Frases de Confucio
- Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida.
- La ignorancia es la noche de la mente: pero una noche sin luna y sin estrellas.
- Si no estamos en paz con nosotros mismos, no podemos guiar a otros en la búsqueda de la paz.
- Exígete mucho a ti mismo y espera poco de los demás. Así te ahorrarás disgustos.
- Si ya sabes lo que tienes que hacer y no lo haces entonces estás peor que antes.
- Saber que se sabe lo que se sabe y que no se sabe lo que no se sabe; he aquí el verdadero saber.
- Cada cosa tiene su belleza, pero no todos pueden verla.
- ¿Me preguntas por qué compro arroz y flores? Compro arroz para vivir y flores para tener algo por lo que vivir.
- Una casa será fuerte e indestructible cuando esté sostenida por estas cuatro columnas: padre valiente, madre prudente, hijo obediente, hermano complaciente.
- Debes tener siempre fría la cabeza, caliente el corazón y larga la mano.
- Los vicios vienen como pasajeros, nos visitan como huéspedes y se quedan como amos.
- Donde hay educación no hay distinción de clases.
- Por muy lejos que el espíritu vaya, nunca irá más lejos que el corazón.
- Es más fácil apoderarse del comandante en jefe de un ejército que despojar a un miserable de su libertad.
- Estudia el pasado si quieres pronosticar el futuro.
- Una voz fuerte no puede competir con una voz clara, aunque ésta sea un simple murmullo.
- El silencio es el único amigo que jamás traiciona.
- Sólo los sabios más excelentes, y los necios más acabados, son incomprensibles
- Un hombre sin virtud no puede morar mucho tiempo en la adversidad, ni tampoco en la felicidad; pero el hombre virtuoso descansa en la virtud, y el hombre sabio la ambiciona.
- Se puede quitar a un general su ejército, pero no a un hombre su voluntad.
- El hombre que ha cometido un error y no lo corrige comete otro error mayor.
- Es posible conseguir algo luego de tres horas de pelea, pero es seguro que se podrá conseguir con apenas tres palabras impregnadas de afecto.
- Sin no conoces todavía la vida, ¿cómo puede ser posible conocer la muerte?
- Un hombre de virtuosas palabras no es siempre un hombre virtuoso.
- Arréglese al estado como se conduce a la familia, con autoridad, competencia y buen ejemplo.
- El más elevado tipo de hombre es el que obra antes de hablar, y practica lo que profesa
- Es posible conseguir algo luego de tres horas de pelea, pero es seguro que se podrá conseguir con apenas tres palabras impregnadas de afecto.
- Gobernar es rectificar.
- La naturaleza hace que los hombres nos parezcamos unos a otros y nos juntemos; la educación hace que seamos diferentes y que nos alejemos.
- Si no estamos en paz con nosotros mismos, no podemos guiar a otros en la búsqueda de la paz.
- Cometer un error y no corregirlo es otro error.
- La conducta del sabio es como el agua: carece de sabor, pero a todos complace; carece de color, pero es bella y cautivadora; carece de forma, pero se adapta con sencillez y orden a las más variadas figuras.
- No veo ningún rey sabio. Nadie puede escucharme. Tengo que morir.
- Nunca olvidéis, discípulos, que un gobierno opresor es más cruel que un tigre.
- Pensar dos veces ya es bastante.
- Cuando se sabe una cosa sostener que se sabe y cuando no se sabe admitirlo, ese es el verdadero conocimiento.
- Por naturaleza, los hombres son muy parecidos entre sí. Son el saber y la experiencia lo que los diferencia.
- Saber lo que es equitativo y no hacerlo, he ahí la cobardía.
- Cuando salgas de tu casa, procura ir como si fueras a encontrarte con una persona importante.
- No hagas a los otros lo que no te gustaría que te hicieran a ti.
- "Cuando veáis a un hombre sabio, pensad en igualar sus virtudes. Cuando veáis un hombre desprovisto de virtud, examinaos vosotros mismos."
- Los hombres de principio son siempre audaces, pero los audaces no siempre son hombres de principios
- El que esta callado tiene la piel de un cordero y muerde con la boca cerrada
- El idiota grita, el inteligente opina, el sabio calla.
- Paga el bien con el bien, pero el mal con justicia
- Entristécete no porque los hombres no te conozcan, sino porque tú no conoces a los hombres - El lenguaje artificioso y la conducta aduladora rara vez acompañan a la virtud
- El más elevado tipo de hombre es el que obra antes de hablar, y practica lo que profesa.
- Si ya sabes lo que tienes que hacer y no lo haces entonces estás peor que antes.
- Sólo el virtuoso es competente para amar u odiar a los hombres.
- Lo que quiere el sabio, lo busca en sí mismo; el vulgo, lo busca en los demás.
- La virtud no habita en la soledad: debe tener vecinos.
- Quien volviendo a hacer el camino viejo aprende el nuevo, puede considerarse un maestro.
- Cuando veas a un hombre bueno, trata de imitarlo; cuando veas a un hombre malo, examínate a ti mismo.
- Oír o leer sin reflexionar es una ocupación inútil.
- Sabemos tan poco acerca de la vida. ¿Cómo podremos saber algo acerca de la muerte?
- El hombre superior es persistente en el camino cierto y no sólo persistente.
- El mal no está en tener faltas, sino en no tratar de enmendarlas.
- El tipo más noble de hombre tiene una mente amplia y sin prejuicios. El hombre inferior es prejuiciado y carece de una mente amplia.
- Cada cosa tiene su belleza, pero no todos pueden verla.
- La ignorancia es la noche de la mente: pero una noche sin luna y sin estrellas.
- Yo no procuro conocer las preguntas; procuro conocer las respuestas.
- No debes quejarte de la nieve en el tejado de tu vecino cuando también cubre el umbral de tu casa.
- No pretendas apagar con fuego un incendio, ni remediar con agua una inundación.
- No son las malas hierbas las que ahogan la buena semilla, sino la negligencia del campesino.
- Cuando sepas una cosa sostén que la sabes; cuando no la sepas, confiesa que no la sabes. En eso está la característica del conocimiento.
- Aprender sin pensar es inútil. Pensar sin aprender, peligroso.
- Si pudiéramos aprender, por la mañana, lo que es justo, deberíamos darnos por satisfechos con morir por la tarde.
- Un caballero se avergüenza de que sus palabras sean mejores que sus actos.