Revista Cocina

Consejos para no picar entre horas

Por Eulàlia
Consejos para no picar entre horas

Una de las normas comunes en todas las dietas es no comer entre horas. Tanto si quieres adelgazar, ganar músculo o simplemente mantenerte en un buen estado de forma, mantener un orden en tus comidas es siempre el primer paso. De nada nos sirve ir al gimnasio, salir a correr y prepararnos el plato más sano del mundo si luego nos paramos frente la nevera y comemos lo primero que encontramos.

Pero seamos sinceros. ¿A quién no le ha pasado?

Ha habido momentos en los que picaba bastante entre horas pero últimamente he conseguido controlarlo. Me pasa sobretodo en épocas de estrés y/o nervios, cuando llegan los exámenes, cuando no me siento segura de mi misma por cualquier cosa o he discutido con alguien. Es normal y a muchísima gente le pasa. A unos más que a otros, pero aprender a controlarlo es fácil si somos conscientes y pensamos antes de hacerlo.

La mayoría de las veces que picamos entre horas no es porqué tengamos hambre ni necesitemos comer, así que aquí os dejo unos consejos que pueden serviros para dejar de picar entre horas.

    Reparte tu dieta en 5 comidas. Comer menos pero más seguido nos ayuda a no llegar con hambre a la siguiente comida y mantenernos saciados durante más tiempo. Para mí lo mejor es tomar un buen desayuno y comer fuerte al mediodía, ligero en la cena y merendar a media tarde y a media mañana.
    Hidrátate. Cuando no bebemos suficiente agua el cuerpo puede confundir la sed con el hambre. Es bueno beber entre dos y tres litros de agua/líquido al día, aunque yo personalmente no lo cuento y depende de si el día es más o menos caluroso. A pesar de eso si que bebo mucha agua, aunque muchas veces con té e infusiones con hielo, perfectas también en verano.
    Cuenta hasta diez. ¿De verdad tienes hambre? Puede que en una situación de estrés o de no saber qué hacer pienses que necesitas comer algo, aunque la mayoría de las veces no tengas ni hambre ni disfrutes la comida. Simplemente lo coges y te lo comes. Lo mejor es contar hasta diez y pensar si realmente tienes hambre o no, y si es así elegir una buena opción.
    Come despacio. Muchas veces comemos tan deprisa que apenas nos damos cuenta y ya nos hemos terminado el plato que habíamos preparado. El cuerpo puede tardar hasta 20 minutos en sentirse saciado pero si sigues comiendo y comiendo luego te entra esa sensación de lleno total y de haberte pasado con la comida.
    Límpiate los dientes. Si notas tus dientes limpios y frescos te entraran menos ganas de estropear esa sensación. Además limpiarte los dientes después de cada comida es un muy buen hábito higiénico.
    Distráete. Mantente ocupado hará que pienses menos en la comida. Muchas veces comemos por aburrimiento. Píntate las uñas, lee un libro, sal a pasear o haz algo que tengas pendiente.
    Haz deporte. Hacer deporte libera endorfinas, unas hormonas que nos hacen sentir bien y contentos. También liberamos tensión y a la vez nos mantenemos en buena forma, mejorando nuestra salud de manera general.

Pero si a pesar de todo esto sigues teniendo hambre, ¡pica sano!

Elige una pieza de fruta, frutos secos o tostadas integrales. Huye de los snacks que venden en los supermercados porque aunque sean light y te indiquen las pocas calorías que llevan, normalmente están llenos de azúcar y otros ingredientes no deseados.

Así que la próxima vez que la nevera te tiente piensa antes si realmente tienes hambre. Seguro que te ahorras más de un sentimiento de culpa o dolor de barriga.

Espero que os haya resultado útil. ¿Tenéis más consejos? ¿Qué trucos usáis para no caen en tentaciones?


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