Revista Salud y Bienestar

Consejos para la alimentación tras el verano

Por Smartsalus @SmartSalus

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Durante todo el año es adecuado mantener una dieta equilibrada en la que no se cometan excesos que puedan perjudicar al organismo. Normalmente es durante las vacaciones, especialmente las de verano, cuando se suele saltar este patrón para comer más de la cuenta o ingerir productos poco saludables. También hay personas que a la vuelta de su período de descanso deciden cambiar completamente y establecer una rutina ideal para estar lo mejor posible. En este post trataremos de presentar algunos consejos para cuidar tu alimentación tras el verano.

En primer lugar debe priorizarse ante todo la eliminación de productos nocivos para la salud. Hay que dejar atrás las bebidas alcohólicas y azucaradas, procurando beber el máximo posible de agua natural, en torno a los 2 litros al día o más. El agua, además de hidratar, elimina las impurezas y toxinas del cuerpo. En cuanto a líquidos pueden incorporarse tés y también zumos que sean naturales, dejando atrás los envasados. Una buena alimentación también ayuda a cuidar y rejuvenecer tu piel.

Por supuesto, no deben comerse piezas de bollería industrial, siendo ésta una de las mayores fuentes de grasas y elementos poco saludables. Esto es más común en el desayuno, media mañana o merienda. Lo ideal es eliminar estas piezas así como cualquier otro tipo de snacks, gominolas, etc. e ingerir el mayor número posible de fruta. La fruta contiene nutrientes esenciales para el correcto funcionamiento del sistema interno además de aportar pocas calorías en general, haciendo que no se tenga tendencia a coger peso. Una de las mejores opciones para saciar el hambre entre horas es la manzana.

En la dieta diaria no hay que abusar de los carbohidratos. Numerosas personas se centran en el consumo masivo de pasta así como una gran ingesta de pan. Esto no quiere decir que haya que eliminarlos de la alimentación completamente, sino comer este tipo de productos de forma moderada, incluyendo solo las dosis necesarias.

Solemos tener la mala costumbre de freír muchos platos con grandes cantidades de aceite haciendo que se obtengan demasiadas calorías y grasas. Debe procurarse que la mayoría de alimentos se pasen por la plancha. Además hay que complementar las raciones con legumbres y verduras. Lo ideal es que en cada comida se consuma proteína magra, legumbre o verdura, un poco de hidrato así como grasa saludable en pequeña cantidad. De esta forma se cubren todas las necesidades fisiológicas sin perjudicar al organismo.

La patata es uno de los productos más tradicionales dentro del país, pero se suele abusar su consumo, especialmente en platos donde se fríe en piscinas de aceite poco saludable. Dentro de las posibilidades lo más correcto es optar por su cocción acompañada de una carne o pescado. Este último debe tomarse varias veces por semana, cocido o a la plancha,  recomendándose más a la cena para que sea más ligera en el estómago. A su vez debe estar lo más fresco posible y evitar que sea congelado o precocinado.


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