Revista Opinión

Confluencia de izquierdas o desastre político

Publicado el 22 julio 2019 por Msnoferini

Hoy se ha iniciado en el Congreso de los Diputados el pleno de investidura, sin saber a ciencia cierta si a la finalización del mismo tendremos fumata blanca y con ello un nuevo gobierno.

El pasado viernes por la mañana, indignado por esa aparente imposibilidad o falta de voluntad del PSOE y Podemos en ponerse de acuerdo para poder cerrar un acuerdo de gobierno, hice un escrito o artículo dando mi opinión sobre la responsabilidad de cada uno de los actores en este drama y las consecuencias que se podrían dar de no cerrarse dicho acuerdo. Pero como no pocas veces los acontecimientos evolucionan a gran velocidad, me encontré con que antes de publicarla mi reflexión quedaba desfasada con la renuncia o paso a un lado dado por Pablo Iglesias ese mismo día.

Realmente el gesto de Pablo Iglesias le honra, pero aun así no parece vislumbrarse una voluntad real por parte del PSOE en querer cerrar un acuerdo de tú a tú con el partido morado, tal vez porque el partido del señor Sánchez no quiera disgustar con la formación de un gobierno realmente progresista a los poderes fácticos o al establishment. Aunque a la hora de repartir culpas, en este juego de la especulación política, no es menos cierto que Podemos también tiene su parte de culpa dado su grado de exigencias y una aparente falta de responsabilidad de estado.

Por lo tanto seguimos sumidos en una aparente incerteza política, donde sigue sin estar garantizada la investidura de Pedro Sánchez. Si mañana o el jueves no se obtienen los suficientes apoyos tal vez nos vayamos de vacaciones –los afortunados que nos lo podamos permitir- sin que se haya constituido un nuevo gobierno y con el temor de que a la vuelta de las mismas tener que encontrarnos con la desagradable sorpresa de que la manifiesta incompetencia de los dos partidos supuestamente progresistas y de izquierdas, Podemos y PSOE –aunque sea muy generoso etiquetar a este último como de izquierdas-, les haya imposibilitado cerrar un acuerdo; sin olvidar que el PSOE y Podemos no suman y con ello es necesario el voto o la abstención de otros partidos. Según parece los egos, los intereses partidistas y tal vez los intereses de ciertos poderes están bloqueando un acuerdo que podría, tal vez, llevarnos al desastre de una repetición electoral.

Ignacio Escolar, director de Eldiario.es, escribía hace pocos días un artículo en el que hablaba de este bloqueo y sostenía a modo de conclusión que: “una repetición electoral es una moneda al aire. La derecha no cometerá otra vez el error de ir dividida –ojo a España Suma, ese plan del PP a imitación de la lista conjunta de Navarra para intentar una colación nacional con Ciudadanos-. La izquierda no se movilizará con la misma intensidad con la que lo hizo en 28 de abril. El ‘que viene el lobo’ de Vox no funcionará por segunda vez. Y por mucho que ambos partidos se vean muy capaces de imponer su versión, convencer a los propios y culpar al otro del fracaso, el claro ganador de la decepción generalizada sin duda será la derecha”.

Realmente no sé si dados los intereses comunes de los tres partidos de la derecha hispana serán capaces de ponerse de acuerdo y concurrir en un único bloque, pues una cosa es Navarra y otra todo el conjunto del estado, pero lo que sí sé es que esa unidad difícilmente la encontraremos en la izquierda, y que el capital con la ayuda de algunos partidos ha conseguido crear las condiciones para sumar una nueva “alienación” a todas aquellas que ya sufre el proletariado (y sobre las que tanto teorizó Marx), y esa no es otra que la enajenación política y sufragista de la clase obrera, cansada esta de que la tomen el pelo y de no sentirse representada.

Somos muchos/as los que, tras el elevado número de citas electorales que hemos tenido en estos últimos meses y el desengaño sufrido por el comportamiento y ciertas promesas incumplidas por parte de los partidos que se etiquetan como de izquierdas, tenemos muy claro que si vamos a unas nuevas elecciones no votaremos. La incompetencia y los intereses partidistas nos han vuelto unos descreídos o incluso a no pocos/as en ácratas, llevándonos a esa total alienación de este sistema político partidista a la que ya he hecho referencia.

MSNoferini

Confluencia de izquierdas o desastre político

Es innegable que el PSOE carga con una pesada losa a la hora de cerrar una confluencia de izquierdas cuando tiene a algunos de sus barones más destacados, como es el caso de Felipe González, pidiendo recuperar la centralidad y que se abandone el antagonismo de bloques.


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