Cuando los padres preparamos una escapada en familia, nos gusta tener todo bien ordenado para que no haya imprevistos. Sin duda, una buena organización previa de un viaje facilita que todo nos salga bien, pero corremos el riesgo de pecar por exceso y ser tan detallistas que eliminemos cualquier espacio para la improvisación.
Esto es arriesgado si queremos que los niños sean parte activa en la organización de las vacaciones. Ellos no acostumbran a ser tan previsores y si los atiborramos con previsiones acabarán viendo la planificación del viaje como “cosas de mayores”, y lo que es peor, sentirán que todo el viaje es ajeno a ellos y caerán en el desinterés.
¿Cómo evitarlo? ¿Cómo involucrar a nuestros niños en la planificación de un viaje? Te contamos algunos consejos básicos para que puedas estimular su interés
Imagen Cortesía de Shutterstock1.- Dales responsabilidad.2.- Plantéalo como un juego.
La responsabilidad es estimulante pero con moderación. Los niños necesitan jugar. Dales la oportunidad de que tengan, por ejemplo, un “Cuaderno de las vacaciones” para que apunten ideas y deseos, pero también inconvenientes que puedan ver de entre los distintos destinos a escoger.
Y junto a ese cuaderno puedes proporcionarle un “Mapa de las vacaciones”, al estilo de un “mapa del tesoro”, donde quede indicado el trayecto al destino y los puntos de principal interés que no os podéis perder una vez hayáis llegado.
Tampoco puede faltar que sean responsables de un “Álbum de las vacaciones”. Hoy día es más fácil que nunca hacer fotos, así que plantéales que la mejor foto del viaje tendrá algún tipo de premio.
El siguiente paso es que sean responsables de parte de la contabilidad. Para ello nada mejor que regalarles una “hucha de las vacaciones”, no sólo para que ahorren antes del viaje sino para que prevean los gastos que quieren asumir en destino. Si se administran bien, siempre se les puede dar una propina.
Además esto te ayudará a que entiendan mejor el proceso de búsqueda de las mejores ofertas para contratar el viaje. Hay que explicarles que cuanto más ahorramos en algunos gastos fijos, más dinero podemos gastar en actividades extra (como juguetes, helados, parques de atracciones…).
Si tratamos a los niños como personas irresponsables se acabarán acostumbrando a ello y luego les será más difícil adaptarse a la “vida adulta” cuando poco a poco esta se vaya desplegando ante ellos. Darles responsabilidades en entornos controlados y con supervisión paterna es un excelente ensayo para que vayan adquiriendo práctica en pensar de forma lógica, afrontar errores y tomar decisiones.
Es importante que refuerces su comportamiento positivo halagándole y mostrándote contento por él; si no hacen las cosas bien, no les reproches ni riñas, mantén la calma y explica por qué sus decisiones o propuestas son equivocadas.
Motívales a que hagan listas de su equipaje. Seguramente no valgan las primeras porque quieran llevarse demasiadas cosas. Explícales por qué no pueden llevar todo lo que quieren y por qué han de dejar hueco para cosas necesarias que ellos no suelen tener en cuenta, como un botiquín o un listado de teléfonos de emergencia y recursos por si se extraviaran.
Pero no se lo des todo hecho, una vez les hayas explicado lo necesario, que vuelvan a reelaborar ellos sus listas.
Las vacaciones no tienen por qué disfrutarse solo entre las fechas de inicio y fin de viaje. La planificación ilusionada hace que sean una motivación muchos meses antes y si implicamos a los niños en ella, podemos estimular su crecimiento intelectual y entablar lazos más fuertes entre padres e hijos.
Escrito por:
Catalina López Zuluaga
Periodista y Escritora Online
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@CatalinaLoZu
[email protected]
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