En ocasiones, el bebé no quiere lavarse el pelo, se niega, y esto hace que se convierta en una tarea difícil. La que puede ser una oportunidad para relajarse y pasarlo bien se convierte en algo que el bebé no quiere hacer.
Algunos consejos para evitar esto son: ponle una visera o gorro de baño para que no le entre agua en los ojos, usa una taza para aclarar el pelo, explícale muy bien lo que vas a hacer para que no tengan miedo, y hazlo con mucho cuidado o consigue que se convierta en un juego.
Se puede lavar al pelo del bebé con la frecuencia que necesiten, que suele ser cada dos días o al menos dos veces por semana. Normalmente, quien cuida al bebé ya conoce cuándo lo necesita. Dependiendo de su edad, el pelo que tenga y otros factores también es determinante.
En un principio se debe lavar el pelo del bebé con agua y jabón líquido o jabón especial para bebés al tener pelo. Al tener el año de edad, es cuando se puede empezar a utilizar champú para higienizar más su pelo. Se recomienda sostener en el baño al bebé y hablarle de forma tranquila para que entiendan lo que pasa. Este champú debe ser especial para bebés, neutro y suave. Se lava al menos dos veces a la semana y se ha de hacer con cuidado.
Se puede secar con una toalla sin frotar ni aplicar presión, y después con su cepillo especial y suave se puede peinar al bebé. Se recomienda después hacer un pequeño masaje para estimular el cuero cabelludo.