Consejos para tener éxito en la vida. Palabra de Aristóteles

NO es una broma, si lo que deseas de verdad es mejorar tu vida, todo lo que necesitas ya lo sabía Aristóteles en el siglo IV a.c.

Ética para Nicomaco, de Aristóteles

Consigue este libro, una versión adaptada mejor. Los secretos de la vida llevan siglos circulando, desde los tiempos de la filosofía de la Atenas clásica hace 2500 años. Desde entonces, todo lo afirmado sobre el ánimo y la vida virtuosa son notas a pie de página de lo dicho por los grandes sabios Platón, Sócrates y Aristóteles.

Aristóteles afirmó que la virtud lleva a la felicidad y esa es la base del comportamiento bueno. Aristóteles enseña que la capacidad y el talento vienen de adquirir un hábito. La felicidad no es un estado de la mente ni del alma sino una actividad, y la felicidad es la consecuencia del desarrollo de tu talento y la liberación de tu energía y capacidad. Y esto se puede aplicar a tu propósito de mejorar tu estado físico y salud o incluso alcanzar tu peso ideal.

Para Aristóteles, las cualidades buenas que llevan al éxito económico, la salud o el buen estado físico vienen de adquirir buenos hábitos. Y los hábitos se consiguen con la repetición.

Las almas grandes consiguen sus metas

Aplícate el cuento y ten en cuenta las características que enumera Aristóteles sobre las personas que tienen un "alma grande" y consiguen sus propósitos:

1. No se divierten asumiendo riesgos, pero si es necesario se arriesgarán para mejorar su vida. Son personas que no están todo el día activas y actúan con lentitud, a no ser que se ponga en juego alguno de los grandes valores de la vida.
2. No suelen apreciar lo popularmente apreciado, ni los valores más extendidos de cada época. Se toman muy pocas cosas en serio y viven sin ansiedad.
3. Si les pides un favor, te lo harán, pero les cuesta pedirlos. Cuando los reciben buscan, tarde o temprano, devolver la ayuda con un favor mayor.
4. Hablan con sinceridad sobre lo que aman y detestan, no dejan que el temor ni la opinión de los demás les cierre la boca.
5. Sus vidas transcurren tal y como ellos deciden y no buscan la adaptación a las formas de vida de los demás. Si esto hicieran se sentirían esclavos.
6. No expresan gran asombro por nada. Sin embargo, la nada les fascina.
7. No odian, ni sienten rencor. Tampoco se entretienen en chismorreos.
8. No se quejan de cuestiones banales, ni son muy dados a pedir ayuda.
9. Les interesan más las cosas hermosas e inútiles que las productivas.
10. Se mueven con lentitud, su habla es profunda y estable. No se precipitan, pues no sienten ansiedad.

Los buenos hábitos, palabras de Aristóteles

Sobre cómo los buenos hábitos se adquieren y pasan a ser aptitudes y virtudes de las personas, lee lo que dejó escrito Aristóteles:

"El haber comprobado esto nos demuestra que ninguna de las virtudes morales nace naturalmente en nosotros [...] [sino que] estamos naturalmente predispuestos a adquirirlas, con la condición de que las perfeccionemos por el hábito. Además, todo lo que nos da la naturaleza no son más que posibilidades y potencias, que luego nosotros debemos hacer pasar a acto. [...] Las virtudes las adquirimos desde el comienzo por medio del ejercicio, como ocurre igualmente en las diferentes artes y en los diversos oficios. Lo que hemos de realizar luego de un estudio previo lo aprendemos por la práctica: por ejemplo, construyendo se hace uno arquitecto y tocando la cítara se viene a ser citarista. Igualmente, a fuerza de practicar la justicia, la templanza y la valentía, llegamos a ser justos, sobrios y fuertes".

En definitiva, lo que Aristóteles te está diciendo es que las virtudes morales necesitan una práctica continuada. También la forma física, la salud o el éxito económico son fruto del entrenamiento y la constancia.

Pero, desengáñate, si no asimilas con sentido común las enseñanzas de Aristóteles, nunca lo conseguirás.

Lee su libro completo, te puede cambiar la vida.