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Con él se apagó la estrella que iluminaba su vida.

Publicado el 14 junio 2014 por Lluna
Con él se apagó la estrella que iluminaba su vida.
Como cada tarde Lucia, visita a su abuela, con la que comparte sus secretos , es quien mejor la orienta, la muchacha acaba de cumplir los dieciséis años ,se siente feliz, lo celebró en familia, el domingo al mediodía y a la tarde, con el chico de sus sueños, Pablo, un guapo moreno al que la alegre muchacha le ha robado el corazón y hoy le ha propuesto ser novios. Lucia, necesita contárselo a Emma, su abuela antes que a nadie, sabe que ella la entenderá.
Emma, se siente la mujer más dichosa sabiéndose cómplice de su niña, la abuela prepara una taza de chocolate para Lucia y ella tomará un  té a la menta, sacará las galletas favoritas de la chica, las dos en la salita de estar, a Lucia le gusta sentarse en el suelo, sobre la alfombra, frente a la butaca de Emma, que contempla a su nieta, para si piensa en la hermosa mujer que se ha convertido, tiene la mirada de Hugo, su esposo, el que fue el gran amor de su vida, la mujer suspira, aún le ama a pesar de que le falta desde hace muchos años.
Lucia, toma de la mano a su abuela ,le habla de Pablo con voz entrecortada por la emoción, Emma sonríe, conoce muy bien esa sensación, la muchacha pregunta  a la abuela  como conoció al abuelo, Emma piensa, es cierto no han hablado de ello, Emma, melancólica, comenzará su relato.
Emma, cada mañana tomaba el autobús para acudir a su trabajo, era secretaría en un despacho de abogados, todos los días coincidían las mismas personas, había un muchacho muy alto, que siempre intentaba permanecer cerca de ella, era Hugo, un atractivo periodista uruguayo, corresponsal de  un diario  de su tierra, su mirada  era la más chispeante que jamás vio.
Un día, consiguió asiento junto a ella, sin más, se presentó tras una grata charla  le propuso hacerle una entrevista, estaba escribiendo un artículo sobre la mujer joven en España, a Emma le pareció divertido y más la manera de conocerse, ella aceptó, quedaron en encontrarse esa misma tarde, en la parada donde ella tomaba el autobús.
 Emma, vivía con Carla, su hermana, que era una madre para ella, cuando quedaron huérfanas, Emma era una niña de diez años y Carla una joven de dieciocho, el padre, a los pocos meses de enviudar, se casó y las dejó solas. Carla luchó mucho, pero salieron adelante, permanecido soltera, mantenía una relación con un hombre casado, al que amaba con locura, durante el  almuerzo, Carla escuchaba a Emma entre risas, le encantaba ver a su pequeña tan contenta, Carla le aconsejó prudencia, no conocía a ese Hugo, aunque sabía que Emma era una chica muy cautelosa.
A la hora concertada, Emma llegó apresurada, no le gustaba retrasarse, Hugo llevaba  unos minutos esperándola. Se saludaron con un beso en la mejilla, pasearon hasta el puerto, charlando, riendo, entraron a una cafetería de aspecto tranquilo donde le haría la supuesta entrevista, comenzó con las preguntas, pero Emma estalló en risas, sabía que la entrevista no era más que un pretexto para conocerla, pero no le importaba, Hugo era un muchacho encantador, se sentía muy cómoda con él, de regreso a casa, Hugo la tomó de la mano, al llegar a la puerta ,entre unos árboles se besaron dulcemente, ese fue el comienzo de su historia de amor, .Desde aquel día, Hugo esperaba a Emma a la salida de la oficina, pasaban la tarde juntos, los fines de semana, salían a cenar y bailar, una noche de verano, caminaban cerca de la playa, a Emma le apetecía acercarse al mar, le gustaba sentir el agua en sus pies descalzos, jugaban en la orilla, no fueron capaces de reprimir sus deseos, buscaron un lugar discreto y en la arena de playa se amaron por primera vez,  para los dos fue algo especial, se prometieron no separarse nunca.
Seis meses después, Hugo debe regresar a su país, su tiempo de estancia en España acabó, le comunica la noticia a Emma y le pide que vaya con él, pues no concibe su vida lejos de ella, quizás regrese pero no sabe cuándo, Emma sin pensárselo acepta, ella en su interior siente que así debe ser ,Hugo en dos días viajará, Emma, en cuanto solucione temas de documentos se reunirá con él.
Emma le contará a su hermana su decisión, Carla conoce la espontaneidad de Emma, aunque le parece una locura, piensa que ella no es quien para convencerla de lo contrario.
Ha pasado un mes desde que Hugo no está. la melancólica  Emma, hoy tomará el avión rumbo a Uruguay, el viaje se le hace eterno se siente ansiosa por abrazar a su amor. El avión aterriza con media hora de demora, Hugo, impaciente la espera, al verla desembarcar ,corre hacia ella, a la salida del aeropuerto, una sorpresa aguarda a Emma, un coche adornado con flores les conducirá al domicilio de Hugo, donde conocerá a la familia del muchacho, en  el trayecto, Hugo le entrega a Emma un pequeño paquete, una alianza, le propone matrimonio, tiene todo a punto, aprovecho este mes y organizó los preparativos, ella, emocionada le dice que si,  en dos días serán marido y mujer.
El tiempo pasa, un año después Emma le anuncia a Hugo su embarazo, el enloquece de alegría, nacerá Aida, la mamá de Lucía, cuando la pequeña cumplía los cinco meses, la familia regresará a España, Hugo tiene su plaza fija allí.
Se instalarán en una acogedora casa que les consiguió Carla, su vida comienza de nuevo, Emma en su tierra, con su amor y la  pequeña Aida no puede ser más feliz, además cerca de su hermana, siempre dispuesta a ayudar. A los dos años, nacerá Sergio, su segundo hijo , un niño precioso con los mismos rasgos que su padre.
Emma, siempre ocupada con los dos pequeños, Hugo, a pesar de que su trabajo le obliga a pasar muchas horas fuera de casa, disfruta de su vida junto a Emma, los años que ha pasado junto a ella han sido como una hermosa película, han superado problemas como cualquier pareja, ambos han luchado en todo momento, por su hogar, su familia.
Emma, espera a su hijos a la salida del colegio, Aida ha cumplido los diez años, Sergio tiene ocho, los dos crecen sanos y con gran vitalidad, Emma los llevará al parque antes de regresar a casa, cuando se cansan de jugar, sentados junto a su madre, tomaran su merienda y dejarán el parque, al llegar a casa, toman un baño, hacen sus deberes escolares, mientras Emma prepara la cena, se siente intranquila, no sabe por qué.. cuando suena el teléfono, es del periódico donde trabaja Hugo, le dicen que vaya hacia allí, Emma llama a Carla para que se quede con los niños,  ella apresurada deja su casa, no espera nada bueno, a su llegada, el director la espera en su despacho, con mucho tacto, le dirá que Hugo y el fotógrafo que le acompañaba han tenido un accidente de coche, iban por una carretera en no muy buen estado, algo reventó uno de los neumáticos, perdieron el control, despeñándose por un precipicio, murieron en el acto los dos, Emma, abatida, rota por el dolor, llora amargamente, el hombre promete ayudarla en lo que sea necesario, Emma no quiere nada, solo a Hugo con ella, el mundo se desmorona a sus pies,, se apagó la estrella que iluminaba su vida.
Emma, debe vivir por ella y por Hugo, luchar por sus pequeños, desde ese momento será padre y madre, siempre pensado en lo que haría o diría Hugo, su gran amor.
Emma, queda en silencio, las lágrimas no le dejan seguir hablando, en su mente, la imagen de su amado Hugo, mirándola sonriente, Lucía, abraza a su abuela, no puede evitar llorar con ella, es la historia más dulce que ha escuchado nunca, Emma aconseja a su nieta que si está segura de que siente algo por Pablo no lo piense, puede dejar pasar lo mejor de su vida.
Magda Jardí
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