Revista Viajes

Cómo montar en bici cuando llueve

Por Rafael @merkabici
Cómo montar en bici cuando llueve

Cuando salimos a hacer ciclismo de forma habitual, la lluvia es una de las situaciones más frecuentes a las que nos enfrentamos. Forman parte del deporte al aire exterior. A veces es difícil predecir cuál si va a llover con total seguridad o cambiar a última hora una quedada entre amigos para salir a conocer nuevas rutas de ciclismo. Por ello, la mejor solución es hacer frente a la lluvia y saber llevarla lo mejor posible. Pedalear con agua es posible, lo único es que debemos prestar mayor atención al terreno y estar totalmente equiparados.

Elementos y prendas para montar en bici bajo la lluvia

Las chaquetas más eficaces para cuando llueve son aquellas que son impermeables, ya que no permiten que el agua entre en el interior al igual que hacen los chubasqueros. Ambas prendas regulan la temperatura corporal. No obstante, no está demás que la chaqueta sea transpirable para no calentar en exceso el cuerpo debido a que acabaremos sudando a pesar de que nos estemos mojando.

Los guardabarros son el mejor elemento de ciclismo para mantener las pantorrillas, la espalda y los pies limpios y secos. Los guardabarros deben incluirse en ambas ruedas para que hagan realmente efecto.

Mantener los pies calientes es una de las premisas para sentirse cómodo sobre la bicicleta y mejorar el rendimiento. Por ello, es esencial elegir un buen calzado de ciclismo y echar mano de los cubrebotas ya que evitarán que entre el frio y la lluvia en los pies.

En caso de no disponer de fundas para cubrir las botas en días de lluvia, pueden servirnos las bolsas de plásticos para mantener los pies secos. Éstas las colocaremos encima de los calcetines, no del calzado. Aunque si mantienes las bolsas de plástico durante mucho tiempo es probable que te empiecen a sudar los pies.

Ya tenemos resguardados los pies de la lluvia con el cubrebotas. Ahora es momento de prestar atención a las manos. Los guantes deben ser resistentes al agua pero no ser demasiado gruesos para que no impidan un ajuste eficaz al manillar de la bicicleta y dificulte el accionado del freno en caso de necesidad.

La lluvia podría provocar un engrasamiento excesivo de la cadena. En esos casos, utilizaremos desengrasantes para limpiar la cadena. El primer paso es desengrasarla, luego enjuagarla, volver a lubricarla y secar los excedentes del lubricante. Así mejoraremos la transmisión.

El caso en la bicicleta es obligatorio. Algunos pueden pensar que es suficiente para hacer frente a la lluvia pero lo cierto es que es preferible ponerse una gorra o una funda que cubra el casco. Esto se debe a que los cascos llegan orificios de ventilación, enfocados a los días de altas temperaturas, por donde puede penetrar el agua o el frio y crearnos una gran incomodidad.

Antes y después de cada uso de la bicicleta debes revisar los neumáticos de la misma pero sobre todo cuando llueve. Con la lluvia es posible que se hayan llenado de vidrios, piedras o cualquier otro elemento que pueda provocar un pinchazo de las ruedas.

Durante la lluvia es recomendable incorporar luces a la bicicleta ya que conseguiremos mejorar la visibilidad respecto al resto de conductores, tanto en la zona delantera como trasera. Las luces son necesarias incluso de día cuando llueve.

En este caso es un consejo a la hora de montar en bici bajo la lluvia. Debemos evitar en la medida de lo posible circular por encima de charcos de agua para evitar que nos salpique y nos mojemos, además de mancharnos. Es más, los charcos de agua pueden ser engañosos porque nunca sabemos qué puede haber debajo, si una roca, una alcantarilla, etc.


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