Revista Coaching

¿Cómo valorar cómo influye en nuestro carácter el orden de nacimiento?

Por Conócete Y Quiérete

Para valorar cómo influye en nuestro carácter el orden de nacimiento, hemos de tener en cuenta, además de la posición que ocupamos dentro de la secuencia de hermanos, otras circunstancias:1º.- El sexo. El sexo influye en la medida en que la sociedad marca roles diferenciados para hombres y mujeresEn general, a falta de varón las ambiciones de los padres se vuelcan en la hija mayor, que por otra parte, probablemente se verá suplantada si más adelante nace un niño.De la misma manera, nuestros hermanos se comportarán de una u otra manera con nosotros en función de que tengamos o no el mismo sexo. Así, por ejemplo, suele haber más celos entre dos hermanas, que entre un hermano y una hermana.2º.- Las diferencias de edad. En general,cuanta menos diferencia haya entre hermanos, mayor será la complicidad entre ellos. En el caso de las familias numerosas, por ejemplo, se formaran pequeños subgrupos.


Un caso particular: 

el de una familia con sólo dos hijos, por ejemplo, pero con una diferencia de edad considerable entre ellos. Cada uno de ellos se comportará un poco como si fuera hijo único: el mayor porque lo fue durante el período en que tuvo hermanos, y el segundo porque para cuando nació él su hermano ya era lo bastante mayor como para no generarse ningún conflicto.Este era el caso de Alfred Hitckcock, que tenía una hermana bastante mayor que él, y fue educado casi como hijo único¿Estará ahí el origen de su genialidad?



¿Cómo valorar cómo influye en nuestro carácter el orden de nacimiento?

Alfred Hitchcock con Grace Kelly, una de sus musas

imagen: www.adarvephotocollage.com, retoque fotográfico


3º.- La posición dentro de la secuencia de hermanos que, a su vez,  ocuparon nuestros padres en su infancia.Como la mayoría de nosotros tratamos de emular al progenitor de nuestro mismo sexo, indudablemente la posición que ellos hayan disfrutado en su infancia dentro del orden de hermanos también nos afectará, y lo hará en mayor medida si esa posición coincide con la que nosotros ocupamos. 

Es decir, si nosotros somos el hermano mayor, y nuestro padre también lo era, entonces tendremos más tendencia a exhibir conductas de líder que si somos el hijo pequeño, porque nuestro padre nos tratará más como a un hermano pequeño que como a un futuro líder, trato que probablemente reserve para nuestro hermano mayor.En el caso particular de los hijos únicos, al no existir hermanos con los que relativizar nuestra posición en la familia, esta influencia se ve más claramente: el progenitor de nuestro mismo sexo será nuestro referente fundamental. Un hijo único varón con un padre que haya sido el mayor, se comportará como un hijo mayor aunque no tenga hermanos, y si en cambio su hijo era el pequeño, se comportará como un hijo pequeño.



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