Cómo viajar sin gastar ni un céntimo?

Cuando llevas largo tiempo viajando y tu número de cuenta empieza a gritarte ingresos para no morir, empiezas a replantearte muchas cosas, las más evidentes, en volver a casa o inventarte una nueva forma de viajar para volver lo más tarde posible.

Aunque nuestro objetivo y sueño estaban más que cumplidos nos negábamos a volver a casa así, sin más, después de todo lo vivido. Y queríamos algo más, algo que nos permitiera no estar en casa pero a la vez no gastar dinero o, al menos, el menos posible.

Muchas opciones eran las que teníamos en mente y ya hacía tiempo que estábamos inscritos en una de ellas cuando decidimos mirarlo, esta vez, más detenidamente. Estamos hablando de HELPX. Qué es Helpx? Helpx es una página web sobre intercambio. Intercambio de qué? Normalmente los que se inscriben son hoteles, guesthouse, farms, escuelas y similares buscando voluntarios que deseen trabajar con ellos a cambio de alojamiento y a veces incluso comidas. En la misma web están descritas las reglas, se aconseja una jornada laboral de entre 4 y 6 horas MÁXIMO. Para 4 horas se debe de ofrecer alojamiento y para 6h también las comidas. Aunque la verdad es que no siempre es así, depende de ti si quieres aceptar una jornada más larga o no.

Nos encontrábamos en Sri Lanka cuando vimos que teníamos un mes para vivir la experiencia. Nuestro vuelo de salida nos llevaba a Malasia y por ello fue el primer país donde miramos, estábamos de suerte eran muchas las oportunidades. Una de ellas nos llamó mucho la atención de entre todas las demás, un resort en plena selva necesitaba dos personas para ayudar e innovar en sus actividades de aventura. Aventura? Esto era para nosotros! Así que no dudamos en mandar un largo escrito por correo electrónico. En menos de 24h obtuvimos una respuesta, contestamos a algunas preguntas más y nos dieron el puesto!

Nos recogieron en el aeropuerto y al día siguiente conocimos a nuestro jefe el cual nos dedicó todo un fin de semana para mostrarnos el pueblo donde íbamos a estar, su gente, la comida local y el resort donde íbamos a trabajar empezando por un padel surf por el río y al día siguiente el trekking a la Rainbow Waterfall. Este iba a ser nuestro trabajo? No nos lo podíamos creer!

El lunes nuestro jefe se marchó y sólo nos vendría a ver una vez por semana. Nosotros iríamos a vivir en una casa perdida en la jungla de Sungai Lembing, una casa para nosotros solos, la primera semana la compartiríamos con dos chicos del trabajo. Sólo dormiríamos en el resort cuando hubiesen clientes que era los fines de semana y festivos, que coincidimos en muchos entre semana. Dormíamos en la casa porque la electricidad del resort funcionaba con generador y, evidentemente, salía caro tenerlo cada día encendido sólo para nosotros dos. Así es como nos introducimos en la vida cuotidiana de Sungai Lembing. Por las mañanas desayunábamos en el pueblo y comprábamos la comida, por las tardes-noche cenábamos en las terrazas de la calle mientras entablábamos conversación con las mujeres y hombres, éramos archifamosos todos sabían que había dos guiris rondando por ahí.

El resort, era más bien de lujo. Los bungalow eran de seis personas, dos literas de cama doble y una pequeña encima. Dos balcones de madera preciosos y lavabo privado con agua caliente. Wifi, pues el mismo que en la casa, ninguno. Nos compramos una tarjeta con datos y sólo nos funcionaba en la calle principal del pueblo, para vernos cuando pasábamos por allí en coche, cuántos mensajes enviamos en tiempo récord!

Por el resort también pasaba un río. Como era el único de la zona que tenía una parte del río propio quisieron enfatizar montando un tobogán y un trampolín para goce y disfrute de los clientes. También había paintball, una tirolina y por las noches un barbacoa espectacular.

Nuestro jefe nos contó que le gustaría también tener clientes europeos y al ver en nosotros que habíamos viajado mucho creyó que podríamos dar muchas ideas para darle un aire nuevo al resort. Los primeros días estuvimos observando el resort y conociendo su funcionamiento para ver en que podíamos ayudar. Después buscamos fotografías que teníamos de nuestro viaje y se las mostramos junto a unas cuantas ideas que muchas interesaron. Aquí fue cuando decidimos centrarnos en la parte del río que era la más necesitada. Las siguientes dos semanas trabajaríamos limpiando la zona y habilitándola para ofrecer al cliente un espacio de actividades un poco más confortable.

Los fines de semana o cuando habían clientes, además de dormir de lujo en el resort, acompañábamos a los clientes en sus actividades, vamos que disfrutábamos de padel surf y nos tirábamos por el tobogán y el trampolín. El domingo nos levantábamos pronto, a las 5 de la mañana para hacer la excursión hasta la impresionante cascada. Por la noche ayudábamos con la barbacoa y más que todo entablábamos conversación con ellos. Nunca se iban sin una foto con los dos guiris! Y nosotros tan contentos.

Durante las dos primeras semanas hicimos varias fotos y un trozo de vídeo que queríamos regalarle a nuestro jefe antes de irnos. Al mostrárselo, le gustó tanto que nos mandó a trabajar a tiempo completo con ello, pidiéndonos varios vídeos más. Pero no nos dio tiempo a acabarlo allí porque nos dijo si queríamos irnos a trabajar con su mejor amigo, el cual ya conocíamos de alguna cena. En realidad sabía que nos hacía mucha gracia y ya nos había dicho que lo haría. Su amigo tenía un terreno enorme, donde habían dos lagos de agua cristalina, un circuito de obstáculos en el cual una vez al año se hace una carrera multitudinaria, quads, bicicletas y una montaña con un tirolina larguísima. Más aventuras!

Aquí pasamos las dos últimas semanas, trabajando todavía en los vídeos e imágenes para el resort en horas libres. Nuestro trabajo aquí fue variado. Hacer de guía con el circuito de quads, control en la zona de agua a lomos de una tabla de padel surf o servir en el bar y vender tickets, todo eso con centenares de personas y música a toda máquina. Vinieron incluso a grabar un programa de televisión tipo gran hermano de chicas en la zona de obstáculos. Vamos que trabajar, trabajábamos y mucho pero nos lo pasábamos en grande!

Después de la jornada cada noche íbamos a cenar, muchas risas con todos! Nos cuidaron fantásticamente bien, sin duda fue una experiencia que nunca olvidaremos. Nos sentimos por un mes ciudadanos malayos y muy bien arropados.

Ah, casi lo olvidamos! En la casa de la jungla no estábamos del todo solos. Un escorpión nos visitó un día y los monos se montaban su party cada noche en nuestro tejado. Lo peor de todo es que nuestra habitación era un colchón en el suelo con mosquitera y no teníamos lo que se puede llamar pared, sino un metro de cemento y lo demás de madera, dejando una separación entremedio de más de un palmo, es decir, una casa al aire libre! Consecuencias? Una noche se coló un mono en nuestra habitación, a cada salto que daba más me salía el corazón.

LO PEOR: Estuvimos trabajando muchos días con los vídeos y cuando ya prácticamente los teníamos terminados, nos dejó de funcionar el disco externo perdiendo con ello gran parte de nuestro trabajo. Pudimos montar sólo un vídeo con los recortes que teníamos guardados en el ordenador, perdiendo la mejor parte. Le prometimos hacerle el gran vídeo en cuanto recuperásemos la información del disco duro donde también estaba todo nuestro viaje.

Y como traca final, el vídeo que hicimos (bueno, la parte) !

DATOS PRÁCTICOS:

*Para recibir los datos de los anunciantes en la página web de HELPX tendrás que pagar una cuota anual de 20 euros.