Revista Espiritualidad

Conseguí el trabajo que deseaba

Por Laura

Estudié la carrera de Diplomatura en Turismo en Sevilla. Fue una gran época de mi vida. Como la mayoría de los estudiantes hice muchos amigos y viví cada día aprovechándolo al máximo.

¿Por qué elegí Turismo?

Por vocación. A diferencia de muchos de mis compañeros de clase que se matricularon en la carrera sin saber en lo que se metían, yo lo hice por convicción. Para quien no lo sepa, en la carrera de Turismo no se estudian sólo los destinos turísticos, que también, sobre todo se estudian muchas materias de administración de empresas, ya que se espera que una persona con diploma de turismo sea capaz de gestionar una empresa turística el día de mañana. Algunas de las asignaturas son: Economía, Marketing, Contabilidad, Estadística y luego hay otras como Idiomas, Historia del Arte, etc.

Pues bien, al parecer la mayoría de los estudiantes no se han leído el plan de estudios antes de elegir carrera y resulta que no se esperan tener que saber matemáticas básicas, por lo que se desaniman y terminan desmotivados y despotricando sobre los 3 años que han perdido haciendo una carrera que no les gustaba.

A mi me gustaba. Desde pequeña todo lo relacionado con viajar, con idiomas y con economía me encantaba ¿qué es eso si no vocación?

La entrevista de trabajo

Estaba terminando mi segundo año de carrera. Se acercaba el verano y eso significaba que pronto terminarían las clases y volvería a casa a pasar el verano. Eran  sobre las 14:00h, iba en el autobús leyendo el periódico gratuito cuando leí una noticia que decía que ese mismo día y hasta las 18:00 de la tarde se estaba realizando un proceso de selección de personal en un famoso hotel de la ciudad para unos hoteles que abriría la cadena ese verano en Fuerteventura.

Lo primero que hice fue llamar a mi mejor amigo para contárselo, y él estaba de acuerdo en ir lo antes posible al lugar de la entrevista. Así que en algo más de una hora allí estábamos los 2, sin CV y los últimos de la cola. Fue toda una odisea conseguir imprimir los CV aquel día, pero finalmente y con el favor del personal de recepción lo conseguimos.

Hubo una pequeña presentación de la cadena hotelera, que por cierto es una de las mejores y todo pintaba de lujo. Buscaban personal para TODO el hotel ya que era nueva apertura. Daban alojamiento y comida, así que nos quedaría prácticamente todo el salario y además rellenaríamos el CV con una experiencia laboral ¿qué más se podía pedir?

Había mucha, mucha, mucha gente allí para la entrevista, así al final de la tarde, por fin nos tocó (como dije antes éramos los últimos). Fue mi primera entrevista. En general todo bien. Yo era estudiante de turismo y quería un trabajo de lo que fuera para coger experiencia y sólo durante el verano porque lógicamente en octubre tendría que empezar de nuevo las clases. ¿Vienes acompañada? Sí. ¿Sería requisito imprescindible que vinierais los 2? Sí.

¿Nos llamaron? Jajajajaja, no, lo cierto es que nunca volvimos a saber nada, ya se sabe…

Dos años más tarde

Tras terminar la carrera decidí seguir formándome y quería especializarme en la rama hotelera que era la que más me gustaba. Estudié un máster de dirección hotelera. Recuerdo que alguno de los profesores nos preguntaba dónde nos veíamos dentro de 5 años y recuerdo también que mi respuesta era: de subdirectora. ¿Y como llegarás? Empezaré en un departamento operativo como recepción e iré ascendiendo.

Curiosamente antes de que terminara el curso me llamó el director de uno de los hoteles de la cadena para la que había hecho la entrevista años antes. Necesitaba una persona de apoyo en dirección y yo había sido recomendada en la escuela. El trabajo era en Marbella y aunque el puesto era de prácticas, yo estaba encantada. Puedo asegurar que durante los meses que trabajé en aquel hotel me dejé la piel. Era mi oportunidad y no la podía desaprovechar. Sin embargo, cuando terminó mi periodo de prueba me tuve que ir a casa, a esperar que me volvieran a llamar.

El tiempo pasaba y yo empezaba a desesperar. No podía estar en casa dejando pasar los días por una llamada de teléfono, así que decidí irme a buscar trabajo a Irlanda. Nos fuimos mi mejor amigo y yo. Nos instalamos y encontramos rápidamente trabajo. Pasaron algunos meses, yo estaba realmente contenta con mi vida allí, pero un día, sin esperarlo, sonó el teléfono.

Como ya conté anteriormente era un compañero de trabajo de Marbella, había sido trasladado a Canarias y había pensado en mi para una vacante en dirección. Y en un plazo de 2 semanas dejé lo que tenía y allí me presenté. ¿Cómo podía dejarlo escapar? Era el trabajo que realmente soñaba!!!

Aún a día de hoy me sigue pareciendo increíble como con sólo 22 años ya trabajaba en un puesto directivo de una de las mejores cadenas hoteleras. Pero lo más increíble aún, es que ese hotel era exactamente el mismo para el que años antes me había presentado a la entrevista para conseguir cualquier puesto de trabajo por básico que fuera. Y me gustaría recordar que cuando me llamaron, hacía tan sólo unas semanas que había visto el documental El Secreto.

Yo ya no creo en las casualidades.

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