Comprando botas urbanas para niñas

Tal vez recordaréís que hace algún tiempo os expliqué que mis hijas querían unas botas urbanas y os enseñé en este post las botas que les habían gustado. El tiempo fue pasando, lo fuimos dejando y hasta hace un par de semanas no hicimos el pedido. Así que Àfrica Uri, Enoâ y yo nos sentamos en el sofá con el ordenador, entramos en la tienda online de Spartoo y nos pusimos a mirar botas.

Enoâ quería unas botas de Hello Kitty, en concreto el modelo Ujade; pero para nuestra desgracia, cuando quisimos hacer el pedido, la talla de Enoâ se había agotado, así que nos tocó mirar otro modelo, y se decidió por estas botas de la marca Conguitos. El modelo que le gustaba a Àfrica Uri todavía estaba disponible, así que lo pudimos pedir.

Las botas de Enoâ

Hicimos el pedido un domingo por la tarde, y tuvimos que explicar a las niñas que el pedido tardaría en llegar unos días, que posiblemente a partir del miércoles las tendríamos en casa. La espera se les hizo insoportable e interminable, como podréis suponer. Así que, cuando el martes volvieron del colegio y las botas aún no habían llegado, empezó la desesperación, y tuvimos que volver a recordarles que no podíamos hacer otra cosa que no fuera esperar, que las botas estaban de camino, pero que no podíamos hacer nada para que llegasen antes.

Finalmente las botas llegaron el jueves a mediodía, cuando Àfrica ya empezaba a estar bastante enfadada -enfado que desapareció rápidamente en el instante en que vio la caja con sus botas en la habitación-.

Desde entonces no se han querido quitar las botas.  Fijaos cuánto les gustarán que, por lo general, lo primero que hacen cuando llegan a casa es descalzarse, y durante la primera semana que han tenido las botas, cuando han llegado del colegio, ¡no ha habido manera de que se quitaran las dichosas botas!

Las botas urbanas de Àfrica Uri

A nivel personal, me gustan más las botas de Àfrica. Es un modelo casual, de la firma Marco Tozzi. Las botas de Enoâ son más… digamos… clásicas para mí, más coquetas; pero es que Enoâ es así: de rosa, y de corte más clásico (lo que me ha sorprendido porque de más pequeña le veía más pinta de princesa macarra que a Àfrica, pero parece que se están invirtiendo los papeles). Enoâ escogió unas botas Conguitos, una firma española dedicada al calzado infantil.

Pues ésta es la compra que finalmente hicimos. Ya os digo: ellas están encantadas con las botas que han elegido; y, si por ellas fuera, no se las quitarían. Con las botas de Enoâ tenemos que ir con más cuidado, porque no son tan de batalla como las de Àfrica, y de llevarlas tantos días seguidos se  han pelado un poquito por la punta, así que ya se las estamos “racionando”, porque Enoâ todavía está en el patio de educación infantil, donde tienen arenero y juegan mucho tirados por la tierra, y estas botas, si las lleva a menudo, acabarán hechas trizas. De todas formas, nos gusta más que al colegio vayan con zapatillas deportivas, porque también es mucho más cómodo; así que creo que ahora, que ya se les está bajando un poquito La Fiebre De Las Botas, no será tan difícil hacerles entender que no pueden llevar las mismas botas en todas las ocasiones.

¿Conocíais estas firmas? ¿Qué os parecen las elecciones de las peques de la casa?

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Feliz fin de semana.