Confesiones desde el portátil: crisis de identidad

Queridas lectoras (y lectores, que me consta que hay alguno. Contado).
Como muy bien os habéis dado cuenta, este blog mío, que no hace mucho cumplió un año, atraviesa una crisis de nombre. 
No os voy a esconder los trapos sucios, porque soy de las que creo en la autenticidad a la hora de tener un blog, aunque cada uno comparte lo que mejor le parece. 
Caramel Cappuccino, por diferentes motivos ya no tenía mucho sentido para mi blog, y decidí empezar la nueva etapa con un cuidadoso cambio de título. Que acabó siendo más bien desastroso y caótico. Probablemente sea un reflejo de lo que llevo viviendo hace ya un año y pico, una etapa de cambios que aún no acaba de asentarse.
Perdonadme si este tiempo os he confundido un poco con el asunto del nombre, pero si sois blogueras, bien sabréis que a menos que empecéis un blog para una marca ya existente, el tema de elegir el nombre perfecto es de las cosas más difíciles que existen.
Aunque me he arriesgado mucho, y no lo he hecho como se debe, me preocupa lo que los lectores opinen. Porque ya sabéis que el nombre de un blog es lo primero que van a encontrar los visitantes, y va a decir mucho de nosotros.
Tras admitir que de la forma en que lo he hecho yo, no es la forma en que hay que hacerlo, ya me siento un poco mejor, y espero que vosotras podáis ser benévolas con esta chica que atraviesa una larga etapa con grandes cambios en su vida.
Y con todo esto, no pretendo dar lástima ¿eh? :) Que de todas estas cosas estoy aprendiendo un montón. Pero sí me encantaría saber vuestra opinión, sea del color que sea, sobre todo este asunto de la interminable búsqueda del nombre para mi blog. Sois las más indicadas para opinar, ya que sois vosotras las que entráis aquí a leer.
Este post me queda un poco soso, pero una dosis de realidad de vez en cuando no le viene mal a nadie ¿verdad?
Seguid disfrutando de la semana, y a recuperarse de la resaca sanjuanera!!
besos,
Laura.