Revista Educación

Compartir piso: Normas básicas (1)

Por Sexologo
Compartir piso: Normas básicas (1)Hoy en día, debido a los altos precios de los alquileres y a las desorbitadas cuotas hipotecarias, cada día hay más gente que decide compartir piso. Esta práctica hasta hace muy poco estaba limitada a inmigrantes con bajos recursos y a jóvenes universitarios que estudiaban fuera de sus localidades, pero hoy en día ya cualquier persona en cualquier circunstancia puede preferir vivir con compañeros de piso para no pasar apuros económicos por los gastos residenciales.
Pero a veces el ahorro económico no compensa los problemas que genera la convivencia. Si quieres evitarlos, ahí van unos cuantos consejitos de alguien que lleva muchos años compartiendo piso (9 añitos de nada):
- Lo primero decirte que la convivencia es difícil, que cada un@ venimos de nuestra madre y nuestro padre, con unos hábitos y unas costumbres concretas, y muchas veces muy diferentes al de cualquier otra persona. Por ello mi primer consejo es que seas flexible. No te tomes las indicaciones que doy a continuación como normas inamovibles, rigurosas, aplicables a todos los casos y universalmente beneficiosas, porque no es así.
- Debido a las dificultades que conlleva la convivencia, cuanto menos se comparta mejor. Y me refiero a cosas generadoras de conflicto, como son ciertas compras, ciertos espacios, la comida, la limpieza... Más adelante detallaré como organizarse en cada uno de estos apartados. Por otro lado, el compartir o no las cosas positivas que puede aportar la convivencia dependerá de la confianza que se genere y la conexión existente entre los compañeros: fiestas, cenas, charlas nocturnas, ver películas... pueden ser verdaderos regalos.
- Gasto de alquiler: Cada miembro pagará por la habitación en la que está instalado. Por ejemplo; tres personas en un piso de tres habitaciones que cuesta 600 euros: 200 euros por persona. Si una habitación la ocupan dos personas (una pareja), Compartir piso: Normas básicas (1)considero que lo más justo es que cada miembro de la pareja sólo pague la mitad (100 euros en el ejemplo anterior), porque están compartiendo no sólo piso, sino también habitación. Los gastos por consumo ya es otro cantar, que explico en el siguiente apartado.
- Gastos por consumos: Se divide cada recibo entre las personas que habitan la casa. Aquí entra la comunidad, la luz, el gas, el agua... Si una habitación la ocupa una pareja, da igual; el consumo es por persona. Así que en un piso de tres habitaciones en donde viven dos personas + una pareja, se dividirá todos los consumos entre 4.
- Otros gastos: Os recomiendo que pongáis un bote común. En éste podéis añadir una hoja de control, en donde se apuntaría lo que se compra, su precio y el dinero que queda en el bote. Este dinero se usará para comprar todo lo que sea de uso común y siempre que todos estén de acuerdo: servilletas, papel higiénico, productos de limpieza...
- Gastos ante ausencias prolongadas: Si una de las personas se ausenta un tiempo considerable, debería abonar igualmente el alquiler, ya que tiene inutilizada su habitación y el gasto es el mismo. Si su ausencia es muy larga, por ejemplo más de un mes, los gastos por consumo no creo que deba pagarlos. Si por ejemplo se marcha tres meses a vivir fuera, tendría dos opciones: a) Pagar el alquiler igualmente (pero no los gastos) y así poder volver al piso cuando regrese, o b) Desocupar su habitación con el consiguiente peligro de que a su vuelta su habitación pueda estar ocupada por otra persona.
- Habitaciones: Cada habitación es de uso personal y exclusivo. Nadie debería entrar nunca en la habitación de otro, Compartir piso: Normas básicas (1)salvo que el dueño dé su permiso expresamente. Entrar sin permiso en la habitación de un compañero de piso en su ausencia es una de las invasiones más graves que se pueden hacer en un piso compartido. Y si está en su habitación... ¡llama antes de entrar!
- Armarios y pequeños espacios: Repartirlos, así evitaréis conflictos. Es conveniente repartir de forma equitativa (más o menos) los armarios de los espacios comunes, los espacios de la nevera, las baldas del baño o los cajones de la cocina.
¿Y cómo nos organizamos para ver la TV en el salón? ¿Qué hacemos con el tema de las visitas? ¿Y el limpiar qué? ¿Se debería poder fumar en casa o no? Todo esto y mucho más, en el siguiente post.

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