Conecta con tu SENSUALIDAD: Porqué es importante trabajar este aspecto.

En esta vida de prisas, de producir y consumir, de conseguir “logros y objetivos” y demás valores que a veces se nos van de las manos y generan más ansiedad que otra cosa, la conexión con nuestros propios sentidos, la capacidad de disfrutar y el placer de saborear, oler, mirar, oír o sentir…se nos olvida. Y esto hace que vayamos en desconexión con nuestro cuerpo, que al final, seas o no creyente de cualquier filosofía o religión es el vehículo que te lleva por el mundo. 

Se capaz de frenar, pararte a sentir y a disfrutar de la información que te dan tus receptores sensoriales, siempre que esa posible, es lo que define la sensualidad…que al final tiene mucho que ver con tu capacidad de disfrute.

¿Exploramos esta idea un poco más? ¡Vamos al lío!

1. ¿Qué es la sensualidad?

Sensualidad (R.A.E.)

Del lat. tardío sensualĭtas, -ātis.

1. f. Cualidad de sensual.

Sensual (R.A.E.):

Del lat. tardío sensuālis.

1. adj. Perteneciente o relativo a las sensaciones de los sentidos.

El concepto de sensualidad ha estado tradicionalmente relacionado con la sexualidad y el deseo, pero la verdad es que lo trasciende en su más pura definición, porque hace referencia a la capacidad de disfrutar con los sentidos. Es decir, a VIVIR CON INTENSIDAD lo que ves, oyes, hueles, sientes o saboreas.

Obviamente, ambas cosas están relacionadas porque el placer sensorial también tiene una relación íntima con el deseo, el sexo y la relación que tengas con tu cuerpo.

Pero yo hoy me quedo con la acepción más global de este término, que vamos a profundizar un poquito.

2. Sensualidad en la cultura actual.

Como decía en la entradilla, el mundo desarrollado en que vivimos, las prisas y la obsesión por producir-consumir-producir-consumir… hace que la relación con nuestra capacidad de disfrute caiga en el olvido. Incluso desde la perspectiva más sexual del concepto que nos ocupa, a veces se ha relegado totalmente a la genitalidad (como en el porno o incluso en el cine, publicidad, etc.) olvidando que podemos sentir placer simplemente con una comida rica, música agradable o nuestro olor favorito.

La sensualidad entendida ampliamente no tiene que ver con el género tampoco, simplemente es una posición en el mundo, en la vida: tu capacidad de conectar contigo, con tu cuerpo y tus sentidos, tu capacidad de frenar para paladear, oler, tocar o dejarte acariciar o acariciarte…

Mireia Darder, de quien ya te hablé en la reseña de su libro“Nacidas para el placer”, trata ampliamente este tema también en la obra que te comento y en talleres prácticos.

3. Cómo trabajar tu sensualidad.

Dicho esto, ¿cómo tener más presente esta necesidad de estar conectada con mis sentidos, de disfrutar, en esta vida de hoy?

Para: ir corriendo de una cosa a otra nos hace desconectarnos de nuestro yo, valores y capacidad de disfrute. Procurar momentos al día de soledad, silencio, introspección o meditación es muy importante para orientarnos hacia esta capacidad de sentir y disfrutar.

Escúchate: conocer cómo te sientes y darte espacio para hacerlo es el siguiente paso. ¿Sientes dolor, cansancio, ansiedad, ilusión, alegría? Partir de la emoción que tengas es el siguiente paso para poder responder a ella en consecuencia.

Explora: la sensualidad está muy relacionada con la curiosidad y la capacidad de aprender, vivir y coleccionar momentos. Sabores nuevos, canciones diferentes (¡o bailes!), aromas … cultivar la capacidad de sorprenderte es sentir la vida en ti.

¿Y tú, te consideras una persona SENSUAL? Te dejo como regalo una canción de Norah Jones que me encanta (y me parece muy sensual) 

Gracias por seguir en este viaje. 

 ¡A vivir!