Revista Sociedad
El asesinato de 72 migrantes centroamericanos en México próximo a la frontera con Estados Unidos ha sacado a la luz la dura realidad de las personas que deciden cruzar hasta el otro lado en busca de una mejor calidad de vida.
El padre Alejandro Solalinde dirige un refugio para migrantes en Ciudad Ixtepec, en el estado de Oaxaca. Ofrece asistencia humanitaria a los migrantes en su camino a EEUU. Amnistía Internacional denuncia que él y su equipo han recibido ataques y hostigamiento por parte de miembros xenófobos de comunidades locales, alentados a menudo por bandas de delincuentes y autoridades locales.
Es por ello que Amnistía Internacional pide nuestra colaboración para que las autoridades mexicanas proporcionen la seguridad necesaria para estas personas y puedan conservar sus vidas. La mejor forma de que no se tome represalia contra esta persona es con tu firma.¡¡¡¡¡¡Actua!!!!!