Compras y regalos en beneficio del planeta.

A punto está de concluir este 2.010, Año Internacional de la Diversidad Biológica, así declarado por la UNESCO. Sin duda, la declaración de este periodo anual ha servido de telón de fondo para resaltar la valiosísima biodiversidad que nos rodea y contra la cual a menudo atentamos con nuestras actividades cotidianas.
No es mi intención hacer balance alguno acerca de los avances o contraposiciones obtenidos a lo largo del año en lo que respecta a la referida materia, pero resulta inevitable aportar ciertos comentarios al respecto. Paradigmas del efecto apreciable de semejante declaración son las escasas pero destacables medidas a nivel nacional que algunos países han puesto en marcha con el fin de paliar el impacto ambiental de su industria y su motor energético; pues sin ser en absoluto suficientes para paliar un problema de repercusión mundial refleja el compromiso de muchas naciones por el futuro del planeta, que es en resumidas cuestasel suyo propio . Este año nos deja también algunas trazas de concienciación ciudadana y gubernamental con la notable apuesta por las energías renovables y el uso de sistemas de iluminación y aparatos electrodomésticos de bajo consumo eléctrico, no en vano ha sido percibido tanto un incremento del uso de energías libres de contaminación, como atestigua el hecho de que el treinta por ciento del suministro eléctrico generado en la Comunidad Valenciana (España) se obtiene de forma limpia y que gran parte de los electrodomésticos y bombillas compradas este año ofrecen un consumo reducido. Por fin, ecología y economía se dan la mano; parece que la crisis financiera ha dado un gran respaldo al medio ambiente.
Si de biodiversidad hablamos, este ha sido un año en el que los hallazgos obtenidos por la comunidad criptozoológica internacional han tenido mayor repercusión que nunca. La exploración del océano en puntos específicos ha revelado una diversidad de vida inesperada a profundidades abisales, pero en tierra firme nos hemos sorprendido también con la descripción de decenas de miles de nuevas especies de Flora y Fauna entre las que destacaría las tres especies de Varanos gigantes hallados en Asia y Oceanía, las decenas de novedades que hacen referencia a Anuros hasta ahora desconocidos para la Ciencia, Loros de tierra y otras Aves, Saurópsidos diversos, Mamíferos variados entre los que destacan Primates recién descritos, miles de Insectos, Crustáceos, Anfibios y un interminable etcétera entre los que sobresale los ecosistemas casi vírgenes explorados en Borneo y Nueva Guinea, de cuyas expediciones se deducen un buen número de especies novedosas; y todo ello sin hablar de Bacterias que metabolizan el Arsénico y lo incorporan a su ADN o formas de vida que sobreviven en las condiciones más inesperadamente adversas.
Por otro lado, el presente año terminará claramente como terminan casi todos; aunque condicionado por las dificultades económicas que muchas familias llevan arrastrando desde hace algún tiempo, el fervor consumista despierta en estas fechas, incitando a muchos de nosotros a retomar una actividad a menudo irracional e insana para nuestro bolsillo, pero aún así no todo está perdido, pues hasta esa desviación comercial del espíritu navideño puede resultar benigna para nuestro entorno y su biodiversidad si actuamos responsablemente.
Afortunadamente muchos artículos y juguetes están dispuestos para ser adquiridos u obsequiados causando un impacto mínimo, pues el reciclado y la reutilización han llagado con fuerza en esta Navidad; además, de nuevo es la perspectiva económica la causante de que ahora más que nunca se agudice el ingenio con el fin de ahorrar reutilizando. Otra alternativa muy tentadora es la de adquirir productos cuyo beneficio directo resultante de su comercialización se destine a proyectos de conservación y regeneración de especies y ecosistemas, como es el caso de los artículos ofrecidos por el Fondo Mundial para la Naturaleza.
Regalo inteligente es aquel que contribuye
a la conservación de la biodiversidad.
En efecto, esta organización internacional de carácter ecologista sin ánimo de lucro ofrece una serie de productos obtenidos de forma energética y materialmente limpia (Energías renobables y materiales no contaminantes, reciclados o reciclables) con el fin de obtener recursos económicos íntegramente destinados a la conservación de numerosas especies en peligro de extinción, así como aquellos ecosistemas más necesitados de protección.
Comprar un llavero de WWF, representación de las especies más amenazadas, supone a la vez tanto un detalle para ese ser querido como para la Fauna en peligro de extinción, pero si los llaveros no le resultan agradables o apropiados para sí mismo o el destinatario de su obsequio, quizá le agraden más los peluches sobre animales amenazados, recreados solos o en posesión de sus crías, todo un estímulo para los más pequeños.
Además es posible encontrar obsequios mucho más útiles y prácticos como la Agenda 2.011 editada por WWF y National Geographic, Calendarios de mesa o de pared con las mejores instantáneas, camisetas con las temáticas más concienciativas, mochilas, bolsas de merienda y para el pan, broches, chapas simbólicas, colgantes, y pegatinas; algunos de los cuales son acompañados de un pequeño regalo con su compra. Navidad y conservación en un mismo gesto.
Obtener cualquiera de estos productos a un precio módico es tan sencillo como hacer una solicitud a través del correo electrónico socios@wwf.es, para lo cual no resulta necesario ser socio de la organización o realizar un pedido a través de cualquiera de los dos teléfonos disponibles: 91 354 0578 y 902 102 107. Será necesario aportar el nombre completo del comprador, un teléfono de contacto y / o dirección de correo electrónico, dirección postal de recepción y la elección del artículo o artículos deseados. También son admitidas donaciones económicas a la fundación, cuyo destino será el mismo que el beneficio obtenido por los artículos dispensados.
Más allá de la Navidad, esta iniciativa se mantendrá todo el año hasta el fin de existencias.