Revista Religión

Consejos para vencer la masturbación

Por Max Damián @soymaxdamian
Consejos para vencer la masturbaciónLa masturbación es una de las principales razones por las cuales grandes siervos de Dios e hijas del Altísimo pierden su unción y les priva de la verdadera vida. La masturbación en los hijos de Dios repercute de una manera distinta que aquellos que no han recibido el mensaje de la salvación. Pues su espíritu está muerto. Pero en aquellos cuyas vestiduras han sido lavadas en la sangre de Cristo el realizar esa obra de la carne les acarrea muerte a su vida espiritual

La masturbación es un arma que utiliza el enemigo para robarle a los hijos e hijas de Dios lo que les pertenece: paz, gozo, tranquilidad de espíritu y vida en abundancia. La masturbación es alimentada por la lascivia, la mente de las personas víctimas de este pecado colecciona imágenes que estimulan su sexualidad haciendo concebir la semilla de pecado en sus corazones hasta que da a luz la masturbación en lo secreto. Si tú te has encontrado en esta situación hoy te tengo la mejor noticia. Dios no está airado contigo y lejos de quitarte lo que ya has recibido Él anhela darte mucho más de lo que jamás imaginaste. Jesús, el mismo que te ha dado salvación está dispuesto a caminar contigo de la mano hasta que seas verdaderamente libre en Él. Pero para eso, tú tienes que comprometerte de todo corazón que darás tu mejor esfuerzo. Tu Padre Omnipotente ha mirado desde lo alto tu impotencia ante eso que para Él es solamente un mal habito, y lo quiere echar fuera sumergiéndote en su presencia. Si en verdad estás dispuesto a pelear con todo tu aliento y ser en verdad libre de ese pecado, entonces continúa leyendo. Esta será la parte que te toca realizar para ser libre de ese pecado, haciendo tu mejor esfuerzo. Así cómo le hizo Jesús al ir a la Cruz1.- Arrepiéntete. Voltea tu rostro al cielo y pídele perdón a tu Dios. De la misma manera en que un hijo desprotegido y arrepentido busca alivio en los brazos de su padre. Ponte a cuentas con Él. Te sorprenderá el amor y misericordia con que te responderá. 2.- Fortalécete Espiritualmente. Dedica tiempo a solas con Dios. Haz un hábito la lectura de su palabra. Sumérgete en la palabra de Dios, lee la Biblia de una manera ordenada, interésate por conocer más a tu Dios y su presencia echará fuera todo malestar de tu vida. Todas las noches antes de dormir entrégale el día que ha pasado, reconociendo errores y aciertos. Y agradeciéndole por su gracia. Pero jamás te sientas culpable por lo sucedido en un día, solamente reflexiona e intenta ser mejor. Cada mañana agradécele al Señor por todas tus bendiciones. 

“¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo?.” (Isaías 58:6) 
3.- Cuida tus ojos. 
Todos los días en las mañanas orarás a Dios pidiéndole que proteja tus ojos y que les guarde de ver aquello que te hace daño. Tal vez en el transcurso del día sin planearlo voltearás a ver imágenes que no te deifican, no te sientas culpable solamente voltea tu mirada y sigue avanzando. Durante el tiempo en que estés en este proceso evitarás ver programas, películas, revistas, páginas de Internet que tengan material que incite al pecado. Guarda tus ojos y así guardarás tu corazón4.- Solo avanza. 

En este proceso encontrarás obstáculos. Eso que te ha atado tal vez intensificará sus ataques contra ti, y el enemigo lance dardos envenenados a tu mente. Pero, pase lo que pase tú no debes temer y debes de seguir avanzando. Debes tomar esta promesa de victoria que el Señor hoy te da: Aunque pases por las llamas no te quemarás, ni siquiera te chamuscarás.
“Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú. Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.” (Isaías 43:1-2) 
Debes de tener la certeza de que aunque el fuego aumente su intensidad, nada te pasará. Y al contrario en vez de desanimarte por recibir ataques, debes de estar más gozoso y seguir avanzando con la certeza de que cada vez está más cerca tu galardón. 

5.- Nuevas vestiduras. 

Declara constantemente está promesa de Dios sobre tu vida, con entendimiento al recibir tu nueva identidad principalmente para tu mente. 
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” (2 Corintios 5:17) 
6.- Da tu mejor esfuerzo. 
Todo lo que el Señor tu Dios pide de ti es que des tu mejor esfuerzo. Practica estos consejos lo mejor que puedas y aléjate de situaciones que comprometan tu santidad (estar a solas en lugares y horas que propicien el pecado, propasarte con tu pareja, aléjate de pláticas que te contaminen etc.). Huye del pecado, no te acerques al pecado para que no te alcance. No te expongas a situaciones de riesgo. Permítele a Dios darte la corona de vida que te ha prometido. Tal vez en este proceso puedas caer y para esto Dios te da de su gracia y misericordia. Más sin embargo tienes que dar tu mejor esfuerzo y no pecar deliberadamente, pues esto fortalece el pecado. Recuerda que cada vez que caes retrocedes parte del camino que has avanzado por lo que es crítico no caer. Con el paso del tiempo voltearás hacia atrás y te darás cuenta que ese pecado ha desaparecido de tu vida. Al ir avanzando Dios que es bueno te permitirá ir palpando la corona de vida que ha reservado para ti, y aquellos ataques del enemigo que antes tenían fuerza se volverán insignificantes. Pues el enemigo se anida en la carne y mientras más avances en santidad el perderá su poder en ti y tendrás más paz. Por último has conmigo está oración: 
“Señor Jesús, te pido perdón por haber mantenido en mí ese pecado. Hoy tengo entendimiento que solo desprendiéndome de el tendré la verdadera vida que has prometido para mí. Te ruego que envíes poder de lo alto que me sustente para salir vencedor en esta prueba. Te pido que envíes destellos de tu gloria y me permitas comenzar a palpar mi galardón. Permíteme vivir en justicia y amarte sobre todo. Ayúdame hoy a aprobar esta prueba, pues tu sangre preciosa me ha lavado para darme verdadera libertad. En el nombre de Cristo Jesús, amen”. 
“Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.” (Santiago 1:12)

Volver a la Portada de Logo Paperblog