Revista Ciencia

Consejos para controlar el olor de la caja de arena de los gatos

Por Jgallego19

Caja de arena

El olor de la caja de arena puede ser la parte más difícil de vivir con un gato. ¡Te damos algunos trucos interesantes para luchar contra el mal olor de la caja de arena del gato!

1. Recoge los desechos de tu gato con frecuencia. 

Recoge los desechos de tu gato en una bolsa inmediatamente después de haber utilizado la caja de arena. Si no es posible andar todo el día detrás del gato, intenta revisar regularmente la caja y límpiala. Si tienes varios gatos, te será más difícil atento, sin embargo, limpiar los residuos de la arena es una parte importante del proceso en la lucha contra el olor. Los residuos que permanecen en la arena por largos períodos de tiempo contribuyen en gran medida al mar olor.

2. Cambia la arena dos veces por semana.

Cambia la arena dos veces por semana, incluso si limpias los desechos de tu gato cada vez que utiliza la caja de arena. Cualquier pequeño trozo se volverá apestoso con el tiempo. Para evitarlo, quita y tira la arena, lava la caja con agua tibia y jabón (nada de amoniaco ni productos químicos), sécala y pon arena nueva de nuevo.

Otra opción es: en lugar de tirar toda la arena que cabe en la caja cada vez que cambies la arena, es poner una pequeña cantidad de arena inicial cuando hayas limpiado la caja, e ir echando más cada día encima de la que hay. De esta manera será suficiente con cambiar la arena por completo una vez a la semana, gastando la mitad de arena, con el ahorro económico que ello conlleva.

3. Cambia la caja de arena una vez al año.

Con el tiempo, las uñas de tu gato y tu pala o herramienta con la que limpias la arena pueden hacer pequeñas ranuras o surcos en la parte inferior y los laterales de la caja. Estos surcos son difíciles de esterilizar y pueden retener olores. Para evitar esto, dona la caja de arena usada a una protectora o grupo de rescate al cabo de un año, y regálale a tu gato un caja nueva.

4. Prueba los desodorantes para la arena.

Con un poco de bicarbonato de sodio o un desodorante comercial en la caja de arena puedes conseguir una casa más fresca. Sin embargo, muchos gatos dejarán de usar las cajas de arena muy perfumadas, así que asegúrate de usa un desodorante que guste tanto a ti como a tu gato (o uno sin aroma). Espolvorea un poco de desodorante sobre la arena cada vez que la limpies.

5. Busca una marca de arena que huela mejor, tanto para ti como para tu gato.

Prueba a usar una arena diferente en cada caja de arena que haya en tu casa (caso de que haya varias) y observa cual prefiere tu gato y cual controla mejor el olor.

6. Pon la caja de arena en un lugar bien ventilado.

Uno de los mayores errores que cometen los dueños de los gatos es poner la caja de arena en un espacio pequeño, oscuro y escondido. Esto lo único que provoca es que el olor se concentre. Además, si es desagradable para tu gato usar su caja, será más probable que encuentre otro lugar para ir a hacer sus necesidades  (tal vez en tu cama). Mantén la caja de arena en un lugar bien ventilado donde el olor se disperse fácilmente y haya suficiente luz y espacio para que el gato entre, se mueva y salga cómodamente.


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