Revista Economía

Conclusiones y comentarios relativos al VI Congreso de Facturación Electrónica y Digitalización Certificada

Publicado el 27 febrero 2012 por Barborza @bartolomebz

Conclusiones y comentarios relativos al VI Congreso de Facturación Electrónica y Digitalización Certificada

El pasado jueves 23 de febrero tuvo lugar en Madrid el VI Congreso de Facturación Electrónica y Digitalización Certificada organizado por AMETIC, que contó nuevamente con ponentes de primer orden en estas materias provenientes del mundo de la empresa y de la Administración Pública.

En su inauguración Martín Pérez, Vicepresidente primero de AMETIC, mostró la preocupación del sector ante la situación actual del proceso de implantación de la factura electrónica tras las importantes inversiones que han venido realizando. Hizo hincapié en los ahorros que supone el uso de la factura electrónica, estimados en 0,75 euros para el receptor y de 1,90 para el emisor, y que en su día la administración cifró en un importe de 15.000 millones de euros, y afirmó que España ocupa en la actualidad el puesto 18 de 27 de Europa en implantación de la factura electrónica con un porcentaje de envíos del 25 % frente a la media del 31 % de la Unión Europea.

Martín Pérez pidió asimismo al Gobierno clarificación acerca de la obligatoriedad de su utilización con las Administraciones Públicas para que las empresas especializadas sigan invirtiendo en el proceso o dejen de hacerlo.

Por su parte, Borja Adsuara, Director de Red.es expuso a los asistentes los contenidos del plan de impulso a la facturación electrónica, elaborado por Red.es por encargo de la SETSI, y afirmó que el Gobierno va a impulsar su implantación, pero que ésta se realizará dentro de los nuevos parámetros de control del gasto y de seguimiento de todas las inversiones y que espera que sea un factor de creación de empleo, productividad y ahorro que, además, puede paliar la morosidad ya que acabará con “las facturas en un cajón” y permitirá mayor eficiencia en su gestión.

Adsuara anunció también que la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información (SETSI) invertirá 650.000 euros para incentivar el desarrollo de la factura electrónica, una  cantidad que puede parecer elevada, pero que,  según datos de la propia Administración, permitiría ahorrar 15.000 millones de euros, o lo que es lo mismo, el 1,5% del PIB español.

La primera mesa trató del formato facturae 4.0, en la que Carlos Maza, Subdirector General de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, realizó un recorrido acerca del formato facturae, convertido hoy día en un estándar, y de la convergencia de esta última versión, aún en fase borrador, hacia los estándares internacionales.

En la segunda mesa, Vicente Vilata, Director General de Edicom, habló de la factura electrónica en Latinoamérica, un lugar donde esta figura está creciendo a un ritmo vertiginoso, pero que presenta diferencias importantes en cuanto a la gestión e intervención que lleva a cabo la Administración Tributaria sobre esta figura, ya que en la gran mayoría de los casos, para su validez se requiere una validación o fiscalización previa a su emisión.

De las dos mesas dedicadas a la Digitalización de facturas, destacaría el hecho de la importancia que representa esta herramienta en la pyme, que la está utilizando incluso más que la propia factura electrónica, debido fundamentalmente a la sencillez de su implantación y gestión. Si bien, en un principio parecía que el principal atractivo de ésta se encontraba en el hecho de poder tirar el papel una vez se ha realizado la digitalización certificada del documento, todos coincidimos en que lo fundamental es buscar la eficiencia mediante la automatización e integración con los ERPs. Efectivamente es importante poder eliminar el original del documento en papel al disponer de una imagen fiel e íntegra del mismo con validez fiscal, pero esta buscada eficiencia quedaría a medias si tuviéramos que volver a teclear los datos contenidos en las facturas. Las aplicaciones homologadas por la Agencia Tributaria (51 softwares) permiten no sólo obtener la imagen íntegra y fiel, sino incluso extraer los datos que nos permitan volcar los datos a los sistemas contables.

La mesa dedicada a la interoperabilidad fue, como en las ediciones anteriores, una de las que más debate suscitó. Es cierto que tenemos aplicaciones, es cierto que la metodología está implantada, existen en el mercado una gran variedad de aplicaciones y sistemas adaptables a todo tipo de organizaciones, pero, no es menos cierto que seguimos teniendo una asignatura pendiente: la interoperabilidad.

Si ahondamos en la raíz de este problema pienso que gran parte de la culpa de que muchas empresas no pueda interoperar  con todos sus clientes y/o proveedores, la tienen los “grandes”. Quizás en un afán desmesurado por hacerse con toda la tarta sin querer dejar parte del pastel a la competencia, imponen indirectamente trabas a la expansión de esta figura de la que tan necesitada está la empresa, que tanto interés tiene, y que están impidiendo su expansión.

Por otro lado, también se apuntó a la problemática de la interoperabilidad transfronteriza, originada por algunos lobbies europeos que tienen objetivos contrapuestos a los nuestros, y que están centrando sus discusiones en los formatos de las facturas, en el uso o no de la firma electrónica y en la supuesta dificultad de su gestión por parte de las pymes. Sin duda un peligro acechante que puede desvirtuar todos los avances producidos hasta la fecha en la factura electrónica a nivel  europeo.

Por último Jorge Palacio, Jefe de Área de la Secretaría del Foro Nacional de Factura electrónica del Ministerio de Industria, Energía y Turismo nos hizo un recorrido sobre lo que ha sido la factura, los logros conseguidos, e incluso anunció algunas novedades que aparecerán próximamente, como, por ejemplo, la modificación de la Ley de Firma Electrónica.

Como conclusión particular acerca del Congreso, os puedo decir que se observa un gran desánimo generalizado entre todos los sectores implicados en la factura electrónica, debido a las grandes inversiones que se han venido realizando desde que se reguló el uso de esta figura, y de manera especial, desde que se empezó a anunciar la utilización obligatoria de esta figura allá por el año 2005, en boca del entonces Ministro Montilla, algo que, a fecha de hoy sigue en suspenso, y sin embargo, se sigue trabajando en aspectos que nos ofrecen un ápice de confianza, como el Punto General de Entrada de Facturas Electrónicas para el ámbito de los órganos de la AGE, sus organismos autónomos y agencias estatales, que anunció el Presidente Zapatero el pasado mes de agosto.

Si en algo coincidimos todos los asistentes al Congreso es en el hecho de que la única forma de que las empresas adopten esta primordial herramienta empresarial es por la vía de la obligatoriedad. Es cierto que la situación económica no es la ideal para emprender proyectos, pero también es cierto que éste fue un compromiso del Gobierno que tarde o temprano tiene que salir a la luz, al menos así lo creo yo. Todos hemos sido testigos de que, la obligatoriedad en la presentación telemática de declaraciones no gustó a casi nadie en un principio, sin embargo, a unos años vista, nadie quiere volver al papel, simplemente por el hecho de que nadie desea sufrir deterioros ni restar eficiencia a su gestión empresarial. Pues de la misma manera, si se impusiera la obligatoriedad a la hora de contratar con el Estado, se agilizarían los procesos y no se perderían facturas en los cajones de ningún despacho como afirmó en la inauguración el propio Adsuara. Los “pequeños” por su parte no tendrían grandes problemas a la hora de utilizarla, ya que cuentan desde el año 2007 con un programa de ayuda gratuito que permite generar la factura electrónica en el formato requerido.

Esta medida, podría complementarse con alguna otra de las que el Gobierno actual está aprobando, como es, por ejemplo, el mecanismo de financiación a las entidades locales para el pago a proveedores. Si no se aprueba imponer la obligatoriedad en este campo, al menos el Estado debería garantizar el cobro más rápido de las facturas cuando éstas entren por el circuito electrónico… ¿Recordáis cómo muchos contribuyentes empezaron a presentar su declaración de Renta por Internet simplemente porque en una semana tenían en el bolsillo el importe de su devolución? Estoy convencido que basta con acelerar el pago de las facturas por parte de las Administraciones Públicas a aquellos que las presenten en formato electrónico, para que la Factura Electrónica comience el despegue que necesita ¿Qué opinais?

No quiero terminar este post sin, una vez más felicitar a AMETIC por su VI Congreso así como a Atenea Interactiva por la profesionalidad empleada en la organización de un evento cuya convocatoria, este año ademas, ha sido realmente complicada.


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