Revista Coaching

Cómo sanar mi relación con el éxito y dejar de autosabotearme

Por Maria Mikhailova @mashamikhailova

Disfrutar del éxito... Pareciera que es algo que todos deseamos, pero ¿qué hacer cuando sentir que estás teniendo éxito te incomoda, te hace querer esconderte, te hace creer que no mereces tener ese éxito?

¿Te ha pasado alguna vez? ¿Quizás un reconocimiento de tus profesores, tus progresos profesionales, incluso a nivel de pareja? ¿Escondes tus éxitos de los demás? ¿Por qué nos ocurre esto?

La verdad es que como especie no estamos preparados para ser felices ni disfrutar de la vida. Nuestra finalidad de sobrevivir, porque han sido miles de años protegiéndonos del peligro los que nos han traído hasta hoy.

Pero tampoco hace falta ir tan lejos. Échale un vistazo a tu vida, a tu pasado. Simplemente fíjate en tu familia, tus padres, abuelos, hermanos... ¿Ha habido éxito en tu familia? ¿Qué era el éxito para vosotros?

¿Qué es el éxito para ti?

Para empezar, vamos a ver qué es el éxito... En realidad no hay un consenso porque es un tema muy personal. Según la RAE, el éxito significa:

Resultado feliz de un negocio, actuación.

Buena aceptación que tiene alguien o algo

Fin o terminación de un negocio o asunto.

Según el Coaching estratégico, por ejemplo, éxito significa que puedo vivir o hacer las cosas como quiero, donde quiero, con quien quiero, etc. Es decir, hay un concepto de voluntad. Lo quiero, lo tengo.

Hace poco me preguntaron en una entrevista qué es el éxito para mí... Y me di cuenta de que mi concepto actual del éxito ha cambiado con el tiempo.

Si bien creo que la felicidad es un estado inherente al ser humano, sólo hace falta darnos cuenta de que está siempre ahí, incluso si estamos sufriendo (sí, Un curso de milagros está haciendo efecto en mí, por cierto puedes echarle un vistazo a mi primer vídeo con la Lección 1 de UCDM en vídeo donde cuento mi experiencia con este curso), el éxito lo relaciono más con la palabra conseguir.

Aunque el éxito por supuesto puede ser totalmente inmaterial. Por ejemplo, tengo éxito en mi vida espiritual y me he desapegado del ego, por lo que me siento libre y más conectada a mi esencia: pura felicidad.

El éxito además lo veo muy asociado a una de las principales necesidades humanas: la importancia. Todos tenemos en mayor o menor medida esta necesidad y para nada es negativa. Sentirnos importantes es sentir que somos valorados, respetados, apreciados, que hacemos algo útil, estamos siendo reconocidos.

Como bien sabes, nunca me sentí una persona de éxito hasta que descubrí mi propósito de vida.

Es más, creo que una persona que no sabe qué quiere de la vida es difícil que sepa llegar al éxito. Porque sí, el éxito tiene que ver con la consecución de algo: una meta, un objetivo, un sueño, etc.

Eso sí, muchas personas por falta de autoestima nos negamos el éxito a nosotros mismos, creyendo que no lo merecemos o incluso que no lo necesitamos. Al menos es lo que me sucedió a mí hasta que conecté con mis sueños y logré construir mi realidad.

También es cierto que muchas veces en nuestra familia o en la sociedad en que vivimos la palabra "éxito" tiene connotaciones negativas.

Incluso hay personas que cuando obtienen el éxito en su vida personal o profesional, no saben qué hacer con ello.

El éxito según el Coaching Estratégico

Según el Coaching estratégico hay 4 niveles de evolución y crecimiento en el ser humano y lo normal es que vayamos subiendo poco a poco, escalón tras escalón.

Nivel 1: Supervivencia

Se trata de un nivel en el que apenas llegas a cubrir tus necesidades básicas como comer, dónde vivir... puede que estés en ese nivel si estás pasando por dificultades económicas o de salud... No puedes pensar en crecer porque hay necesidades básicas que no están cubiertas y tu único objetivo es sobrevivir.

Nivel 2: Seguridad o Confort

Aquí solemos encontrarnos la gran mayoría de la población de países del llamado primer mundo y no sólo. Se trata de tener todas las comodidades necesarias: una casa, un sueldo o unos ahorros, comida, transporte, etc. Aunque permanecer siempre en esta zona puede llegar a ahogarnos porque tal vez no sintamos que hacemos nada grande con nuestra vida o vivimos en una zona gris y llena de rutinas. Y desde luego no nos podemos permitir lujos ni grandes caprichos.

Nivel 3: Éxito

En esta zona hemos alcanzado una buena posición económica, podemos permitirnos viajes caros, lujos, caprichos. Nos va muy bien. El peligro de este nivel es que nos estanquemos. Tenemos lo que queremos, vivimos donde y con quien queremos. Pero si nos estancamos en esta zona y empezamos a alimentar nuestro ego, podemos caer y bajar a niveles de supervivencia.

Nivel 4: Importancia o reconocimiento

Cuando alguien ha alcanzado éxito, para que siga creciendo necesita llegar al nivel de importancia, es decir, empezar a compartir con el mundo sus logros, dedicarse a ayudar a los demás, compartir con otros. Si no lo hace, al no poder seguir creciendo, buscará una manera de bajar de nivel, por ejemplo arruinándose o generando conflictos o adicciones, para poder seguir creciendo a partir de un nivel más bajo de nuevo. Porque los seres humanos no podemos dejar de crecer... Si no hay crecimiento ni evolución, bajamos de nivel para crecer desde un nivel más bajo de nuevo.

¿Por qué algunas personas no saben disfrutar de su éxito?

Una de las necesidades espirituales básicas del ser humano es el crecimiento. No podemos dejar de crecer. ¿Te suenan esos cantantes de éxito que se dan a las drogas? Seguramente sí. ¿Por qué ocurre eso? Porque muchos de ellos subieron muy rápido al nivel de éxito, el éxito les vino grande y no supieron gestionarlo ni seguir subiendo al nivel siguiente, el de importancia y compartir con los demás. Se dejaron llevar por su Ego y eso les hundió del todo. Afortunadamente no ocurre en todos los casos.

¿Por qué saboteamos nuestros progresos?

¿Te suenan esas personas que superan una adicción al alcohol, por ejemplo, empiezan a tener una vida más segura y tranquila... pero como no se ven capaces de alcanzar la zona de éxito, vuelven a recaer en sus adicciones para desde un nivel de supervivencia empezar a subir hacia el nivel en el que estaban hasta ahora, el de seguridad?

¿Por a qué a algunas personas les cuesta disfrutar del éxito?

Y aquí no puedo dejar de mencionar el tema de la autoestima y merecimiento y las creencias limitantes en relación al éxito.

Estas creencias pueden ser a nivel social, personal, cultural, familiar...

Un buen ejercicio para entender estas creencias sería escribir lo siguiente:

  • Mi madre piensa que el éxito es...

  • Mi padre piensa que el éxito es...

  • Y así con todos los miembros importantes de tu clan familiar

  • En la escuela me dijeron que el éxito es...

  • En la Universidad me dijeron que el éxito es...

  • Mis amigos de la infancia creían que el éxito es...

  • Mi círculo social actual cree que el éxito es...

  • Los medios de comunicación transmiten que el éxito es...

  • Yo creo que el éxito es...

Descubrirás seguramente los mensajes tan contradictorios que te han llegado por diferentes vías.

Compara tus propias creencias con las del resto y encuentra dónde concuerdan, con quién... con quién divergen por completo.

Recuerda que todo lo que pensamos de la realidad no son más que creencias y que ningunas son la verdad absoluta. Mucho menos lo que escribo aquí en mi blog. Sólo pretendo que te des cuenta de tu propia verdad, eso es lo más importante.

En mi caso he tenido muchos mensajes contradictorios sobre el éxito: que si el éxito es de personas engreídas, que si el éxito corrompe, que si no merezco el éxito porque no soy suficiente...

¡Y no me extraña que me haya costado tanto disfrutar de él cuando llegaba a mi vida!

Recuerdo que hace unas semanas se me acumularon varias entrevistas y en diferentes medios: una entrevista en vídeo en una radio de Argentina, una conferencia en Mindalia TV, propuestas y agradecimientos de mis clientes y alumnos del curso SelfCoaching...

Ese día tenía una sesión con mi coach personal. Recuerdo que tuve que anularla porque me sentía sobrepasada por las circunstancias. Deseaba huir de todo aquello. Como si el éxito que estaba viviendo me estuviera agobiando, como si no mereciera tenerlo. Recuerdo haber salido a dar un paseo al campo. Necesitaba alejarme de todo, encontrarme a mí misma, entender qué me estaba pasando...

La verdad me sirvió de ayuda. Y en ese paseo me puse a escuchar mis audios del famoso libro, The Big Leap, libro que precisamente habla de eso: de cómo cuando nos llegan grandes cosas, buenas noticias, sea a nivel de finanzas, trabajo o amor, se dispara una de nuestras creencias raíz limitantes y nos autosaboteamos para volver a nuestra zona de confort habitual, que aunque no es tan especial, al menos la conocemos bien.

A nivel de relación de pareja ya tengo creencias sólidas de que merezco amor, razón por la que mi relación funciona tan bien después de 7 años.

Pero a nivel de finanzas y éxito profesional, se nota que es algo que empiezo a experimentar ahora y se despiertan viejas creencias del pasado:

No mereces triunfar. ¿Quién eres tú para tener éxito? El éxito es una carga, requiere de mucha responsabilidad

Si tienes éxito, te alejas de tu familia (y en cierta parte ya no tengo tanto tiempo como antes para dedicarlo a mis familiares cercanos, porque tengo bastante más trabajo que antes)

Si brillas, ocultas la luz de los demás (de eso escribí hace poco en el artículo sobre La Envidia y la Ley del Espejo, uno de los más leídos de mi blog)

Ejercicios prácticos para sanar tu relación con el éxito

Por último te dejo con unos pequeños ejercicios prácticos para entender tu relación con el éxito y sobre todo sanar tu relación con el éxito:

Descubre tu relación con el éxito

  • lo ansías a toda costa, el éxito es tu obsesión

  • para llegar al éxito tienen que reconocerte los demás

  • relación amor-odio con el éxito

  • miedo a brillar

  • el éxito es una carga

  • no merezco tener éxito

  • el éxito me aleja de los míos

Sana tu relación con el éxito: crea nuevas creencias alrededor del éxito

Empieza a definir qué es el éxito para ti:

  • tener dinero (necesidad de seguridad)

  • tener reconocimiento (necesidad de importancia)

  • tener libertad (necesidad de variedad)

  • tener salud (necesidad de seguridad)

  • tener amor de pareja (necesidad de amor)

  • tener una familia feliz (necesidad de amor)

  • crecimiento personal o espiritual (necesidad de crecimiento)

  • darte a los demás (necesidad de contribución)

Por cierto, no sé si ya lo estás realizando pero hace poco lancé mi nuevo curso en vídeo gratis hace unos días. Es un curso muy potente hablando de las creencias limitantes de nuestra infancia o creencias raíz, basado en ese increíble libro que me está transformando por completo mi percepción de mí misma. Aunque todavía no tenga superadas al 100% todas esas creencias, ya las voy entendiendo, detectando, ya no les hago tanto caso, sé que no son mías y sobre todo, sé qué hacer cuando aparecen.

Si aún no has accedido al curso, te recomiendo muchísimo que lo hagas. Es de lo mejor que he hecho últimamente y además es totalmente gratuito y accesible para todo el mundo. Aquí tienes el vídeo de introducción al curso:

Si en este post te has identificado con algunas de mis creencias limitantes, en el curso en vídeo podrás entender de dónde surgen, cómo se forman, qué significan y sobre todo, qué hacer cuando aparezcan de nuevo y traten de auto-sabotear tus progresos, sea en el amor, el dinero o el trabajo.

Y ahora te toca a ti. ¿Nos cuentas en los comentarios si tú también tienes creencias limitantes acerca de éxito? ¿Nos compartes tus creencias más poderosas y cómo las gestionas en tu día a día? ¿Alguna técnica que funcione y conozcas pero no he mencionado en el post? Miles de gracias por leerme, comentar y si te ha gustado este artículo, te agradecería de corazón que lo compartieras.


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