Revista Coaching

¿cómo se muestra el trabajo de las mejores personas de cada organización?

Por Juanmartinezsalinas76

Fotos-Juan-2011-2012-y-2013-247-224x300 De cara al público, son muchos los directivos, por no decir todos, que en sus discursos hablan del gran equipo humano que forman su compañía. Son palabras que les hacen quedar muy bien ante la audiencia, pero en realidad, si no van acompañadas de la realidad que representan, se quedan huecas y generan el efecto contrario.

Las empresas están conformadas por muchas personas que ejecutan un trabajo minucioso con implicación y dedicación plena. No me estoy refiriendo a las personas que se limitan a desempeñar su trabajo sino a las personas que aportan un extra del aspecto que sea. Por ejemplo, las personas que hacen ese esfuerzo por el usuario o cliente al que se deben y que se merece el mejor servicio posible. Este tipo de personas deben ser puestas en valor y ponerlos como  ejemplo a seguir en esa organización. Es más desde mi opinión se les debe dar voz y que otros puedan aprender de su ejemplo. No olvidemos que las personas, al final, tienden a imitar aquellas conductas que más se muestran. Estoy convencido de que debe ser el departamento de atención al trabajador (recursos humanos es como se llama aun) el que debe de facilitar este tipo de acciones necesarias y que mejoran siempre el ambiente de trabajo. Este tipo de personas deben ser a las que más se cuide en la compañía. Se les debe permitir dedicarse dentro de la organización a lo que más les gusta y en lo que se les da bien. Estas personas son impulsoras de ese espíritu siempre y cuando cuenten con el apoyo corporativo necesario, aunque esto se da por hecho que debe ser así.

Esto requiere de una cultura corporativa estratégica de arriba/abajo y madura en su desarrollo. Es una organización que su principal valor son sus personas, cuentan con el apoyo de su organización cuando lo precisan con la flexibilidad y comprensión requerida. Las personas que tienen mayor visibilidad son las más implicadas porque se lo han ganado. Entiendo que todos trabajáis en este tipo de compañías en la actualidad aunque, por desgracia, asumo que esto no siempre os ocurre a todos.

Hace poco me comentaba una buena amiga que en su compañía había llegado a una situación límite y su decisión para sobrevivir había sido despedirse internamente (estar ahí hasta que le saliese una buena oportunidad que ya buscaba), porque asumía que determinados males endémicos de su compañía no iban a cambiar. Me comentaba que lo más triste no es que no tuviesen solución sino que las personas que dirigían esa empresa no tenían el mínimo interés en que mejorase. Ella relataba que llevaba implicada desde el primer día. En su organización, a las personas que más trabajaban, participaban y se implicaban se les “premiaba” con más trabajo. Muchas empresas tensan tanto la cuerda de exigencias con sus buenos trabajadores que al final se rompe. Al llegar a esta situación límite, muchos cambian de actitud y abandonan ese valor extra que aportan, no porque no quieran seguir haciéndolo sino porque no les compensa.

Si en una empresa, las personas que en un momento dado eran las más motivadas e implicadas y en la actualidad están contra las cuerdas moralmente hablando, nos indicará que la empresa está haciendo algo mal. Es más, seguro que muchas de esas personas se han ido por desgaste vital crónico.

Algunos os preguntaréis cómo se pueden percibir ese tipo de cosas dentro de una empresa; yo os diría que es cuestión de observar los detalles desde una perspectiva global. Por ejemplo, tenéis que ver qué acciones se toman contra las personas que no cumplen las normas establecidas, que no desempeñan bien su trabajo y que se dedican a “sus labores personales”. Si la empresa lo permite, claramente se estará apostando por ellos y no por las personas trabajadoras e implicadas. Consentir ese tipo de acciones supone premiar al caradura y cargar al buen trabajador. También el tipo de jefes que estén en las empresas y como han llegado a esa posición. A veces llegan, no por méritos propios sino porque otro ha tenido el valor de ponerle ahí. Los responsables deben ser personas implicadas, un ejemplo en el trabajo a desempeñar, que cumplen con lo establecido, que enseñan a sus equipos y que aprenden de ellos. También no podemos negar que tener personas a cargo no es fácil.

La siguiente pregunta será: ¿Cómo se muestra el trabajo de las mejores personas de cada organización? Primero debe existir el protocolo de qué se considera un trabajo excelente y qué se considera aportar valor extra. Esto tiene que estar recogido de una forma objetiva. A continuación debería ir bien explicado qué van a conseguir esas personas y cómo se les reconoce. Si esto se ve como un beneficio y privilegio, muchos se esforzarán por llegar a esos niveles de profesionalidad. El problema es cuando la mayoría de personas piensa que no compensa llegar a ese nivel porque la recompensa no es tal. Una vez que esto esté claro, la cúpula directiva debe contar con la opinión de estas personas teniéndoles como aliados para ser transmisores de los valores de esa organización. Si las personas encargadas de trasmitir la esencia de determinados proyectos no se lo creen, mal van a conseguir que el mensaje cale en el resto de miembros de la organización. Para que algo llegue a toda la compañía, deberá estar integrado en la estrategia global, es decir, en los procesos, políticas y acciones que se desarrollan en una organización.

Las compañías que premian el trabajo bien hecho son aquellas donde impera el trabajo colectivo, donde unos se ayudan a otros porque eso va en beneficio de la empresa, porque este tipo de comportamientos hacen que la empresa sume. Cuando un compañero te pide ayuda no puedes decirle que ese no es tu problema, porque es la compañía la que te necesita. Es más, mañana puedes ser tú el que tenga el problema y des por hecho esa ayuda. No puedes olvidar que en muchas ocasiones, cada uno recibe lo que da, aunque no siempre se cumpla, porque siempre dependerá del talante de cada persona.

Las empresas son entes en constante cambio y deben cuidar a sus personas, dando valor a lo importante. Las buenas empresas no se miden por la escasa rotación sino por la motivación e implicación de las personas que la habitan. Porque muchas veces algunas personas permanecen en una compañía porque aplican la máxima de “más vale malo conocido que bueno por conocer”.

Me gustaría que compartierais cómo se muestra el buen trabajo que desempeñan las personas dentro de vuestra organización.


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