Revista En Masculino

Comunicación no verbal: un instrumento educativo

Por Entrepapás @entrepapas

003 Keine Imitation - Empathie

La idea de comunicación no verbal ha fascinado siempre y se ha desarrollado últimamente. Artistas como los pintores o escultores siempre la han tenido presente y siempre fueron los más conscientes de cuánto puede transmitir un gesto, una posición, una mirada que se acompaña de algo, la postura. Todos estas expresiones del cuerpo comunican y de manera más verdadera que las palabras. Nuestro cuerpo no aprende a mentir como lo hace nuestro cerebro ayudado por las palabras. Los mejores actores son los que dominan la expresión corporal.

Desde el momento en que nace un bebé, ya se le hace saber, de muchas formas no verbales, que es un niño o una niña. La gente no sostiene a los bebés igual, ya hace diferencias dependiendo de si es niño o niña en su manera de cogerlo. Desde pequeños el entorno es más brusco con los niños y más tierno con las niñas. Si los bebés actuan de manera que nuestra sociedad piensa que es impropia de un niño/a nuestro cuerpo se lo hace saber y del mismo modo se refuerza lo acorde a lo masculino o femenino. No hace falta mucho para ese refuerzo, una leve mueca de aprobación es suficiente.

Nosotros los padres y los educadores deberíamos prestar mucha más atención al cuerpo y proteger a los nuestros. ¿Quién ayudará a mi hija a los 17 años si tiene mucho pecho? ¿Lo esconderá y curvará sus hombros, lo sacará excesivamente? Nadie le aconsejará claramente. Los padres, los amigos, nadie le dirá: -Trata de levantar el pecho algo y tira más de los hombros, no seas muy provocativa pero tampoco ocultes tu cuerpo. La postura con la que nos presentamos ante la vida dice mucho de nosotros por eso considero importante ayudar a nuestros hijos con esto. Quitarles los prejuicios y dar las armas para ser socialmente fuertes.

Por otro lado manejar los conceptos comunicativos corporales nos hará entender mejor a nuestros hijos. Puede que en un momento dado tu hijo te grite con rabia o insulte. Seguramente ese día le ha pasado algo o nosotros hemos hecho algo que desata eso. En ese momento hay que mirar su cuerpo y puede que el mensaje más simple sea: abrázame o vuelve en cinco minutos. Mi hijo me ha gritado alguna vez con mucha rabia y me ha parecido que su cuerpo estaba triste y el abrazo me ha funcionado, se ha dejado querer y luego ha pedido perdón.

En el colegio también lo utilizo, cuando dos niños vienen con un conflicto miro y observo más que escucho y suelo entender rápidamente qué pasó y quién dice la verdad. Escuchar al cuerpo nos ayuda a resolver problemas.

Por último si queremos evitar gritos y discusiones sin fin podemos establecer con nuestros hijos ciertos códigos. Si tu hijo grita mucho (y no tienes ni idea de lo que pasa o energía) puedes hacerle un gesto de tiempo muerto con tu mano e ir a otro lugar hasta que se calme. Si explicamos algunas mensajes no verbales a nuestros hijos, no solamente tendremos alternativas a gritos o palabras hirientes, tendremos además la posibilidad de controlarnos mejor y evitar situaciones de conflicto.

Si cubrimos la consola con un cojín o la tele con una toalla significará un código establecido y aceptado entre padres e hijos que evitará un problema. A veces hablar menos ayuda mucho.


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