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Consideraciones generales acerca de Racing - All Boys y de las transmisiones del fútbol argentino

Publicado el 10 marzo 2012 por D10

En un partido que quedará en el recuerdo de todos, Racing le ganó 3 a 0 con mucha facilidad a un equipo que sólo atina a cometer faltas y a embarrar la cancha. No recuerdo un equipo que cometiera tantas faltas en ataque como All Boys que necesita cuanto antes un cambio de técnico, de jugadores, de mundo.
Racing tuvo momentos de muy buen juego, con Teo Gutiérrez jugando casi de enganche y siendo la constante preocupación rival, un partidazo del colombiano que fue la figura.
Lo realmente destacable del partido fue la transmisión. Un asco. Cada vez que hacía un gol River que jugaba con Defensa y Justicia, partían la imagen para que uno no viera ni el partido de Racing ni el de River. Además, no contentos con eso, parten la imagen para mostrar gente que está, ponele, en Luján, y que grita los goles.
Sin embargo, y aunque pareciera mentira, lo peor de la transmisión no fue eso, sino el comentarista que a todo le llama "Maniobra". Viene el árbitro y saca una amarilla, y el comentarista dice: "Ahí está la maniobra del árbitro". Un hincha se rasca la nariz en la tribuna, y el comentarista dice: "Esa es la maniobra del hincha". Me lo imagino yendo en el auto y en cada curva exclamando: ¡Qué jugada!. Y la remató diciendo, durante la repetición del gol de Castro: "El arquero, naturalmente, busca el palo natural". Un fenómeno el comentarista.
Hacía tiempo que no veía el torneo argentino, sin embargo, no me sorprende advertir que cada día hay más jugadores mirando el partido en vez de Pensando el partido. En la diferencia entre Mirar y Pensar, creo yo, radican los mayores errores conceptuales que pueden encontrarse a montones en cada fecha. Algún día impar me extenderé en el asunto, de momento, tengo una pérdida de conocimiento.
Por último, ya no asombra que algunos equipos salieran a la cancha con la convicción de no jugar. All Boys es una muestra de ello, un equipo que desde el primer minuto se propuso embarrar la cancha, con quejas, protestas, faltas, empujones, tratando de amedrentar al rival mediante la conversación, absteniéndose de jugar el partido. Esta vez, a diferencia del campeonato pasado, Gutiérrez se dedicó a hacer lo que más sabe: Jugar a la pelota. Y tan bien lo hizo que estuvo imparable para el horrible All Boys.
Consumida mi ración mensual de fútbol argentino, me despido hasta el martes de 2051.

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