Revista Cultura y Ocio

Contradicciones en la depuración estatal

Publicado el 14 marzo 2017 por María Bertoni

En contraste con el lacónico pedido de disculpas que Télam publicó el domingo por la tarde a través de su portal, la Comisión Gremial Interna de la agencia estatal de noticias difundió ese mismo día un extenso mail donde amplió la breve explicación institucional del grosero error en un primer cable sobre los graves incidentes registrados en Olavarría, durante el recital del Indio Solari. Mientras los autores del comunicado oficial se limitaron a señalar que el saldo de siete –en vez de dos– personas muertas provino de “fuentes extraoficiales” inmersas en un estado de “confusión inicial”, la CGI apuntó contra “una forma de conducir la redacción por parte de la empresa”.

Según la Comisión Gremial Interna, justo el jueves anterior al trágico recital, el gerente periodístico Daniel Capalbo anunció la decisión de suspender por tiempo indeterminado el envío de periodistas a cubrir acontecimientos en el interior del país. El motivo: las autoridades de la agencia se niegan a cumplir con el pago de horas extra y con la asignación de francos compensatorios estipulados por el Convenio Colectivo Nacional de Trabajadores de Prensa.

El recital del Indio Solari en la localidad bonaerense de Olavarría fue el primer evento perjudicado por la medida gerencial. Y los primeros ecos del fatídico desmán pusieron en evidencia otra consecuencia de la misma negativa a pagar horas extra y a otorgar francos compensatorios: la escasez de personal de guardia en el turno de madrugada.

El mail de la CGI parece completar la explicación oficial disponible online. Para informar sobre los incidentes registrados en Olavarría a primera hora del domingo, la agencia estatal sólo pudo recurrir a “fuentes extraoficiales” sensibles a la “confusión inicial”… porque las directivas de recorte le impidieron contar con profesionales idóneos in situ y/o de guardia.

El papelón de Télam es producto de la misma mentalidad que días atrás pretendió reducir con un ejército de voluntarios el impacto del paro que los gremios docentes llevaron adelante la semana pasada en reclamo de paritarias nacionales. Con tal de ganarles la pulseada a los trabajadores que reclaman, se cierra toda instancia de negociación y se improvisa un reemplazo con desconocidos legos en la materia pero bien dispuestos.

Desde que Cambiemos empezó a administrar la Argentina a fines de 2015, altos funcionarios expresaron desprecio por los empleados del sector público, y sostuvieron que nuestro Estado recién se desempeñará de manera eficiente cuando se lo depure de ñoquis y grasa militante, y cuando se capacite debidamente al personal realmente dedicado y desideologizado.

Parece existir una contradicción entre la intención de profesionalizar al trabajador estatal y el destrato sistemático u ocasional a personal ya formado y experimentado. En este marco se encuadran las ocurrencias de reemplazar a auxiliares docentes por voluntarios, y de suplir a partir de Twitter la cobertura periodística de un enviado especial o corresponsal.

Para el Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos que la alianza gobernante creó por decreto, trabajan periodistas que pasaron con éxito -o apenas sobrevivieron a- la primera instancia purificadora. A juzgar por la denuncia de la CGI de Télam, el proceso de limpieza sigue su curso ahora con el propósito de reducir, a cero si es posible, la resistencia o los niveles de conflictividad que atentan contra el objetivo de profesionalizar a bajo costo, es decir, sin pagar una remuneración acorde al desempeño calificado.

Diez días antes de que la Comisión Gremial Interna denunciara la forma de conducir la redacción de la agencia, los trabajadores de prensa de la TV Pública repudiaron a través de su blog las declaraciones que el gerente de noticias de ese medio, Néstor Sclauzero, hizo en diálogo radial con Luis Majul: los trabajadores del noticiero “tienen un perfil de empleado público”; hay “un montón de gente que no ha tenido formación ni exigencia profesional para hacer determinados contenidos”; “gente radicalizada que pertenece a La Cámpora o que ha tenido una gran militancia política con el gobierno anterior y con la que tenés que estar con el cuchillo en la mano”.

En respuesta al comunicado gremial, el periodista rosarino que la alianza Cambiemos designó a principios de 2016 contó “la situación en el noticiero de la TVP” en su cuenta de Facebook. Entre otras cosas, sostuvo que “se dio garantías para que nadie que trabajara pierda (sic) su trabajo y que todos tengan (sic) su oportunidad” (afirmación discutible), y muy al pasar deslizó que “los gremios no permiten que tengamos corresponsales”.


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