Revista Coaching

Confía en el proceso

Por Juan Carlos Valda @grandespymes

Confía en el proceso

Por Ángel Alegre

Cuando trabajaba como programador en Microsoft, una de las cosas que más rabia me daba era el pasarme varios días tratando de arreglar un bug sin éxito...

...y luego, llegar una mañana a la oficina, tener un golpe de inspiración, y resolver el problema en 5 minutos.

Este tipo de situaciones me quemaban mucho porque me hacían sentir que todas las horas que había dedicado a investigar y a probar posibles soluciones no habían servido para nada, y que debería haber sabido dónde estaba el error a la primera.

Sin embargo, con el paso del tiempo he descubierto que estaba equivocado.

En realidad, esas horas que había dedicado a buscar una solución sin éxito no habían sido tiempo perdido, sino que habían sido la causa de mi supuesto "golpe de inspiración".

Lo que pasa es que yo no era capaz de ver esa relación causa - efecto porque los resultados de mi trabajo no se veían inmediatamente, sino que se iban acumulando de manera invisible hasta que llegaban a un umbral... y entonces se manifestaban como un "descubrimiento repentino".

Es como el cantero que usa un martillo para romper una roca en trozos más pequeños.

Sus golpes aparentemente no tienen ningún efecto...

Hasta que de pronto, con el martillazo número 1276, la piedra se resquebraja.

¿Quiere decir eso que este último golpe es el que ha roto la piedra y que el resto no han valido para nada?

¡En absoluto!

En realidad, los primeros martillazos son los que han ido agrietando la piedra por dentro, y esas grietas internas se han ido haciendo más y más grandes... hasta que con el impacto del martillazo 1276 por fin se han hecho visibles en el exterior.

Entender esto, que el efecto de nuestras acciones no siempre se ve inmediatamente y que a veces es necesario que pase un tiempo alcance un umbral para que se manifieste, es fundamental para no tirar la toalla en el proceso de crear una vida a tu medida.

Y es que es muy fácil rendirse cuando no ves resultados...

  • Los primeros artículos que publicas en tu blog sin que nadie te lea
  • Los proyectos e intentos de negocios fallidos cuando estás empezando
  • Los meses de frustración cuando estás aprendiendo algo nuevo y te equivocas una y otra vez

La tendencia natural es pensar que todas esas acciones y que todo ese esfuerzo no ha servido para nada más que para perder tiempo y dinero, y para que los demás se rían de ti.

Pero en realidad, son los cimientos de lo que está por venir.

Los martillazos antes de que la roca se rompa.

Así que si tienes claro hacia dónde te diriges y sabes qué es lo que tienes que hacer para llegar allí, sigue adelante.

Confía en el proceso.

Porque todas las acciones tienen un efecto (aunque a veces no esté a la vista), y tarde o temprano los resultados llegarán y recogerás el fruto del trabajo bien hecho.

***

Igual que el que los efectos de las acciones positivas no se vean inmediatamente no quiere decir que no existan, el que las consecuencias de algunas acciones negativas no se manifieste directamente no quiere decir que esas acciones sean inocuas.

Por ejemplo, a primera vista podría parecer que no pasa nada por comerse varios dulces a la semana o por estar todo el día tirado en el sofá, porque justo después de hacer esas cosas no te pones enfermo ni te sientes súper mal.

O que el hecho de que los bancos centrales estén imprimiendo miles de millones es algo que no tiene ninguna consecuencia, porque al día siguiente tu vida sigue igual.

Pero siempre hay consecuencias, y tarde o temprano salen a la luz.

Lo que pasa es que a veces pasa un tiempo hasta que podemos verlas, y no siempre es fácil conectar esas consecuencias -los problemas de salud, la lesión de rodilla, el que para comprar una vivienda normalita tengas que hipotecarte de por vida- con las acciones que ocurrieron semanas, meses o incluso años atrás.

Fuente: https://viviralmaximo.net/confia/


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