[Conociendo a...] El Capitán Malcom Reynolds (‘Firefly’)

[Conociendo a...] El Capitán Malcom Reynolds (‘Firefly’)

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Alberto Galisteo 16 agosto, 2013 0

Firefly se estrenó y se canceló en 2002. Fue la serie que Joss Whedon realizó cuando aún se emitían Buffy y Angel y todo parecía apuntar que iba a ser un éxito. La Fox se encargó de la producción de esta space opera, dándole un gran presupuesto y llegando a encargar un capítulo piloto de hora y media. No está muy claro el motivo, pero poco antes de su estreno la cadena decidió no emitir el piloto y empezar directamente por el segundo episodio. Boicoteada por la propia cadena y la productora, la serie no aguantó demasiado tiempo en antena, pero se convirtió en leyenda. Los fans hicieron una campaña descomunal de guerrilla marketing y en 2005 se estrenó la película Serenity, que cerró algunas tramas de la serie. Firefly es la historia del Capitán Malcom Reynolds y su tripulación, su búsqueda de libertad y su lucha sin fin.

Malcom: No soy sargento. Ya no. La guerra acabó.

Harken: Para algunos, la guerra nunca acabará.

Malcom Reynolds (Nathan Fillion) luchó en el bando de los Independientes contra la Alianza. Un idealista que peleaba por escapar de las garras de un sistema político opresor. Un hombre cuya fe se vio truncada tras la derrota en la guerra. Siete años después, es dueño y capitán de una nave clase Firefly y sobrevive como ladrón y contrabandista acompañado de una leal tripulación.

Malcom: Una nave como esta estará contigo hasta el día que mueras.

Zoe: Porque es una trampa mortal.

Una nave Firefly es un transporte algo antiguo, destartalado, discreto. Un lugar lleno de recovecos donde ocultar mercancías y pasajeros que no quieren ser vistos. Un vehículo muy funcional para un pirata espacial. Pero para Malcom Reynolds, es algo mucho más.

Bautizada como Serenity, igual que el valle donde los Independientes perdieron la guerra, la nave del capitán Reynolds es el pedazo de libertad que la Alianza nunca consiguió arrebatarle. En aquel valle, millones de hombres y mujeres murieron luchando por aquello en lo que creían. No solo fueron derrotados: los altos mandos rebeldes no acudieron a apoyar a los destacamentos que resistían estoicamente, provocando así el final de la guerra. Fue la última traición que Malcom está dispuesto a tolerar.

Simon: ¿Por qué volviste a por nosotros?

Malcom: Sois de mi tripulación.

Simon: Sí, pero ni siquiera te caigo bien. ¿Por qué volviste?

Malcom: Sois de mi tripulación. ¿Por qué seguimos hablando de esto?

Para Malcom Reynolds, su tripulación es su familia. Puede que no siempre sea el más cariñoso. Es más, puede que a veces se comporte de manera desagradable y brusca, burlándose de otros o teniendo graves discusiones con ellos. Pero una cosa es segura: una vez estás en la tripulación del capitán Malcom Reynolds, nunca te abandona. Arriesgará la vida  por ti si es necesario y cada ataque que hagan contra a ti, lo tomará como una ofensa personal.

Zoe es su brazo derecho, luchó con ella en la guerra y tienen una relación muy especial, basada en el respeto y la amistad, se podría decir que es como una hermana. Wash, el piloto y marido de Zoe, también goza de la amistad de Malcom, aunque tiene cierto resentimiento hacia él por la estrecha relación entre él y su esposa. Jayne es algo así como la oveja negra de la familia, alguien que actúa en beneficio propio y que se unió a la tripulación por sacar provecho. La adorable Kaylee, una extraordinaria mecánica, mantiene viva a Serenity y, como ella misma dice, quiere a su capitán, pero no de una manera romántica. Todo lo contrario que Inara, una acompañante profesional que tiene alquilado uno de los dos transbordadores que incluye la Serenity; ella es el interés romántico, aunque nunca consumado, de Malcom Reynolds. Los hermanos Tam, Simon y la trastornada River, son los últimos adoptados por la tripulación, además del anciano pastor Book. Malcom es la figura paternal (o más bien patriarcal) para la tripulación, exceptuando a Book, quien parece ser la figura paternal para el Capitán.

A quien tampoco abandonará jamás es a la propia Serenity. Es su hogar, ha batallado mucho y es lo único que tiene, lo único a lo que la Alianza aún no le ha puesto las manos encima. Pase lo que pase, no la dejará. Moriría antes que perderla. Se aferra a ella como lo único que le impulsa a seguir adelante: la Serenity es lo que resta del sueño por el que luchó y perdió. Pero aún la tiene a ella. Aún sigue volando.

Malcom: Usted es bienvenido aquí. Dios no.

Es muy interesante ver a Malcom Reynolds en la batalla del inicio del capítulo piloto besando un crucifijo. Estaba en la guerra con la convicción de hacer lo correcto, rezando por salir victoriosos. “Somos demasiado guapos como para que Dios nos deje morir”, bromeaba con un soldado, infundiéndole ánimos.

Sin embargo, los Independientes pierden la guerra y con ella, Malcom pierde su fe. Así, la relación con el personaje del pastor Book es sumamente interesante, un reverendo con un pasado misterioso (que finalmente fue contado en el cómic The Sheperd’s Tale). Esta relación es tirante en un principio, por supuesto, pero Malcom pronto detecta algo especial en él, no solo un oscuro secreto, sino una especie de sabiduría que viene de la experiencia.

Pastor Book: No me importa en que creas… Solo cree.

No en vano, la fe es uno de los temas de la serie. Malcom Reynolds es un hombre que la ha perdido y vaga sin rumbo fijo, sin un objetivo. Solo deambula de acá para allá. Ha perdido la determinación que le movió en la guerra, y es algo que necesita recuperar para volver a encontrarse a sí mismo. No se trata de una fe religiosa (sería imposible que lo fuera con un autor ateo como Joss Whedon), sino de tener fe en algo, en un objetivo, de creer que merece la pena luchar por algo más allá que uno mismo.

Malcom: ¿Quiere contarme lo que pasó de verdad?

Pastor Book: Claro que sí. Y puede que algún día lo haga.

Las historias que nunca nos contaron. Los episodios que no se filmaron. Hay mucho material en manos de Whedon acerca de lo que se iba a contar en la serie. Algunas de esas historias han sido comentadas con posterioridad por miembros de la serie. Creo que una buena forma de acabar este repaso por la personalidad de Malcom Reynolds es con una de esas historias no vistas, pero que habla mucho del carácter del personaje. El propio Nathan Fillion la explicaba así en una reunión con sus compañeros de reparto:

Había un episodio del que Joss estuvo hablando en el que llegamos a un planeta y la gente que hay allí es muy agradable con nosotros y muy amable; es una especie de planeta invernal. Y los pillo empezando a robar nuestra nave. En plan “Hijos de #&*@” Y ellos, “Ok, mira, esto es lo que pasa. Nuestro planeta se muere. Todos nosotros vamos a morir aquí a menos que nos saquéis de aquí”. Pero la idea es que estamos muy alejados y si nos lo llevamos, nos vamos a quedar sin aire, nos vamos a quedar sin comida y vamos a morir todos. A menos que nos encontremos con otra nave. Así que hay esa posibilidad: podríamos encontrarnos con otra nave y todo el mundo estaría bien. Y yo digo: “Mirad, vamos a consultarlo con la almohada y mañana decidimos”. Y me encierro en el puente y saco la nave mientras todos estais durmiendo. Y os despertáis y estáis en plan “¿Qué has hecho?”. Es muy tarde para volver, no podemos regresar. Y en nuestro camino, no nos encontramos con ninguna otra nave, así que todos habríamos muerto. Íbamos todos a votar, y el Capitán Mal toma la decisión sin los demás, así no es decisión de nadie matar a todas esas personas excepto suya.

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