Revista Espiritualidad

“¿Cómo olvidar ni dudar que hemos salido del sol, y que él nos ‘sostiene’ y nos ‘mantiene’ en todos los sentidos de la palabra.”

Por Ignacionovo

(FLASHBACK DICIEMBRE 2009) Autor: Juan Ramón Jiménez. No me considero un fundamentalista ecológico. Los fundamentalismos, sean del tipo que sean, me parecen una condena, porque ningún pensamiento, creencia o doctrina es tan indubitable que no admita discusión y ninguna causa es tan justa, por justa que sea, que pueda considerarse sin análisis o debate, superior a cualquier otra.
Es curioso que el fundamentalismo religioso, por ejemplo, sea capaz de negar sin rubor los dioses de otras religiones, pero en cambio encolerice cuando alguien pretende dudar del suyo. En fin, era sólo una pequeña introducción necesaria, para que nadie crea que en este blog se defiende la razón única.
Dicho esto, si existe una causa ecuánime y por la que todos debamos luchar con menor desconfianza, es la protección del planeta. Ya he comentado alguna vez que si bien no somos superhéroes, si que hay acciones que podemos promover y que están a nuestro alcance; una de ellas la labor de concienciación sobre el tema en nuestro entorno personal, profesional o virtual. Algo que cuesta relativamente muy poco y que contribuye a hacer crecer el número de 'sensibilizados'. Como ocurre siempre, cuantos más seamos, menos costará.
La información es esencial para promulgar y defender las ideas y por ello aquí os dejo unos pocos datos: cada año las industrias de todo el mundo lanzan a la atmósfera 24 billones de toneladas de CO2, de las cuales sólo la mitad las absorbe el mar y las plantas o hace 50 años casi la mitad de la Tierra era boscosa, hoy apenas alcanza el 26%. La causa: las talas indiscriminadas y los incendios. Y un último dato que nos advierte de que las tres cuartas partes de los países son "deudores ecológicos", es decir: su consumo ha excedido a su capacidad de regeneración.
Sinceramente y pensándolo bien: ¿Qué escaso juicio nos lleva a hacer lo que estamos haciendo? Piensa sobre ello y rebélate para no admitirlo. No se trata de arrasar con todo lo establecido y cambiar el mundo tal como es, por nuestra visión del mundo tal como queremos que sea y a cualquier precio, pero si que es hora de empezar a concienciarse muy en serio y hacer desde ahora todo lo que esté a nuestro alcance.
Reflexión final: Siempre tendemos a pensar que nuestra inervencion es la famosa gota en el mar o el recurrente grano de arena en la playa, pero sin ellos, el mar es menos mar y la playa menos playa y al ritmo que camina el ser humano, todas las gotas y todos los granos serán muy pronto imprescindibles.


Volver a la Portada de Logo Paperblog