemos que enfrentarnos.

¿Cómo puedo saber si es una pesadilla o un terror nocturno?

PESADILLAS

TERRORES NOCTURNOS

El 30% de los niños lo sufren. El 3% de los niños los sufren.

Sueños angustiosos que despiertan asustado al niño, pero orientado y activado a nivel motor. Gritos, movimientos bruscos, sudoración, taquicardia, confusión…

No duran más de 4 minutos. Pueden durar 10-30 minutos.

Es capaz de hacer un relato de la pesadilla. Al despertar no recuerdan el suceso.

En la segunda mitad de la noche, durante el sueño REM (superficial). En el primer tercio de la noche, durante el sueño no REM (sueño profundo).

Suelen aparecer a partir de los 3 años de edad. Suelen aparecer en torno a los 3 años de edad y cesan de manera espontánea.

No tiene por qué haber antecedentes familiares Suele haber antecedentes familiares.

¿Cómo actúo ante esas situaciones?

Son situaciones que nos asustan mucho y en las que pocas veces sabemos cómo reaccionar, por ello, podemos seguir una serie de pautas que nos ayuden a gestionarlas de manera adecuada y que sean más beneficiosas para el niño.

¿Qué puedo hacer ante las pesadillas?

Cuando el niño se despierta, podemos tranquilizarlo e irnos de la habitación, permitiéndole volver a dormirse solo. Es conveniente evitar cogerle en brazos para que no se acostumbre, si no, usar el chupete/manta para que si esta solo lo pueda hacer él y se relaje y no tenga que ser la madre la que le calme.

Para reducirlas podemos:

  • Evitarle excitación antes de ir a dormir.
  • Conocer las preocupaciones del niño y ayudarle a resolverlas.
  • Fomentar su seguridad personal, hablando de lo que le asusta y reforzarle sus logros.

¿Qué puedo hacer ante los terrores nocturnos?

Cuando aparecen, lo más conveniente es observar y esperar pues, si intentamos despertarlo, puede prolongarse el episodio y calmarse más tarde. No obstante, para prevenir posibles daños, podemos asegurarnos que la casa es segura por si se levanta.

Para reducirlos podemos:

  • Acostarlo antes de que este muy cansado. Cuando están muy cansados hay más posibilidades de que aparezcan, por ello es bueno tener muy controlados los horarios y las rutinas.
  • Cuidar los malos hábitos de sueño, pues pueden favorecerlos.

Sáez, E. (2007) ¿Qué le pasa a mi hijo?: Todas las preguntas y respuestas sobre el niño. Madrid: EDAF S. L.


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