El invierno es una época del año en la que muchos vehículos dejan de funcionar a causa del frío y las precipitaciones. En el artículo de hoy os damos algunos consejos para mantener en buen estado vuestros vehículos a lo largo del invierno.
En invierno el frío es un gran enemigo de los líquidos de nuestro vehículo sobre todo de los líquidos refrigerantes. Por ello es muy importante que durante el invierno nuestro motor cuente con el suficiente líquido anticongelante y aceites para evitar problemas.
Si vamos a conducir un día que haya nevado o llovido mucho debemos retirar toda la nieve o agua de todos los espejos y ventanillas del coche. Si nos cuesta retirarlo podemos utilizar un poco de agua caliente para debilitar el hielo.
Cuando vallamos a coger el coche también es importante que mantengamos el motor encendido durante unos minutos para que todas las piezas se calienten y no sufran esfuerzos bruscos. Además así daremos tiempo a que todos los líquidos del motor se distribuyan por todos los conductos.
La visibilidad en invierno es muy importante como consecuencia de el gran número de precipitaciones y de que existen más horas de noche, por ello es todas las luces deben estar en perfecto estado siempre que salgamos a conducir, incluidas las luces de niebla, necesarias en nevadas y lluvias fuertes.
En el caso de utilizar cadenas en algún momento necesario es importante retirarlas cuando deje de haber nieve sobre todo si vamos por asfalto. Si olvidamos retirarlas los neumáticos sufrirán bastantes daños.
Si no utilizamos en un tiempo el coche es recomendable arrancar el coche unos minutos cada semana para evitar que las correas se cuarteen y que los conductos se deterioren. Algo muy típico de invierno es que con las heladas los manguitos se congelen un poco y al arrancar el coche aparezcan algunas fugas.
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