Confrontación permanente…

Sé que estamos en un mundo -por decisión nuestra- competitivo y dual, por definición! Nuestro trabajo y nuestra vida entera nos lo exije, nuestra vida cotidiana en este mundo loco e inhumano!  De alguna manera, no es más que el fruto de la confrontación permanente provocada por nuestro Ego, el mismo que nos hace ver las cosas solo como buenas o malas, blancas o negras, positivas o negativas! Pero, debemos admitir que el Ego es también lo que nos permite sobrevivir en este mundo, pues nace precisamente en él, para adaptarnos al entorno! Sin embargo, el peligro radica en dejarnos llevar incondicionalmente y siempre por él… pues supone la renuncia a nuestro ser esencial… a los matices, las negociaciones, al diálogo con nosotros mismos y con lo demás!

En su justa medida, buscar el equilibrio y huír de la confrontación evitaría muchos conflictos, violencia y malentendidos en nuestra vida y en nuestro maltrecho mundo… social y natural! Seguramente en la raíz de muchos de esos conflictos hay razones suficientes, injusticias que subsanar, aspectos mejorables en la convivencia… pero hacer de ellos un eje central en la vida la convierten en desequilibrada, obsesiva y alientan la lucha permanente… interna y externa! Ya sean colores políticos, equipos de futbol, banderas o himnos, colores, ideologías, creencias o dogmas… y aunque seguramente sean lícitos y haya que preservarlos, exaltarlos o luchar por ellos, debemos procurar siempre hacerlo desde la no violencia, el respeto propio y mútuo… y con el ánimo de encontrar el justo equilibrio!

Seguramente la diferencia radica en el sentido que le demos a estas luchas o revindicaciones personales o colectivas. Muchas veces, tras ellas, no hay más que codicia disfrazada de ideología o de tendencia política, cuando no, poder o afan de lucro; otras veces -las menos, desafortunadamente- hay verdadero sentido de identidad o pertenencia, de justicia y/o afán de superación, ante limitaciones o agravios comparativos, propios o ajenos. Como he dicho antes, como todo en la vida, dependerá del sentido y de la justa manera que le demos a cada uno de nuestros pensamientos, sentimientos y actos!

Sé que es imposible la independencia total, la no involucración, la asepsia o la indiferencia ante situaciones del tipo que sean y que claman humanidad, sentido común y/o justicia! Estar vivo es, precisamente, rebelarse ante la falta de solidaridad, la injusticia, la destrucción sistemática y la falta de derechos personales o colectivos…. aunque todas ellas son debilidades humanas que se crean y recrean en la mente dual, excesivamente rígida, automatizada y casi siempre excluyente! Pero desde la no violencia, la búsqueda de armonia y de equilibrio y la sensatez, todo es posible para el ser humano, siempre y cuando se dé en las posturas presuntamente contrapuestas! De hecho, la armonia, el equilibrio y la sensatez nacen en la paz con uno mismo, lo que no siempre es fácil de conseguir… pero sí lo es aspirar a ella!

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