Revista En Femenino

¿Cómo no sucumbir ante las calorías en invierno?

Publicado el 12 mayo 2012 por Bebloggera @bebloggera

Por Marwa, desde Chile
Es el colmo, ¿o no? El invierno viene a puro atentar contra nuestra dignidad: ¡de la nada aparecen kilos y pelos! Porque depilarse en invierno es una lata, ¿verdad? ¡Y hacer dieta también!
Es completamente normal necesitar más calorías en invierno, pero debemos saber CUÁLES calorías ingerir, para que así cuando comience septiembre no nos venga la desesperación. Mucho mejor es crear hábitos sanos que nos duren toda la vida, en vez de matarse con los ejercicios mientras una se muere de hambre en la primavera, ¿no creen?´
¿Cómo no sucumbir ante las calorías en invierno?
¡Comencemos!
PRIMER PASO: consumir hidratos de carbono complejos
Vamos primero que todo a derribar un mito. Desde ya debes comprender que para tener un nivel de azúcar estable en la sangre, debes consumir diariamente un 60% de Carbohidratos Complejos. ¿Porqué? Aquí te digo porqué.
Al contrario de los que te dicen en la tele y en las revistas de mujeres flacas, esqueléticas y desnutridas, los hidratos de carbono son muy beneficiosos para tu salud, pero deben ser COMPLEJOS. Estos amiguitos son la principal fuente de energía para el ser humano, a través de la cual nuestro cuerpo cumple con múltiples funciones corporales: ejercicio, mantención de temperatura, digestión, asimilación de nutrientes ¡y muchas otras! (“Dieta para una nueva Tierra” Dr. Ignacio Parada).
Los alimentos que más aportan a este grupo son los cereales integrales, legumbres, frutas y verduras. Entonces, todos los días, cada día diferente al otro, puedes consumir:
¿Cómo no sucumbir ante las calorías en invierno?
-   Avena integral (no azucarada): puedes endulzar con miel o Stevia.-   Trigo-   Maiz-   Mijo-   Cebada-   Arroz Integral-   Centeno-   Quínoa-   Burgol-   Pastas integrales-   Legumbres de todo tipo: lentejas, garbanzos, variedad de porotos, habas.
Los panes integrales con semillas y cereales son una excelente opción en el desayuno y a media tarde. La avena para el desayuno y arroz integral, quínoa, burgol, legumbres y pastas integrales para almuerzo y cena.
Estos alimentos mantienen tu índice glucémico estabilizado, por lo que es MUCHO MÁS DIFÍCIL que te den arranques de ansiedad de dulces, pasteles, chocolates y cochinadas.
SEGUNDO PASO: hazte amiga de las sopas de verduras (mmm ¡que rico!)
Y mejor aún: cocínalas tú misma. Asegúrate de que tengan siempre algún ingrediente antioxidante: cebolla, ajo, cebollines, coles de bruselas, brócoli, tomates. En general todas las verduras son antioxidantes, pero esas aún más. Si quieres añadirle un valor nutricional máximo: cocina las verduras al vapor (no hervidas), y luego mételas a la juguera con el líquido de alguna legumbre que hayas cocinado. Cocina con sal de mar. ¡Delicioso! Puedes hacer un montón el fin de semana, y guardarlo para todos los días, como entrada a tu cena o como plato principal. Mezcla las verduras como te plazca hasta que encuentres tus combinaciones favoritas, y sobre todo evita añadir grasas saturadas, como los “calditos maggi” o ese tipo de calugas que tienen un exceso de grasa y sodio.
¿Cómo no sucumbir ante las calorías en invierno?
Tercer paso: ¿consumes suficiente fibra?
Es que realmente es fundamental que conozcas qué hace la fibra por ti. La fibra, querida lectora, añade volumen al contenido del intestino grueso, elevando el nivel de saciedad y haciendo que se diluyan los posibles agentes cancerígenos que atacan nuestras paredes celulares (encontramos agentes cancerígenos en todos lados, incluidos tu shampoo, bálsamo, algunos perfumes, cremas, artículos de aseo, etc. créeme que la fibra es un salvavidas). La fibra soluble se une con los agentes cancerígenos, toxinas, sales biliares y radicales libres y los elimina por el intestino, antes de que el organismo tenga tiempo de absorberlos.
Además la fibra reduce los niveles circulantes de estrógenos en el organismo, lo que reduce muchísimo el riesgo de generar cáncer de mama.
La fibra la encontramos en todas las frutas, verduras y cereales integrales, pero si quieres realmente asegurarte de tener suficiente fibra en tu organismo, mezclada con antioxidantes y minerales muy beneficiosos, que además te quitan la ansiedad, consume diariamente Germen de Trigo, o Levadura de Cerveza, en polvo o pastillas que sean naturales y sin aditivos.
¿Cómo no sucumbir ante las calorías en invierno?
CUARTO PASO: ¡¡el hedonismo!!
Éste es mi favorito, obvio. Resulta que muchas veces estamos alimentando nuestras emociones, Y NO NUESTRO CUERPO! Entonces… entrégate placer amiga mía. ¡Busca placer! Porque si no, terminarás buscando incansablemente las endorfinas que te entrega el chocolate. Sexo, baños de tina, masajes, deportes al aire libre, baile, salida con amigas, ¡shopping!, regaloneo, interacción con animales, tarde de películas, siesta rica…. Mmmm se me ocurren mil cosas y eso que no he nombrado las más cachondas ;-)
Y por último: evita lo blanco – que significa refinado: azúcar, pastas, arroz y pan. Que sea todo morochito, que está más bueno ;-)
Bon apetite J

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